En 1878 el arqueólogo iraquí Hormuzd Rassam descubrió, a unos 25 kilómetros al sudeste de Mosul, los restos de una ciudad junto a la aldea de Balawat. Resultó ser la antigua Imgur-Enlil (cuyo significado literal es Enlil nos favoreció) neoasiria fundada por Asurnasirpal II durante su reinado, entre 858 y 824 a.C.

La construcción de la ciudad fue continuada por su hijo y prosperó durante casi dos siglos hasta la caída del imperio neoasirio entre 614 y 609 a.C., cuando fue destruida por medos, escitas y babilonios. Hormuzd la excavó hasta 1882 y después quedaría olvidada hasta que Max Mallowan retomó los trabajos para la Escuela de Arqueología Británica en Iraq en 1956.

Las excavaciones sacaron a la luz una gran ciudad amurallada de unas 64 hectáreas de extensión, de planta cuadrada y unos 800 metros por cada lado, que albergaba numerosos palacios y templos. Y también unas grandes bandas de bronce con relieves que habían estado colocadas en unas enormes puertas de madera.

Réplica de las puertas con las bandas de bronce originales, del palacio de Salmanasar, en el Museo Británico | foto Osama Shukir Muhammed Amin FRCP(Glasg) en Wikimedia Commons

Junto a ellas se encontraron dos tablillas de mármol con inscripciones de Asurnasirpal II, que describían la fundación de un templo con puertas de bronce dedicado a Mamu, la diosa asiria de los sueños: lo hice porque quería construir un templo para la diosa Mamu, que debía estar en las inmediaciones de mi palacio real.

Aunque las puertas ya no estaban, por haberse descompuesto la madera, los arqueólogos estimaron que debieron tener una altura de unos 6 metros y una anchura de 2 (cada hoja). Las bandas de bronce habían estado sujetas a ellas mediante clavos. Según el arqueólogo D.J. Tucker, que realizó investigaciones en el yacimiento a finales de la década de 1980, el descubrimiento de las puertas no tiene parangón en cuanto a escala, incluso hasta el día de hoy.

Réplica de las puertas en el Museo de Estambul | foto oncenawhile en Wikimedia Commons

Los bajorrelieves cincelados en las bandas de bronce representan escenas de sacrificios, tributos y campañas militares de Salmanasar III, e incluyen las primeras representaciones de elementos naturales y paisajísticos, como árboles y montañas, del arte asirio.

También se encontraron otros dos juegos de bandas de bronce, de puertas procedentes del palacio de Salmanasar y de un tercer palacio o templo. Inscripciones contemporáneas sugieren que las puertas estaban hechas de madera de cedro, y no tenían bisagras pues se abrían girando enormes pilares de pino decorados con bronce sobre unos zócalos de piedra.

Las bandas de bronce de las puertas del templo de Mamu (descubiertas por Mallowan en 1956) se conservan en el museo de Mosul, mientras que la mayor parte del resto (encontradas por Rassam en 1878) están en el Museo Británico, donde se pueden contemplar junto con una reproducción hipotética de las puertas originales del palacio de Salmanasar. También hay fragmentos de los relieves en el Museo Arqueológico de Estambul.

Otra de las bandas de bronce, en el Museo de Estambul | foto Osama Shukir Muhammed Amin FRCP(Glasg) en Wikimedia Commons

Cada puerta del palacio de Salmanasar llevaba ocho bandas de bronce en su cara exterior. La gran variedad de sus imágenes ha permitido a los investigadores conocer mejor la vida y la tecnología del imperio neoasirio, gracias en parte a que también se incluyen inscripciones descriptivas.

En ellas se cuenta cómo en el año 852 a.C. el rey Salmanasar III descubrió el nacimiento del río Tigris. También se representa a obreros tallando la piedra para crear representaciones del rey.

Según Tucker las bandas son extraordinarias en su representación de detalles en campañas llenas de acción de lugares tan lejanos como Babilonia, Tiro y las tierras altas de Anatolia.

Otro fragmento de los relieves en bronce, en el Museo de Estambul | foto Osama Shukir Muhammed Amin FRCP(Glasg) en Wikimedia Commons

Las puertas ilustran treinta y cuatro ciudades fortificadas de las cuales dieciocho están sometidas a asaltos, doce están sujetas a tributo y las cuatro restantes están bajo control asirio.

Los diferentes registros horizontales esculpidos en las placas del palacio representan cada uno una campaña diferente, acompañada de una leyenda, siguiendo un esquema similar que comienza con la salida de las tropas del campamento seguida de la batalla, la toma de la ciudad enemiga, la deportación de los vencidos y, finalmente, la celebración de la victoria mediante ofrendas a los dioses y estelas de la victoria.

Tanto el estilo como el tema de estas escenas recuerdan a los bajorrelieves del anterior palacio real de Kalkhu (Nimrud), o a los tallados en el obelisco negro de Salmanasar, que es contemporáneo de las puertas.


Fuentes

D.J. Tucker, Representations of Imgur-Enlil on the Balawat Gates, Iraq vol. 56 (1994), pp. 107-116, doi.org/10.2307/4200388 | Melville, S. C. (2009). Review of The Balawat Gates of Ashurnasirpal II, by J. E. Curtis & N. Tallis. Journal of the American Oriental Society, 129(3), 552–554. jstor.org/stable/20789447 | Eckhard Unger, Zum Bronzetor von Balawat, Beiträge zur Erklärung und Deutung der assyrischen Inschriften und Reliefs Salmanassars III | Wikipedia


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