Acaban de concluir las excavaciones arqueológicas en la acrópolis de Elea-Velia (Campania, Italia) que se están llevando a cabo desde el pasado mes de julio. Los resultados de la investigación arrojan luz sobre las fases más antiguas e incompletas de la vida de la ciudad, que fue fundada hacia el 540 a.C. por colonos griegos focenses procedentes de Asia Menor que huían de los persas.

Las investigaciones arqueológicas, planificadas bajo la dirección de Gabriel Zuchtriegel, incluían la realización de sondeos, localizados en diferentes puntos de la Acrópolis, y respondían a dos importantes objetivos: conocer la organización inicial de la Acrópolis de Velia y resolver problemas de cronología de las principales estructuras sagradas de la ciudad.

Sobre la base de investigaciones arqueológicas anteriores, iniciadas en los años veinte y continuadas de forma discontinua hasta los años noventa, se planteó la hipótesis de la existencia de una estructura sagrada arcaica anterior al templo principal de la Acrópolis de Velia, aunque con fuertes dudas. En particular, se pensaba que estaba situada en la terraza más alta del extremo occidental de la Acrópolis.

Vista de la acrópolis de Velia | foto Parco Archeologico Paestum e Velia

Las excavaciones recientes no sólo han confirmado la existencia de un edificio sagrado, sino que también han aclarado su ubicación, disposición, cronología y relación con estructuras más recientes. De hecho, los arqueólogos del Parque Arqueológico de Paestum y Velia han sacado a la luz restos de muros de ladrillos sin cocer, enlucidos y cimentados sobre zócalos de bloques colocados uno al lado del otro en forma poligonal, una técnica también utilizada para las viviendas del periodo arcaico encontradas a lo largo de las laderas de la acrópolis.

Estas pruebas apuntan a un edificio rectangular de al menos 18 metros de largo y 7 metros de ancho. La parte interior de la estructura está pavimentada con un suelo de tierra batida y baldosas, sobre el que, en posición derrumbada, se encontraron elementos del alzado, cerámica pintada, vasos con inscripciones «IRE», o «sagrado», y numerosos fragmentos de metal pertenecientes a armas y armaduras. Se trata de dos cascos, uno de tipo calcídico griego y otro de tipo negau etrusco, en excelente estado de conservación.

El casco etrusco de tipo Negau | foto Parco Archeologico Paestum e Velia

Los hallazgos arqueológicos en la acrópolis de Elea-Velia sugieren que la estructura se utilizaba con fines sagrados, afirma Massimo Osanna, Director General de los Museos y Director en funciones del Parque Arqueológico de Paestum y Velia. Con toda probabilidad, aquí se guardaron las reliquias ofrecidas a la diosa Atenea tras la batalla de Alalia, el enfrentamiento naval entre los refugiados griegos de Focea y una coalición de cartagineses y etruscos, entre el 541 y el 535 a.C. aproximadamente, frente a la costa del mar Tirreno, entre Córcega y Cerdeña. Liberados de la tierra hace sólo unos días, los dos cascos aún deben ser limpiados en el laboratorio y estudiados. Es posible que haya inscripciones en su interior, algo bastante habitual en las armaduras antiguas, que podrían ayudar a reconstruir con precisión su historia, quizá incluso la identidad de los guerreros que las llevaban. Ciertamente se trata de consideraciones iniciales que ya aclaran muchos detalles inéditos de esa historia eleática ocurrida hace más de 2500 años.

Las excavaciones también han aclarado la cronología del templo principal de la ciudad, dedicado a la diosa Atenea. La construcción del templo principal, al menos una fase temprana del mismo, debe tener lugar cronológicamente después de la estructura sagrada sacada a la luz en los últimos meses. Más tarde, en el periodo helenístico, todo el complejo recibirá una reordenación completa con la construcción de una estoa monumental que rodeará el templo mayor y el plano de uso se elevará hasta cubrir todas las fases anteriores.

La estructura del templo más antiguo se remonta a los años 540-530 a.C., los años inmediatamente posteriores a la batalla de Alalia, señala Hosanna, mientras que el templo más reciente, que se cree que es de época helenística, se remonta a los años 480-450 a.C., y fue renovado en el siglo IV a.C.. Es posible, por tanto, que los focenses que huían de Alalia erigieran el templo inmediatamente después de su llegada, como era su costumbre, tras haber comprado el terreno a los lugareños para asentarse y reanudar el floreciente comercio por el que eran famosos. Y a las reliquias que ofrecían a su diosa para propiciar su benevolencia, añadían las armas que habían arrebatado a sus enemigos en aquella épica batalla naval que, de hecho, había cambiado el equilibrio de poder en el Mediterráneo.

El casco griego de tipo calcídico | foto Parco Archeologico Paestum e Velia

Gracias a un amplio equipo de profesionales y colaboradores, el trabajo ha permitido dar respuesta a cuestiones abiertas desde hace más de setenta años, sobre las que se han pronunciado numerosos y eminentes estudiosos a lo largo del tiempo. Los resultados han aclarado la topografía, la arquitectura, el uso y la cronología de las distintas fases de la Acrópolis, desde la Edad del Bronce hasta el periodo helenístico. – dice el arqueólogo del Parque, Francesco Uliano Scelza – Ahora estamos trabajando en otros proyectos que esta investigación ha inspirado, para su uso, estudio y puesta en valor. Entre ellas, la remodelación de la Acrópolis, que se hará visible y visitable en todas sus partes, y la remodelación de los espacios expositivos de la Capilla Palatina y de la iglesia de Santa María, para hacer aún más atractivo el ya de por sí atractivo paisaje de Velia.


Fuentes

Parco Archeologico di Paestum e Velia


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