El verano de 1942 un trabajador llamado Jens Christensen que extraía turba en Brøns Mose, cerca de la localidad de Veksø en la isla de Selandia (Dinamarca), encontró un objeto de bronce decorado con una placa de madera que tenía una ranura y que parecía una especie de soporte, enterrado a unos 70 centímetros de profundidad.
Investigaciones inmediatamente posteriores en el lugar del hallazgo recuperaron más fragmentos de lo que parecía ser un casco. El análisis de los restos llevó a la conclusión de que se trataba de dos yelmos gemelos, que además podrían haber llevado adornos de plumas.
Los investigadores creen que Brøns Mose, el lugar donde se hallaron, pudo ser una zona pantanosa durante la Edad del Bronce. Habría formado parte del Løge Sø, un lago cercano cuyo tamaño habría quedado reducido. Si esto es correcto, los yelmos pueden haber sido arrojados al pantano como exvotos u ofrendas.
Ambos yelmos son casi idénticos en su diseño. Están hechos de bronce con un alto contenido de estaño (un 16,8 por ciento), y se asemejan a los cascos de la Cultura de los Campos de Urnas encontrados en otros lugares de Europa entre el Danubio y el Báltico, e incluso en la Península Ibérica.
Están formados por dos piezas martilladas y unidas con remaches mediante una costura que iba de delante a atrás en la parte superior, rematada con una cresta. Cada extremo de ésta termina en un gancho que apunta hacia abajo, y que quizá representa el pico de un ave rapaz.
En el centro de la cresta hay una ranura profunda en la que se podían montar plumas o mechones de pelo. En la placa transversal que atraviesa la cresta hay también pequeños soportes cilíndricos para plumas o mechones, uno a cada lado.
La decoración de los yelmos incluye salientes de varios tamaños en toda su superficie, de los cuales los mayores son los dos en forma de ojo con cejas arqueadas. Una hilera de estos salientes a lo largo del borde inferior finaliza con una decoración en forma de S que recuerda a los barcos de doble popa. En cada casco habría dos barcos representados, con las proas decoradas con un ave acuática (un pato, un cisne o un zampullín). Podrían representar el barco solar, el símbolo religioso más importante de la Edad del Bronce. Las aves eran símbolos especiales porque podían seguir al Sol y su luz a cualquier lugar, podían sumergirse en el agua, nadar, caminar por la tierra y volar por el cielo.
Ambos yelmos llevan cuernos firmemente remachados con la ayuda de accesorios circulares fijos. Tienen forma de S, con un giro similar a los cuernos de toro o a los de un lur (un instrumento de viento utilizado en Escandinavia durante la Edad del Bronce). Curiosamente los lur también se suelen encontrar por parejas en antiguos pantanos. Las sagas islandesas dicen que estos lur eran instrumentos de guerra, para reunir a las tropas y asustar al enemigo.
Los yelmos con cuernos no son raros en yacimientos de la Edad del Bronce en contextos mediterráneos asociados a los Pueblos del Mar, y algunos han aparecido también en Oriente Próximo. Algunos investigadores creen que en este caso los yelmos son de fabricación escandinava, mientras que otros sugieren que pueden haber sido importados de la península Itálica, ya que la forma de los cuernos recuerda a los uros (Bos primigenius). Europa Central o el norte de Alemania también se han propuesto como lugares de origen.
Según indica la reseña del propio Museo Nacional de Copenhague, donde se guardan, el artesano que los fabricó tenía una gran influencia de los trabajos en bronce de la zona oriental de los Alpes. Asimismo, numerosas tallas rupestres, sobre todo en el oeste de Suecia, muestran a hombres que llevan cascos con cuernos.
También se los ha relacionado con el motivo de los gemelos divinos, un tema recurrente en las religiones protoindoeuropeas, cuyos ejemplos más conocidos incluyen a los Dioscuros griegos Cástor y Pólux, o a los gemelos romanos Rómulo y Remo.
En este sentido los yelmos se parecen mucho a los que portan unas figuritas de bronce datadas entre 800 y 500 a.C. encontradas en la misma isla a finales del siglo XVIII, las figuras de Grevensvænge. Son siete esculturas de guerreros que llevan unos cascos con cuernos y portan hachas, uno de ellos haciendo lo que parece una acrobacia. Cinco de ellas se han perdido, y el conjunto se interpreta como representación de Alcis, los gemelos divinos adorados por la tribu germánica de los Naharvalos.
Entre estos últimos se muestra una arboleda de santidad inmemorial. Un sacerdote vestido de mujer está a cargo de él. Pero las deidades se describen en lenguaje romano como Cástor y Pólux. Tales son los atributos de la divinidad, cuyo nombre es Alcis. No tienen imágenes ni, de hecho, ningún vestigio de superstición extranjera, pero es como hermanos y como jóvenes que las deidades son adoradas.
Tácito, Germania 43
Ambos yelmos datan de la Edad del Bronce, entre los años 1000 y 800 a.C. Por lo general, los cascos de guerra de esta época estaban equipados con protectores nasales y, como este no es el caso, es probable que los yelmos de Veksø no se usaran para combatir, sino que tuvieran una función meramente ritual.
La presencia del barco solar haría referencia a un mito central en la religión de la Edad de Bronce, el del viaje eterno del sol, que da vueltas y vueltas en la nave solar tirada por un caballo, que es el más noble y sagrado de los animales. El caballo estaría representado en los cascos en forma de la crin que se inserta en la ranura de la cresta.
El buey, representado por los cuernos, puede simbolizar la fuerza y la riqueza. En muchas religiones, el buey es también un símbolo celestial. El ave de presa, representado en los ojos y el pico de los cascos, también puede estar relacionada con el mito del viaje eterno del sol. Las plumas de grulla que muy probablemente llevaban y que también pueden verse en tallas rupestres de la Edad de Bronce de Suecia, pueden estar relacionadas con el cambio de las estaciones, ya que la grulla es la mayor y más bella de las aves migratorias.
Todo el mundo simbólico representado en los cascos de Viksø subraya su función de objetos sagrados utilizados en rituales religiosos.
Fuentes
Tácito, Germania | Nationalmuseet i København | Helle Vandkilde, Bronze Age Voyaging and Cosmologies in the Making: the Helmets from Viksø Revisted, en Counterpoint: Essays in Archaeology and Heritage Studies in Honour of Professor Kristian Kristiansen, Archaeopress, pp. 165–177 | Kristian Kristiansen, Thomas B. Larsson, The Rise of Bronze Age Society: Travels, Transmissions and Transformations | Joakim Goldhahn, Birds and the Culture of the European Bronze Age | Wikipedia