Cuando en el año 449 a.C. murió Cimón, que era hijo de Milciades (el vencedor de Maratón), comandante de la flota y líder de la aristocracia ateniense, sus partidarios políticos tuvieron que buscar un sustituto que fuera capaz de enfrentarse a Pericles, el jefe del partido popular y democrático que gobernaba Atenas prácticamente sin oposición desde 461 a.C.

El elegido fue Tucídides, otro aristócrata cuya familia estaba emparentada con la de Cimón, de quien parece que era cuñado, y a quien no hay que confundir con el famoso historiador del mismo nombre. Procedía del demo de Alopece, situado al este de la ciudad y fuera de las murallas de Atenas, donde quizá nació aunque se desconoce la fecha exacta.

Fue designado porque los aristócratas necesitaban a alguien que mantuviera el equilibrio con Pericles y disminuyera su poder, para que no se convirtiese, según temían, en una monarquía, tal y como cuenta Plutarco.

Los aristócratas, viendo ya a Pericles engrandecido y tan preferido a los demás ciudadanos, quisieron contraponerle alguno de su partido en la ciudad, y debilitar su poder para que no fuese absolutamente, de un monarca; y con la mira de que le resistiese, echaron mano de Tucídides, de la tribu Alopecia, hombre prudente y cuñado de Cimón. Era, sí, menos guerrero que éste; pero le aventajaba en el decir y en el manejo de los negocios; así contendía en la tribuna con Pericles, y bien pronto produjo una división en el gobierno

Plutarco, Vida de Pericles 11
Discurso fúnebre de Pericles, cuadro de Philipp Foltz (1877) / foto dominio público en Wikimedia Commons

Según Plutarco, Tucídides era inferior a Cimón en cuanto a talento militar, pero lo superaba en táctica política. Otra ventaja de Tucídides es que estaba constantemente presente en Atenas y no tenía, como Cimón, ambiciones militares.

Aunque al referirnos a la política ateniense de esa época hablamos de partidos, en realidad no es más que una convención para entendernos, pues no existían partidos políticos como tales. Había facciones más o menos definidas, pero cuyas líneas ideológicas eran bastante difusas.

Hasta ahora hemos utilizado el término partido para describir los grupos políticos en Atenas, pero debe quedar claro que se utiliza de forma imprecisa a falta de una descripción más precisa. La organización política en función de los partidos era muy escasa. Incluso después de las reformas de Clístenes, la vieja política de las grandes familias y sus clientes había continuado. Las reformas de Efialtes, sin duda, habían cristalizado la vida política a lo largo de las líneas ideológicas, y tal vez a lo largo de la clase, por un tiempo, pero la moderación de Pericles y la cooperación de Cimón habían ayudado a difuminarlas de nuevo

Donald Kagan, The Outbreak of the Peloponnesian War, p.135
La colina del Pnyx, donde se reunía la asamblea de Atenas, vista desde la Acrópolis | foto Peulle en Wikimedia Commons

Por ello los ciudadanos que acudían a la asamblea, aproximadamente unos 6.000 en los momentos álgidos de la democracia ateniense, se mezclaban en ella sin tener en cuenta sus ideas, fidelidades o adscripciones. Tucídides se dio cuenta de que aquello restaba fuerza a su facción, y mandó que los aristócratas y partidarios de la oligarquía se mantuvieran juntos y separados del resto.

no permitió que los hombres llamados kaloi kagathoi (aristócratas) se dispersaran y se mezclaran con el pueblo como antes, eclipsando su mérito por el número, sino que, seleccionándolos por separado y reuniéndolos en un solo cuerpo, hizo que el poder de todos ellos pesara, como un contrapeso en una balanza

Plutarco, Vida de Pericles 11

De ese modo inventó una táctica política que hoy tiene continuidad en el parlamentarismo moderno, donde los miembros de un partido político se sientan juntos formando grupo (ya vimos como sentarse a derecha o izquierda de la presidencia tiene su origen más tarde, en los inicios de la Revolución Francesa). De ese modo consiguió, por una parte un efecto visual de gran fuerza, y por otro una organización eficaz del poder de su facción política.

Esto fue una invención de Tucídides. La política de partidos en Atenas estaba tan poco desarrollada que hasta ese momento los grupos políticos ni siquiera se sentaban juntos en las reuniones de la asamblea. Tucídides cambió esta situación…Esta organización no sólo fue eficaz en sí misma, sino que también fue valiosa para sacar a la luz el carácter conglomerado del apoyo político de Pericles. El matrimonio entre los liberales pericleanos y los conservadores cimonianos era de conveniencia, y quedaban muchas diferencias que Pericles hubiera preferido dejar en la oscuridad. La nueva organización política, con su política de oposición concertada, dificultaba la ambigüedad

Donald Kagan, The Outbreak of the Peloponnesian War, p.136
Una sesión en el Congreso de los Diputados | foto Presidencia de la República Mexicana en Wikimedia Commons – Flickr

A pesar de todo Tucídides no pudo igualar a Pericles, ni en elocuencia ni en habilidad política y acabó siendo condenado al ostracismo y desterrado por la Asamblea durante diez años en 442 a.C. Según una alusión del comediógrafo Aristófanes, parece que eso le produjo una crisis nerviosa que le impidió pronunciar palabra durante algún tiempo.

Según la Vida de Tucídides, una biografía escrita ya en la Antigüedad por un autor anónimo y que parece confundir y mezclar las vidas del político y del historiador del mismo nombre, tras su destierro pudo ir a Turios, en el sur de la península Itálica. Turios era la ciudad de Síbaris, destruida por Crotona, que los atenienses habían ayudado a reconstruir en otro emplazamiento. Allí pudo coincidir con el historiador Heródoto, que acabó sus días en esa ciudad.

Se desconoce si pudo regresar a Atenas o falleció en el exilio. Algunas fuentes indican que pudo volver y participó como estratego en la Guerra de Samos en 440 a.C., comandando la flota junto a Pericles, Hagnón y Formión. Si así fuera su destierro apenas habría durado dos años. Pero lo más probable es que aquí la historia se mezcle, una vez más, con la de su homónimo historiador, que fue también comandante de la flota.

Otras fuentes dicen que estuvo en la isla de Egina, donde perpetró oscuros negocios financieros. Pero nada de todo ello puede ser confirmado. Por el contrario, la táctica política que ideó sigue utilizándose en casi todo el mundo, con mayor o menor fortuna.


Fuentes

Plutarco, Vida de Pericles | Donald Kagan, The Outbreak of the Peloponnesian War | Ian Plant, The Anonymous “Life” of Thucydides | Wikipedia


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