La misión arqueológica conjunta egipcio-alemana que trabaja en el Templo de Esna logró revelar las inscripciones, imágenes y colores en los techos y paredes del templo, después de completar su trabajo de limpieza dentro del proyecto de restauración del templo.

Mustafa Waziri, secretario general del Consejo Supremo de Antigüedades, explicó que los trabajos dieron como resultado la recuperación de las inscripciones y colores brillantes originales de la decoración ubicada debajo del techo medio sobre la entrada al templo, a una altura de unos 14 metros.

El templo de Esna, que data de época ptolemaica, estaba dedicado a la tríada de Jnum (el dios creador del huevo primordial de donde surgió la luz que dio vida al mundo) y sus consortes Neit y Satis, así como a su hijo Heka.

El templo de Esna | foto John Campana en Wikimedia Commons

Según las inscripciones grabadas en las paredes del templo, todos los que entraban en él debían cortarse las uñas de las manos y los pies, rasurarse todo el vello corporal, lavarse las manos con natrón (una sal de origen natural) e ir vestidos de lino (la lana estaba prohibida), además de haberse abstenido de tener relaciones durante varios días antes.

El templo de Jnum destaca por la belleza de su emplazamiento y la magnificencia de su arquitectura, construido con piedra arenisca roja. Su pórtico constaba de seis filas de cuatro columnas cada una, con capiteles de hojas de loto, todas ellas diferentes entre sí.

Foto Ministry of Tourism and Antiquities of Egypt

Los trabajos revelaron una pintura que hasta ahora no había aparecido en ninguna publicación científica, ni tampoco en el registro de inscripciones realizado por el egiptólogo Serge Sonron entre 1963 y 1975. Representa 46 buitres en fila, 24 representando a Nejbet (la diosa protectora del Alto Egipto) y 22 con cabeza de cobra representando a Uadyet (la diosa del Bajo Egipto).

El Dr. Hisham El-Leithi, jefe de la Administración Central para el Registro de Antigüedades Egipcias y jefe de la misión arqueológica del lado egipcio, agregó que las coloridas inscripciones del templo habían sufrido en los últimos siglos por la acumulación de gruesas capas de hollín, polvo y suciedad, además de restos de pájaros y murciélagos, nidos de arañas, así como calcificaciones de sal, que fueron acumulándose casi 2000 años.

Ello hizo necesaria la elaboración de un proyecto de restauración y limpieza del templo para preservar y recuperar sus inscripciones únicas, y para preservar un monumento único de la época ptolemaica y romana, para el que se contó con fondos del Centro de Investigación Estadounidense en Egipto.

Foto Ministry of Tourism and Antiquities of Egypt

Por su parte, Ahmed Imam, director del equipo de restauración, dijo que mientras limpiaban el friso del muro occidental en el eje del templo, el equipo de restauración encontró una inscripción griega hecha con tinta roja que estaba completamente cubierta de hollín negro, y que no se conocía hasta ahora.

Los análisis iniciales de este texto sugieren que se remonta a la época del emperador Domiciano (81-96 d.C.), ya que la inscripción registra el día y el undécimo mes de los antiguos calendarios egipcio y copto (EPIPHI 5), lo que corresponde probablemente a la época en que se terminó el templo.

La inscripción mas tardía encontrada en el templo data de la época del emperador Decio, entre los años 249 y 251 d.C.

La nueva inscripción descubierta | Foto Ministry of Tourism and Antiquities of Egypt

Fuentes

Ministry of Tourism and Antiquities of Egypt | Wikipedia


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