Entre los siglos XIX y XX se encontraron en el sur de Alemania y en Francia cuatro curiosos objetos similares a grandes sombreros cónicos. Están fabricados con finas láminas de oro y los investigadores creen que pueden ser una especie de calendarios. Todos ellos parecen haber sido enterrados deliberada y cuidadosamente hace casi 3.000 años
El primero se descubrió en 1835 cerca de la localidad alemana de Schifferstadt, en Renania-Palatinado. El segundo apareció en 1844 en Avanton, cerca de Poitiers en Francia. Casi un siglo después, en 1953, se descubrió el tercero en Ezelsdorf (Núremberg, Alemania).
Del cuarto, adquirido por el Museo de Prehistoria e Historia Antigua de Berlín en 1996, se desconocen tanto su fecha de descubrimiento como el lugar, aunque se cree que pudo ser Suiza o el sur de Alemania.
Aunque no se pueden datar con precisión, la tecnología empleada sugiere que fueron hechos en la Edad del Bronce tardía, el de Schifferstadt hacia 1400-1300 a.C., y los otros tres hacia 1000-800 a.C.
Los cuatro se atribuyen a la Cultura de los Campos de Urnas, que se desarrolló durante el final de la Edad del Bronce y principios de la Edad del Hierro por buena parte de Europa, desde la península Ibérica hasta el Bético y el Danubio.
Según Wolfram Euler, quienes crearon los sombreros hablaban sin duda un idioma indoeuropeo, muy probablemente una forma anterior o temprana del celta. Además, su similitud presupone que tenían conexiones culturales de algún tipo, aunque no se puede precisar si esta era de tipo religioso, cultural o étnico.
Los sombreros se fijaban externamente a largos tocados cónicos, probablemente hechos de cuero o de algún otro material orgánico, que servía para estabilizar la lámina de oro externa.
Se supone que son sombreros utilizados por los sacerdotes del antiguo culto solar de la Europa Central, porque tres de ellos poseen un ensanchamiento en forma de gorro en la parte inferior del cono, con aberturas ovaladas de diámetro y forma aproximada a los de una cabeza humana.
La altura de los sombreros varía. El más alto de los tres, el del museo de Berlín, tiene 90 centímetros de alto, mientras que el de Schifferstadt mide solo 29,6 centímetros. El de Avanton llega hasta los 55 centímetros y el de Ezelsdort, tras la reconstrucción, mide 88,3 centímetros de alto aunque es posible que originalmente fuera más corto.
Los sombreros están hechos con una aleación que contiene entre un 85 y un 90 por ciento de oro, un 10 por ciento de plata y menos de un 1 por ciento de cobre y estaño. Las láminas de oro son de una sola pieza, sin costuras y martilladas hasta alcanzar una delgadez de entre 0,25 (en el caso del de Schifferstadt) y 0,6 milímetros (el de Berlín). Para el tamaño que tienen son sorprendentemente ligeros. El de Ezelsdorf, que tiene 89 centímetros de alto, pesa solo 280 gramos.
Están decorados con bandas de motivos geométricos, principalmente discos y círculos concéntricos que parecen seguir secuencias sistemáticas. Según un estudio realizado por Wilfried Menghins, que fue director del Museo de Prehistoria e Historia Antigua de Berlín hasta 2008, sobre el ejemplar de Berlín, los sombreros pueden tener una función como calendarios. Los símbolos formarían un calendario lunisolar, donde cada uno (o cada anillo de un símbolo) representaría un día.
Las bandas ornamentales llevan distinto número de anillos, y en la zonas intercalares hay otros símbolos aparentemente especiales que pueden haber tenido la función de sumarse o restarse de los períodos en cuestión.
El conocimiento exacto del año solar habría sido de gran interés para determinar acontecimientos religiosos como los solsticios de verano e invierno. No obstante, no se sabe si los sobreros se utilizaban para determinar esas fechas o simplemente representaban esos conocimientos.
En el caso del sombrero de Berlín esta hipótesis de Menghins permite contar hasta 57 meses lunares y 57 meses solares, y una simple multiplicación de estos valores permitiría también el cálculo de períodos más largos.
No obstante también se aprecia una discrepancia de 2 días con respecto al valor astronómico exacto, lo que los investigadores explican como el resultado de una ligera imprecisión en las observaciones realizadas durante la Edad del Bronce.
Teniendo en cuenta las características del material utilizado y los medios técnicos disponibles, los investigadores opinan que la producción de estos sombreros durante la Edad del Bronce tuvo que suponer un gran logro artesanal y tecnológico.
Fuentes
Wilfried Menghin, Peter Schauer, Der Goldkegel von Ezelsdorf: Kultgerät der späten Bronzezeit | Goldene Hüte und Gewänder (Archäologisches Lexikon) | Tobias Springer, Anja Grebe, Gold und Kult der Bronzezeit: Germanisches Nationalmuseum, Nürnberg, 22. Mai bis 7.September 2003 | Richard Mergel, Die Goldenen Hüte: Kalendersymbole der Bronzezeit | Germanisches National Museum | Wikipedia
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