Los cocodrilos fueron momificados de una forma única en el yacimiento egipcio de Qubbat al-Hawā durante el siglo V a.C., según un estudio publicado en la revista de acceso abierto PLOS ONE por Bea De Cupere, del Real Instituto Belga de Ciencias Naturales (Bélgica) y la Universidad de Jaén (España), y sus colegas.
Los animales momificados, incluidos los cocodrilos, son hallazgos comunes en los yacimientos arqueológicos egipcios. A pesar de que existen varios centenares de cocodrilos momificados en colecciones de museos de todo el mundo, no suelen examinarse a fondo. En este estudio, los autores ofrecen un análisis detallado de la morfología y conservación de diez momias de cocodrilo halladas en tumbas rupestres del yacimiento de Qubbat al-Hawā, en la orilla occidental del Nilo.
Las momias incluían cinco cráneos aislados y cinco esqueletos parciales, que los investigadores pudieron examinar sin desenvolverlos ni utilizar la tomografía computarizada y la radiografía. Basándose en la morfología de los cocodrilos, se identificaron dos especies: Cocodrilos de África occidental y cocodrilos del Nilo, con ejemplares de entre 1,5 y 3,5 metros de longitud.

El estilo de conservación de las momias es diferente del hallado en otros yacimientos, sobre todo porque carecen de indicios de uso de resina o de evisceración del cadáver como parte del proceso de momificación. El estilo de conservación sugiere una antigüedad anterior a la época ptolemaica, lo que concuerda con la fase final de uso funerario de Qubbat al-Hawā durante el siglo V a.C.
Es muy posible que estos cocodrilos pudieran haber sido utilizados de intermediarios entre los humanos y el dios Sobek, que era el dios del agua y la fertilidad, a menudo representado con una cabeza de cocodrilo. Esta divinidad tuvo mucha importancia en la cercana Kom Ombo, a solo 50 kilómetros de Asuán. De hecho, Kom Ombo fue un importante centro de culto a los cocodrilos, pero no se tenía noticia de que sucediera lo mismo en Asuán.

La comparación de momias entre yacimientos arqueológicos es útil para identificar tendencias en el uso de animales y en las prácticas de momificación a lo largo del tiempo. Las limitaciones de este estudio incluyen la falta de ADN antiguo y radiocarbono disponibles, que serían útiles para refinar la identificación y datación de los restos. Futuros estudios que incorporen estas técnicas contribuirán al conocimiento científico de las antiguas prácticas culturales egipcias.
Los autores añaden: En una tumba intacta de Qubbat al-Hawā (Asuán, Egipto) se encontraron diez momias de cocodrilo, entre ellas cinco cuerpos más o menos completos y cinco cabezas. Las momias se encontraban en diferentes estados de conservación e integridad.
Un cocodrilo estaba tan bien conservado que los gastrolitos aún estaban presentes. Estas son piedras en los intestinos que ayudan a los cocodrilos a mantenerse equilibrados en el agua. Las piedras indican que el cocodrilo no fue abierto para sacar los intestinos. Se trata de un descubrimiento excepcional por la rareza de la conservación de los cuerpos de los animales, porque confirma que los egipcios eran capaces de sacrificar a los animales que luego iban a dedicar a los dioses y porque el método de conservación utilizado, la desecación natural de los cuerpos, es bastante rara.
Fuentes
Universidad de Jaén | De Cupere B, Van Neer W, Barba Colmenero V, Jiménez Serrano A (2023) Newly discovered crocodile mummies of variable quality from an undisturbed tomb at Qubbat al-Hawā (Aswan, Egypt). PLoS ONE 18(1): e0279137. doi.org/10.1371/journal.pone.0279137
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