Ya estamos en primavera, lo que significa que el buen tiempo viene para quedarse unos cuantos meses, enlazando con el verano. Es el momento ideal para renovar juguetes y accesorios en tiendas de confianza y a buen precio, como Barakaldo Vet Shop, y disfrutar al aire libre con esos amigos tan especiales de cuatro patas, sobre todo este 2022 en el que parecen ir quedando atrás los problemas sanitarios de los últimos dos años y podremos tener disponibles de nuevo las playas para perros. Sí, aunque alguno no lo sepa, la prohibición estival de acceso de mascotas a las playas que dicta la Ley de Costas tiene excepciones para satisfacer a todos, por lo que ya se pueden encontrar sitios pet friendly en casi todas las comunidades autónomas litorales españolas.

Lógicamente, la costa mediterránea se lleva la palma en número; sobre todo Cataluña, con veintidós. La Comunidad Valenciana y Andalucía tienen diecisiete (si bien se valora aumentarlas para el verano) y dieciséis respectivamente, mientras que Baleares dispone de nueve y Murcia de siete. En cuanto al norte, en Galicia se pueden contar once, aunque es posible que para el verano haya un par más; Asturias ofrece cuatro y Cantabria ocho. Finalmente, en Canarias hay otras ocho.

No es oro todo lo que reluce, puesto que esas playas tienen sus limitaciones: unas sólo abren fuera de la temporada de baño; otras no son de arena sino de piedras; algunas permiten bañarse a los perros, pero no a las personas; la mayoría son de difícil acceso y, por tanto, carecen de servicios; y no faltan aquellas de horario limitado y obligación de llevar al perro con correa. No obstante, viendo el vaso medio lleno, es inevitable valorar que poco a poco se va progresando y la situación actual es mucho mejor que antes. Incluso hay buenas playas turísticas en las que se ha acotado un área para perros.

Vamos a hacer una pequeña selección de diez de las mejores playas para perros de España. Eso sí, como todas las listas de este tipo, es subjetiva y probablemente incompleta. Sirva únicamente como referencia básica orientativa, con ejemplos en el Mediterráneo, el Atlántico y el Cantábrico.

1. La Rubina (Gerona)

Es justo empezar por ésta, que fue la primera laya para perros de España. Se encuentra en Ampurias, en plena Costa Brava, pero lejos de los núcleos urbanos. Son mil ochocientos metros tapizados por dunas de arena fina -hay pasarelas para no estropearlas-, en los que las mascotas han de compartir espacio (en un extremo) con los practicantes de kitesurf; o viceversa. Abre todo el año.

2. La Balsa de la Arena (Tarragona)

La Platja Bassa d’Arena está asomada al Delta del Ebro y mide un par de kilómetros, aunque tiene una franja de medio kilómetro, la de Riumar, habilitada para canes. De hecho, los amantes de éstos suelen otorgarle buena valoración porque, además del espacio, el aislamiento y la escasa ocupación -incluso en temporada alta-, el oleaje es suave.

3. Caleta dels Gossets (Alicante)

Esta pequeña playa (dos centenares y medio de metros) del alicantino cabo Santa Pola, que goza de protección oficial, también figura entre las aplaudidas. Por eso está en estudio ampliar la zona a la playa contigua. Hay equipamientos básicos y hasta un chiringuito en verano. Ojo, únicamente se admiten dos perros por persona.

4. Playa de Pinedo (Valencia)

Abre de junio a mediados de septiembre y, como en el caso anterior, pese a que los perros no pueden entrar más que en verano, la buena recepción de los usuarios ha motivado que el ayuntamiento planee su extensión. Bautizada como PlatjaCan por motivos obvios -aunque también tiene una zona nudista-, cuenta con infraestructuras y accesos en transporte público.

5. Torre del Mar (Málaga)

Situada en Vélez-Málaga, no sólo es amplia -un par de kilómetros- y tiene tanto la Q de calidad como la Bandera Azul, sino que también está considerada la mejor playa canina de toda Andalucía, de ahí que se haya bautizado así el tramo acotado ad hoc de El Mortero (en el margen izquierdo del río de Vélez). Ayuda, quizá, el ser urbana y contar con un bello paseo marítimo, al igual que estar abierta todo el año y ofrecer incluso servicios para las mascotas: bebedero, pipican, ducha y hasta un parque de juegos.

6. El Castillo (Málaga)

Esta playa de Fuengirola también figura entre las más apreciadas, pese a que la parte destinada a perros tiene dimensiones modestas (un área delimitada de cincuenta metros, del total de dos kilómetros de longitud). Arena fina y la elegante silueta del Castillo de Sohail, que da nombre al lugar, completan el cuadro.

7. Valdearenas (Córdoba)

Para ser exactos se encuentra en Iznájar, a un kilómetro más o menos de la ciudad cordobesa, en un entorno de gran belleza del que kilómetro y medio corresponde a un arenal en torno a un embalse (la provincia no tiene costa marítima). Es el llamado Lago de Andalucía, de agua dulce, rico en fauna avícola y piscícola por su proximidad al Paraje Natural de Valdearenas. Como es frecuente en los casos playeros, hay que llevar la documentación del animal en regla y ubicarse en las dos zonas para mascotas (en cada extremo).

8. Las Moreras (Murcia)

Los aproximadamente quinientos metros de la playa de Las Moreras están formados por gruesa arena dorada, en el entorno semiurbano de Mazarrón. Abre todo el año y rigen las normas habituales: bozal y correa si el perro es potencialmente peligroso, recoger sus excrementos, tener la documentación y las vacunas al día, y no molestar al resto de usuarios.

9. Playa de Cesantes (Pontevedra)

Conocida también como playa de La Punta, está formada por un arenal de dos kilómetros situado en la espléndida Ensenada de San Simón, en Redondela, del que ciento cincuenta metros de su zona central están habilitados para perros, sumándosele la pequeña cala de Chapela, entre dos puertos deportivos (con el problema de que desaparece con marea alta).

10. El Sablón (Asturias)

Aunque también hay una playa con el mismo nombre en la muy turística localidad de Llanes, la que nos ocupa es otra del concejo de Castrillón que, en realidad, forma parte del llamado Playón de Bayas, que encima se prolonga con la vecina playa de Los Quebrantos en un arenal continuo de tres kilómetros. En tanto espacio, los nudistas tienen su rincón (Los Requexinos) y las mascotas el suyo: precisamente el extremo occidental, que conecta con Los Quebrantos, al que se han incorporado equipamientos específicos.


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