Hacia el año 60 a.C. el rey Burebista unificó por vez primera a las tribus dacias, que habitaban un territorio que se corresponde más o menos con la actual Rumanía. Sin embargo, a su muerte el reino se desintegró en diferentes estados que cometieron el error de apoyar a Marco Antonio frente a Augusto (igual que anteriormente Burebista había apoyado a Pompeyo frente a César).

Los desencuentros entre dacios y romanos continuaron sucediéndose a lo largo de los años, con incursiones y expediciones esporádicas de uno y otro lado, en un tira y afloja que también tuvo sus momentos de relativa paz. Pero en el año 86 d.C. los dacios al mando de su rey Duras atacaron la fronteriza provincia romana de Moesia, al sur del Danubio. Ello obligó al emperador Domiciano a enviar a las legiones, incluso desplazándose personalmente a la región para dirigir las operaciones.

Pero los romanos cayeron en una emboscada y fueron derrotados en 87 d.C. en la batalla de Tapae por el general dacio Diurpaneus, que inmediatamente fue proclamado rey y asumió el nombre de Decébalo (el bravo o más literalmente fuerte como diez (hombres)). La resistencia dacia se basaba en seis fortalezas que se habían empezado a levantar en el siglo anterior en los Montes de Orastia, en la actual Transilvania. Juntas formaban el sistema defensivo utilizado por Decébalo para contener a los romanos.

Situación de las seis fortalezas | foto cimec.ro

Las seis fortalezas son Sarmizegetusa Regia, Costeşti-Cetăţuie, Costeşti-Blidaru, Piatra Roşie, Bănița y Căpâlna. Todas ellas, muy cercanas, se encuentran en el actual condado de Hunedoara, excepto Căpâlna, que está en el condado de Alba. Precisamente una de las condiciones de paz que los dacios impusieron a los romanos fue el envío de ingenieros y arquitectos romanos para la edificación de infraestructuras y defensas en las seis fortalezas.

Las murallas de las fortalezas tenían 3 metros de grosor y entre 8 y 10 metros de altura. Fueron construidas utilizando un método que mezclaba técnicas griegas y romanas con otras exclusivas de los dacios, y que por eso hoy se conoce como murus dacicus (muro dacio). La muralla dacia constaba de dos muros exteriores construidos con bloques de piedra tallada en un paralelepípedo rectangular, aparentemente sin uso de mortero entre ellos. El espacio entre ambos muros se rellenaba con grava y piedra triturada mezclada y compactada con arcilla.

Restos de murallas construidas con el sistema de muro dacio en Sarmizegetusa Regia | foto Oroles en Wikimedia Commons

Mediante vigas de madera quemada se unían las dos paredes, dando rigidez a la estructura. Estas vigas se tallaban en los extremos en forma de cuña y se insertaban de manera perpendicular a ambos muros en cada fila de bloques de piedra. Aunque se parecen a las murallas helenísticas, se diferencian en que las dacias no tienen contrafuertes. Curiosamente se han encontrado en algunos bloques de las fortalezas dacias las letras del alfabeto griego, grabadas en grupos de unos, dos o tres caracteres.

Evidencias arqueológicas sugieren que las murallas pueden haber estado rematadas por empalizadas de madera, en lugar de almenas de piedra, con la consiguiente desventaja de ser vulnerables al fuego.

Tras las dos guerras emprendidas por Trajano contra los dacios, las fortalezas y el territorio fueron conquistados en 106 d.C., se estableció una guarnición militar y se trasladó la capital a una ciudad de nueva fundación a la que se llamó Colonia Ulpia Traiana Augusta Dacica Sarmizegetusa (actual Sarmizegetusa). Todas las fortalezas fueron destruidas y reconstruidas siguiendo el modelo romano. Hoy están declaradas Patrimonio de la Humanidad.

Sarmizegetusa Regia

El núcleo principal del sistema defensivo era su capital Sarmizegetusa Regia (actual Grădiștea de Munte), construida en un montículo sobre un despeñadero a unos 1.200 metros de altitud (a unos 40 kilómetros de la posterior Sarmizegetusa romana).

La fortaleza en sí abarcaba un área de 30.000 metros cuadrados y formaba un cuadrilátero con fuertes murallas escalonada en cinco terrazas.

Otra vista de los templos de Sarmizegetusa Regia | foto Cosmin Stefanescu en Wikimedia Commons

En torno a ella se disponían varios santuarios, de los cuales el más famoso es el gran santuario conocido como Calendario Circular, y las viviendas y talleres de los ciudadanos que se alzaban sobre varias decenas de terrazas artificiales al pie de la montaña. Las viviendas nobles disponían incluso de agua corriente, que llegaba mediante tuberías de cerámica.

El acceso desde el valle de Mures estaba defendido y controlado por las fortalezas de Costești – Cetățuie y Costești – Blidaru, así como por numerosas torres situadas a ambos lados del camino.

Otras fortalezas menores y probablemente varias torres, aun no localizadas, impedían el acceso desde los valles de Cucuis y Sibisel.

El Calendario Circular de Sarmizegetusa | foto Grigore Roibu en Wikimedia Commons

El frente occidental estaba defendido por la fortaleza de Piatra Roșie y otros recintos menores. Otras fortalezas bloqueaban las rutas hacia el corazón del reino dacio. Solo tras superar todos estos obstáculos, los atacantes se encontraban ante la fortaleza de Sarmizegetusa.

Piatra Roșie

Construida en una meseta a 832 metros de altitud, estaba dotada de una doble fortificación construida en piedra, con forma cuadrangular y 102 por 45 metros de lado. Tenía cuatro torres defensivas situadas en las esquinas del recinto, y una quinta en el centro del lado oriental.

Los restos de Piatra Rosie están ocultos entre la maleza | foto Ionutmarcel en Wikimedia Commons

El acceso a la fortaleza se realizaba por la torre de la esquina noreste, a la que se llegaba por un camino escalonado de 3 metros de ancho, pavimentado con losas de piedra.

En el interior del recinto se identificaron los restos de una construcción de madera, cuyas bases de piedra se han conservado en su totalidad. En el exterior del recinto se encontraron alineaciones de bases de columnas, probables restos de un santuario.

Para el suministro de agua de la guarnición estacionada aquí había una cavidad excavada directamente en la roca en la esquina noroeste de la fortaleza. Controlaba el acceso a la capital desde el valle de Streiului.

Costești – Blidaru

También situada en una cresta sobre una meseta a 705 metros de altitud, comprende dos recintos unidos entre sí, con seis torres de vigilancia. Está considerada la fortificación más fuerte de todo el sistema.

Es la única que no pudo ser conquistada en batalla. Por el contrario, los defensores se rindieron por agotamiento de los recursos después de un largo asedio.

Restos de la fortaleza de Blidaru | foto Oroles en Wikimedia Commons

Poseía varias torres y sus murallas alcanzaban los 6 metros de altura. Los techos de los barracones se utilizaban como plataformas de combate, en las que se instalaban máquinas de guerra.

Costești – Cetățuie

Una de las fortalezas más antiguas, fue residencia de algunos reyes geto-dacios. Su fortificación consistía en una muralla de tierra con una empalizada ancha de entre 6 y 8 metros en la base, y una altura de 2 metros y medio.

Protegía la parte superior de la colina, la meseta y las terrazas de la capital.

Restos de la fortaleza de Cetatuie | foto Oroles en Wikimedia Commons

Hoy se pueden ver en ella los restos de dos casas-torre con cimientos de piedra y alzado de adobe, así como una escalera monumental de piedra labrada, de 3 metros de anchura, que conducía a una de estas torres.

Bănița

Data de la época del rey Burebista, siendo reconstruida por Decébalo. Está situada a unos 4 kilómetros al este del pueblo del mismo nombre y a 1.000 metros de altitud.

Se disponía en terrazas reforzadas con muros de piedra, y en su interior había un santuario parecido a los de Sarmizegetusa, construcciones de madera y una torre de vigilancia hecha con barro y madera.

La anchura de los muros defensivos no superaba los 2 metros. Estos rodeaban el recinto solo en los lados norte y sur, ya que los lados este y oeste estaban protegidos por las empinadas laderas de la montaña. Bloqueaba el acceso a Sarmizegetusa Regia desde el sur.

Reconstrucción virtual de la fortaleza de Banita

Căpâlna

Localizada en las afueras del pueblo del mismo nombre sobre una fuerte pendiente a 687 metros de altitud, y dispuesta en terrazas, con una torre de casi 5 metros de altura levantada sobre una plataforma excavada en la roca.

El muro del recinto, de grosor desigual (entre 1,5 y 2,5 metros) se conserva en la mayor parte de sus 280 metros de perímetro.

Restos de Capalna | foto Saturnian en Wikimedia Commons

En el interior había varios edificios. En la terraza más alta se disponía una torre de vigilancia de madera, un edificio también de madera con base de piedra, y junto a la torre-residencia una escalera de piedra y varios barracones de madera.

Su objetivo estratégico era impedir el acceso a la vía que, partiendo de la actual Polovragi, cruzaba las montañas por el paso de Udele y descendía al valle de Somes.


Fuentes

George V. Grigore, Cetatea Sarmizegetusa Regia din Munții Orăștiei–Capitala regatului dac | Enciclopedia dacica | UNESCO | Michael Schmitz, The Dacian Threat, 101-106 AD | Wikipedia


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