Parece algo que solo podríamos encontrar en una película de ficción o de terror, un animal que no posee una boca con la que alimentarse o que está completamente sellada abocándolo a un final inevitable tras apenas 5 días de vida.

Pero existe y además se trata de la mariposa más grande del mundo, la Attacus Atlas, que habita en los bosques tropicales del sureste de Asia, el archipiélago de Malasia, Indonesia y Borneo. Se la llama Atlas por el titán de la mitología griega y por su gran tamaño.

En algunos lugares de China se la denomina mariposa cabeza de serpiente, porque el final de sus alas se asemeja precisamente a una cabeza de serpiente, en un perfecto y espectacular ejemplo de mimetismo, un mecanismo evolutivo por el que algunas especies pueden aparentar ser otro animal con fines defensivos.

En la imagen se aprecia el tamaño de la Attacus atlas sobre una mano humana | foto Maghdp en Wikimedia Commons

La Attacus Atlas solo se alimenta mientras es una larva, luego una vez que se convierte en mariposa carece de cavidad bucal y su único objetivo es reproducirse, labor a la que se dedica nada más nacer.

En algunos lugares se aprovecha la seda que produce, de color oscuro y parecida a la lana, por su gran durabilidad. Pero no se explota comercialmente debido a que, a diferencia de la producida por los gusanos de seda, la de las Attacus se segrega en forma de hebras rotas.

Las alas de la Attacus atlas finalizan en lo que parece una cabeza de serpiente | foto Jaroslaw Piotrowski en Wikimedia Commons

Su cuerpo es desproporcionadamente pequeño en comparación con sus alas, que alcanzan una envergadura de hasta 24 centímetros. En esto solo la supera la Mariposa Emperador (Thysania agrippina) que habita en buena parte de América central y del sur. Pero la Attacus tiene más superficie alar, que llega hasta los 400 centímetros cuadrados.

La parte superior de las alas es de color marrón rojizo con un patrón de líneas negras, blancas, rosas y púrpuras. La parte inferior es más pálida. El extremo de las alas, con el mencionado mimetismo que asemeja la cabeza de una serpiente, sirve para alejar a las aves de las zonas de larvas, que son sus principales predadores.

Cuando se ve amenazada, la Attacus se tira al suelo y se retuerce, agitando lentamente las alas para imitar los movimientos de la cabeza y el cuello de las serpientes y ahuyentar a los depredadores

Katie Pavid, Museo de Historia Natural de Londres
Otra imagen de una Attacus Atlas | foto Thomas Bresson en Flickr

Dado que no come, aprovechando únicamente el almacenamiento de grasa acumulado durante la fase larvaria, procura ahorrar energía volando lo menos posible. Cada vuelo requiere energía y puede restar días a su ya corta vida. Además son voladoras muy débiles e inseguras, debido a su peso y por ello descansan durante el día y solo vuelan por la noche.

La Attacus Atlas (al igual que la mencionada Thysania agrippina) es una heterócera, un grupo de lepidópteros a los que a veces se denomina polillas, pero que son mariposas nocturnas. Solo son polillas aquellas cuyas larvas se alimentan de fibras textiles o alimentos almacenados, y las larvas de la Attacus comen hojas de cítricos, canela, guayaba y árboles de hoja perenne.


Fuentes

Book of Insect Records (University of Florida) | Natural History Museum (London) | Philip Henry Gosse, The Great Atlas Moth of Asia. (Attacus Atlas, Linn.) | Wikipedia


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