A unos 28 kilómetros al oeste de Estocolmo, la capital sueca, se encuentra la localidad de Helgö, situada en la isla del mismo nombre en el lago Mälaren. La isla tiene una longitud de unos 5 kilómetros y una anchura máxima de 1,5.

En 1950 el propietario de una cabaña de verano descubrió accidentalmente que en su terreno existían restos de un antiguo asentamiento. Las excavaciones comenzaron cuatro años más tarde y se extendieron hasta 1981, sacando a la luz un antiguo asentamiento que estuvo habitado entre los siglos II y VIII d.C.

El yacimiento está situado en la parte noreste de la isla, y lo componían siete grupos de casas con comercios y talleres, cinco necrópolis, una fortaleza y un templo en el que se han encontrado rastros de un culto precristiano.

La isla de Helgö, situada al oeste de Estocolmo | foto Jan Norrman / Riksantikvarieämbetet en Wikimedia Commons

El lugar comenzó a desarrollarse hacia el año 200 d.C. y en el siglo IV d.C. ya contaba con artesanos cualificados, pues se han encontrado vestigios de orfebrería y otros oficios. También se convirtió en un importante centro comercial, al que llegaban productos desde largas distancias.

Prueba de ello es el hallazgo en el yacimiento de objetos tan exóticos como un báculo y cerrajes de libros irlandeses, una copa de bautismo copta del siglo V procedente de Egipto, y monedas de Rávena, Roma, Bizancio y Arabia.

El báculo, el Buda y la copa copta | foto Berig en Wikimedia Commons

Pero el descubrimiento más notable fue una figura de Buda procedente de la India o del valle bajo del Swat (actual Pakistán), que constituye un hallazgo único en un contexto de la Edad Vikinga nórdica. Se encontró en el grupo de casas identificado con el número 2, durante las excavaciones de julio de 1954.

Es una figurilla de bronce de 8,4 centímetros de alto que representa a Buda sentado en su trono de loto con las piernas cruzadas, el brazo derecho apoyado en la rodilla y el brazo izquierdo ligeramente extendido hacia delante sosteniendo su túnica.

Tiene una marca en la frente (que simboliza el tercer ojo), y las cejas y la boca están engastadas con un metal oscuro, probablemente plata o nielado (plata y plomo fundidos con azufre).

Vista frontal del Buda de Helgö | foto Museo de Historia de Suecia en Wikimedia Commons

Tiene placas cuadradas de bronce en ambos codos, posibles reparaciones realizadas de manera inexperta quizá por artesanos ajenos a la pieza original.

Tiene dos agujeros en la parte trasera que indicarían que originalmente estaba montada sobre algo. En el momento del hallazgo tenía una correa de cuero alrededor del cuello y del brazo derecho, señal de que pudo haber sido llevado como talismán o amuleto por un vikingo.

Se lo ha datado entre los siglos V y VII d.C. y llegó a Helgö mediante el comercio después del año 800, posiblemente a través de la Ruta de la Seda (y la Ruta del Ámbar procedente de Escandinavia) y el Mar Negro.

Se ha especulado que un comerciante vikingo lo obtuvo en las estepas rusas, y volvió a casa recorriendo más de 5.000 kilómetros con el Buda.

Se sabe que procede del norte de la India aunque no se conoce exactamente dónde fue fabricado, siendo las opciones más probables el valle de Cachemira o el valle del Swat. Hoy el Buda de Helgö se expone en el Museo de Historia de Suecia en Estocolmo.


Fuentes

Buddha-figur (Museo de Historia de Suecia) | Yoshitka Takaki, A Dozen articles on Asian Arts | Eleanor Rosamund Barraclough, Beyond the Northlands: Viking Voyages and the Old Norse Sagas | Wikipedia


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