Durante el reinado del emperador Tiberio, en el siglo I d.C., la ciudad de Lutecia (actual París) prosperaba como un enclave galo-romano dedicado al comercio. Sus originales habitantes, la tribu celta de los parisios (de quienes deriva el nombre actual de la capital francesa), eran armadores, navegantes y marineros que recorrían el río Sena y los demás ríos de la Galia comerciando y conectando su ciudad con el resto del mundo antiguo.
Para proteger sus intereses fundaron una corporación o gremio, la Cofradía de los Nautas de Lutecia. Rendían culto a una divinidad protectora de la navegación en el Sena, cuyo nombre galo no se ha conservado y a la que asimilaban a la diosa griega del mar Leucótea, protectora de los marinos y los náufragos.
No eran la única cofradía, pero puede que sí la más acomodada, ya que de sus filas solían elegir a sus patrones el resto de cofradías, como los dendróforos (que hacían las veces de bomberos), los utriculares (transportistas de odres de vino), etc.

Testimonio de la existencia de la cofradía de los Nautas son algunos restos arqueológicos encontrados, principalmente estatuillas votivas. Pero el más importante de todos los objetos que los documentan es el Pilar de los Nautas.
Se trata de una columna pilar monumental de 5,24 metros de altura, 91 centímetros de ancho en la base y 74 centímetros en la parte superior, que se encontró en los cimientos de la catedral de Notre-Dame de París el 6 de marzo de 1710, durante la construcción de una cripta.
Estaba compuesta de un pedestal y cuatro bloques o altares cúbicos de piedra, y había sido erigida en el siglo I d.C. por los Nautas de Lutecia en honor de Júpiter, probablemente en un santuario o templo. Cada uno de los bloques está decorado con bajorrelieves que representan diferentes escenas, así como deidades galas y romanas. Uno de los bloques tiene una dedicatoria al emperador Tiberio:
A Tiberio César Augusto, a Júpiter Óptimo Máximo, los nautas del territorio de los parisii, han erigido públicamente (esta estela)

Esta inscripción demuestra que los Nautas tenían una caja monetaria común, y por tanto personalidad jurídica, lo que los convierte en la primera sociedad documentada en la ciudad de París.
Aunque el orden de los bloques, de arriba a abajo, se puede deducir por el tamaño de los mismos, su disposición es desconocida (hay hasta 64 posibilidades, según el orden de rotación).
Un indicio del poder que habrían tenido los Nautas puede deducirse de uno de los bajorrelieves del pilar, en el que se les ve desfilando con escudos y lanzas, un privilegio excepcional concedido por los romanos menos de medio siglo después de la conquista de la Galia.

Peter Scherrer opina que los Nautas, como tropas auxiliares locales del imperio Romano, erigieron la estela en relación con las campañas de Germánico hacia el año 16 d.C. E interpreta al grupo de figuras con togas del tercer bloque como representantes de Roma que confieren derechos cívicos a los veteranos de los Nautas que habían participado en las campañas de Druso, el padre de Germánico.
Los demás bajorrelieves muestran a las deidades romanas: Júpiter portando el rayo y acompañado por un águila, a Marte armado y con el paludamentum (capa militar romana) sobre el brazo, a Vulcano, Mercurio, Fortuna, Venus, Cástor y Pólux. Y a las dedidades galas: Esus (una divinidad de la naturaleza) talando un árbol, Smertrios (dios de la guerra equivalente a Marte), Tarvos Trigaranus (un dios representado por un toro, del que se conoce muy poco) y Cernunnos (el dios con cuernos relacionado con la fertilidad y la regeneración).

Es precisamente este pilar el único rastro arqueológico que registra el nombre del dios Cernunnos, donde se le representa como un viejo calvo con barba, orejas de ciervo y sendos cuernos de los que penden torques. Otra representación de este dios, donde sin embargo no se menciona su nombre, aparece en el Caldero de Gundestrup encontrado en Dinamarca en 1891 y que está datado en siglo II a.C.
Se trata del monumento nativo más antiguo de la ciudad de París así como de una de las primeras piezas de arte galorromano que lleva una inscripción, realizado, según la historiadora Anne Lombard-Jourdan, para demostrar a los romanos que aceptaban su religión, sin dejar de afirmar su lealtad a los cultos indígenas representados por los dioses galos.
Es significativo que la construcción del pilar fue contemporánea de la prohibición de las reuniones de druidas, y que, según Lombard-Jourdan, al dar una figura humana a los dioses galos, los Nautas contribuyeron a desprestigiar la posición de los druidas como intermediarios entre los dioses y los hombres.

En algún momento del siglo III d.C. los bloques de piedra que formaban el pilar se partieron, se separaron y fueron utilizados para reforzar los cimientos de los muros de la ribera del Sena. Poco a poco las orillas de la Isla de la Cité, donde estaba el asentamiento galo-romano, se fueron ampliando de tal manera que los muelles del siglo III d.C. están ahora a una docena de metros de las orillas del río.
En el año 528 d.C. se fundó, en el lugar donde estaba el antiguo templo en el que se encontraba el pilar, la catedral de San Esteban de París, y sobre sus ruinas se levantó a partir de 1163 la de Notre-Dame. Por eso el pilar apareció bajo la catedral, donde estarían también los restos del antiguo muro.
Tras el descubrimiento de los bloques del pilar (salvo las mitades inferiores de tres de los bloques, que nunca aparecieron), éstos se llevaron al Hotel de Cluny, un edificio eclesiástico medieval que se había levantado sobre los restos de las termas romanas del siglo II. Posteriormente este edificio se convirtió en el Museo de Cluny, y posteriormente en el Museo Nacional de la Edad Media.

En el año 2001 se restauraron los bloques eliminando la pátina negra de suciedad que habían ido acumulando durante los tres siglos posteriores a su descubrimiento, y hoy se exponen en el frigidarium de las Termas de Cluny.
Fuentes
Bober, P. F. (1951). Cernunnos: Origin and Transformation of a Celtic Divinity. American Journal of Archaeology, 55(1), 13–51. doi.org/10.2307/501179 | Hélène Walter, ed., La sculpture d’époque romaine dans le nord, dans l’est des Gaules et dans les régions avoisinantes | Le pilier des Nautes (Panorama de l’art) | Florence Saragoza, Le pilier des nautes | Le pilier des navtes de Lvtece | Anne Lombard-Jourdan, Montjoie et Saint Denis: le centre de la Gaule aux origines de Paris et de Saint-Denis | Wikipedia
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