Una nave espacial lanzada por la NASA ha hecho lo que antes se creía imposible. El 28 de abril, la Sonda Solar Parker se adentró con éxito en la corona del Sol, un entorno extremo de aproximadamente 1,1 millones de grados centígrados.
El momento histórico se logró gracias a una gran colaboración de científicos e ingenieros, entre ellos miembros del Centro de Astrofísica Harvard y Smithsonian (CfA) que construyeron y supervisan un instrumento clave (Solar Probe Cup) a bordo de la sonda que recoge partículas de la atmósfera del Sol y que ayudaron a los científicos a verificar que la nave espacial había cruzado efectivamente la corona.
El objetivo de toda esta misión es aprender cómo funciona el Sol. Podemos lograrlo volando hacia la atmósfera solar, dice Michael Stevens, astrofísico del CfA que ayuda a supervisar la Solar Probe Cup. La única manera de hacerlo es que la nave espacial cruce el límite exterior, que los científicos llaman el punto Alfvén. Así que una parte básica de esta misión es poder medir si cruzamos o no este punto crítico.
La corona es la capa más externa de la atmósfera del Sol, donde los fuertes campos magnéticos aglutinan el plasma e impiden la salida de los vientos solares turbulentos. El punto de Alfvén es cuando los vientos solares superan una velocidad crítica y pueden liberarse de la corona y de los campos magnéticos del Sol. Antes del 28 de abril, la nave espacial había volado justo por encima de este punto.
Si se observan imágenes del Sol en primer plano, a veces se ven estos bucles o pelos brillantes que parecen liberarse del Sol pero luego vuelven a conectarse con él, explica Stevens. Esa es la región a la que hemos volado: una zona en la que el plasma, la atmósfera y el viento están pegados magnéticamente e interactúan con el Sol.

Según los datos recogidos, la nave entró en la corona tres veces el 28 de abril, en un momento dado durante hasta cinco horas. Un artículo científico que describe el hito se publicó en la revista Physical Review Letters. El astrofísico del CfA Anthony Case dice que el instrumento Solar Probe Cup en sí es una increíble hazaña de ingeniería. La cantidad de luz que incide en la Sonda Solar Parker determina el grado de calentamiento de la nave, explica Case. Mientras que gran parte de la sonda está protegida por un escudo térmico, nuestra Solar Probe Cup es uno de los dos únicos instrumentos que sobresalen y no tienen protección. Está directamente expuesta a la luz solar y funciona a una temperatura muy alta mientras realiza estas mediciones; está literalmente al rojo vivo, con partes del instrumento a más de 1.000 grados centígrados, y brillando de color rojo anaranjado.
Para evitar la degradación, el dispositivo está construido con materiales que tienen altos puntos de fusión, como el tungsteno, el niobio, el molibdeno y el zafiro.
Pero el éxito de la Sonda Solar Parker representa mucho más que una innovación tecnológica. Hay muchos misterios sobre la estrella más cercana a la Tierra que los científicos esperan que la sonda pueda ayudar a resolver. Por ejemplo, no sabemos realmente por qué la atmósfera exterior del Sol es mucho más caliente que el propio Sol, dice Stevens. El Sol tiene 5.500 grados Celsius, pero su atmósfera tiene unos 2 millones de grados Celsius. Y añade: Sabemos que la energía procede de los agitados campos magnéticos que burbujean a través de la superficie del Sol, pero no sabemos cómo la atmósfera del Sol absorbe esta energía.
Además, los estallidos del Sol, como las erupciones solares y los vientos solares de alta velocidad, pueden tener un impacto directo en la Tierra, interrumpiendo las redes eléctricas y las comunicaciones por radio.
La Sonda Solar Parker puede ayudar a comprender mejor todos estos fenómenos mientras continúa orbitando el Sol y tomando medidas y datos para que los científicos los analicen aquí en la Tierra. Según Case, el plasma que rodea al Sol puede actuar como un laboratorio que nos enseña los procesos que tienen lugar en casi todos los objetos astronómicos de todo el universo.
Fuentes
Center for Astrophysics Harvard & Smithsonian | J. C. Kasper et al., Parker Solar Probe Enters the Magnetically Dominated Solar Corona. Phys. Rev. Lett. 127, 255101. doi.org/10.1103/PhysRevLett.127.255101
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