Los británicos del Neolítico Temprano trasladaban cristales de roca raros a largas distancias y los utilizaban para marcar sus lugares de enterramiento, según una nueva e innovadora investigación arqueológica.

En los yacimientos prehistóricos de las Islas Británicas se han encontrado ocasionalmente indicios del uso del cristal de roca -un tipo raro de cuarzo perfectamente transparente que se forma en grandes gemas hexagonales-, pero hasta ahora se había investigado muy poco sobre cómo se utilizaba este material y su posible significado.

Un grupo de arqueólogos de la Universidad de Manchester trabajó con expertos de la Universidad de Cardiff y del Consejo del Condado de Herefordshire en una excavación en Dorstone Hill, en Herefordshire, a una milla al sur de otra excavación en Arthur’s Stone. Allí estudiaron un complejo de salas de madera, túmulos y recintos funerarios de 6.000 años de antigüedad del Neolítico Temprano, época en la que la agricultura llegó a Gran Bretaña por primera vez.

Ejemplos de piezas de mayor tamaño dentro del conjunto de Dorstone Hill, incluyendo núcleos y piezas que presentan bordes de cristal | foto N. Overton et al.

Además de una serie de artefactos como cerámica, utensilios de piedra y huesos incinerados, descubrieron cristal de roca que había sido tallado como el sílex en el yacimiento, pero que, a diferencia de éste, no se había convertido en herramientas como puntas de flecha o raspadores, sino que los trozos se recogían intencionadamente y se depositaban en los túmulos. Los expertos afirman que el material se depositó en el yacimiento a lo largo de muchas generaciones, posiblemente hasta 300 años.

Sólo en unos pocos lugares de las Islas Británicas se han producido cristales puros lo suficientemente grandes como el material de Dorstone Hill, siendo los más cercanos Snowdonia, en el norte de Gales, y St David’s Head, en el suroeste de Gales; esto significa que los antiguos británicos debieron transportar el material a través de grandes distancias para llegar al lugar.

Por ello, los investigadores especulan con la posibilidad de que el material haya sido utilizado por la gente para demostrar su identidad local y sus conexiones con otros lugares de las Islas Británicas.

Espécimen #017, que muestra las cualidades de refracción de una pequeña estructura interna dentro del cristal | foto N. Overton et al.

Fue muy emocionante encontrar el cristal porque es excepcionalmente raro; en una época anterior al vidrio, estos trozos de material sólido perfectamente transparente debían ser realmente distintivos, dijo el investigador principal, Nick Overton. Me interesaba mucho descubrir de dónde procedía el material y cómo la gente podría haberlo trabajado y utilizado.

Los cristales habrían tenido un aspecto muy inusual en comparación con otras piedras que utilizaban, y son extremadamente distintivos, ya que emiten luz cuando se golpean o se frotan y producen pequeñas manchas de arco iris; sostenemos que su uso habría creado momentos memorables que unieron a los individuos, forjaron identidades locales y conectaron a los vivos con los muertos con cuyos restos fueron depositados.

Los investigadores planean estudiar los materiales encontrados en otros yacimientos para descubrir si la gente trabajaba con este material de forma similar, con el fin de descubrir conexiones y tradiciones locales. También pretenden examinar la composición química del cristal para averiguar si pueden localizar su origen específico.


Fuentes

The University of Manchester | Overton, N., Healey, E., Garcia Rovira, I., Thomas, J., Birchenall, J., Challinor, D., Ray, K. (2022). Not All That Glitters is Gold? Rock Crystal in the Early British Neolithic at Dorstone Hill, Herefordshire, and the Wider British and Irish Context. Cambridge Archaeological Journal, 1-20. doi:10.1017/S0959774322000142


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