En el artículo que le dedicamos a las estatuas prehistóricas de Ain Ghazal decíamos que tenían 10.000 años, ya que se las ha datado entre 7200 y 6500 a.C. Pero aun así, no son las estatuas antropomorfas de dimensiones casi naturales más antiguas, ya que ese honor lo tiene el llamado Hombre de Urfa.
Esta escultura, a la que también se conoce como gigante de Balıklıgöl por el lugar donde se encontró en 1993 en el sureste de la actual Turquía, cerca de la localidad de Sanliurfa (la antigua Edesa), está datada hacia el año 9000 a.C., en la época del Neolítico precerámico.
Apareció durante las obras de construcción de una carretera en el distrito de Yeni Mahalle, al norte de Balıklıgöl, aunque por desgracia no se registró el lugar exacto del hallazgo. En el momento del descubrimiento estaba rota en cuatro trozos, aunque no está claro si fue a causa de las obras o ya se encontraba en ese estado.
Es contemporánea de Göbekli Tepe, cuyo yacimiento también está muy cerca de Sanliurfa, a unos 15 kilómetros al nordeste de la ciudad y a solo 10 del lugar del descubrimiento de la estatua, y con cuya cultura los expertos creen que está relacionada. De hecho, el yacimiento en el que se encontró quedó destruido en gran parte, pero se sabe que presentaba un pequeño pilar en forma de T similar a los de la capa II de Göbekli Tepe.
Es casi de tamaño natural ya que mide 1,90 metros de altura, está hecha de piedra arenisca de color claro y representa a una persona erguida con las manos unidas sosteniendo o cubriendo algo (que algunos creen son sus propios atributos). La estatua queda cortada apenas por debajo de las manos, con lo que las piernas y pies no se representan, reposando sobre un bloque de piedra sin tallar que originalmente estaba enterrado y servía para mantenerla de pie.
El rostro presenta dos cavidades profundas en las que se incrustaban piedras de obsidiana negra para simular los ojos, y una acentuada nariz. Parece no tener boca, aunque algunos opinan que quedan restos de lo que parece ser una boca abierta que muestra unos dientes afilados.
Una especie de collar doble en forma de V le cuelga del cuello (un motivo similar al encontrado en otros yacimientos como Göbekli Tepe), mientras que los brazos están ligeramente separados del cuerpo.
Se desconoce si la estatua representa a una deidad, a un sacerdote o un rey, o tiene algún otro significado. En Göbekli Tepe se han encontrado algunas cabezas parecidas a las del Hombre de Urfa, que probablemente formaban parte de estatuas similares.
En estos casos las cabezas parecen haber sido cortadas intencionadamente de las esculturas, y depositadas junto a los pilares. Parecen haber formado parte de un complejo sistema jerárquico de imaginería directamente relacionado con las funciones de los recintos circulares.
El Hombre de Urfa, que se expone en el Museo Arqueológico de Sanliurfa, está considerada la escultura humana naturalista de gran tamaño más antigua encontrada hasta ahora.
Esculturas más pequeñas, de apenas unos pocos centímetros de altura, pero mucho más antiguas, han sido encontradas en diferentes lugares de Europa, como el Hombre León de Ulm (datado hacia 40.000 a.C.), la Venus de Dolni Věstonice (hacia 30.000 a.C.), la Venus de Willendorf (hacia 25.000 a.C.) o la Venus de Brassempouy (hacia 25.000 a.C.).
Fuentes
D. T. Potts, ed., A Companion to the Archaeology of the Ancient Near East | Richard J. Chacon, Rubén G. Mendoza, eds., Feast, Famine or Fighting?: Multiple Pathways to Social Complexity | Çelik, Bahattin, Şanlıurfa – Yeni Mahalle Höyüğü in the Light of Novel C14 Analysis | The ‘Urfa Man’ (The Tepe Telegrams) | Colin Renfrew, Michael J. Boyd, Iain Morley, eds., Death Rituals and Social Order in the Ancient World | Wikipedia
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