Como suele pasar con las grandes capitales nacionales, Madrid concentra una amplia oferta de ocio y entretenimiento que, además, tiene la característica de mantenerse disponible todo el año, al menos en su mayor parte. Por eso hay montones de sitios divertidos para pasar el fin de semana en Madrid, incluso en invierno. Es cuestión de abrigarse bien y hacer esporádicas paradas para tomar algo caliente en lugares estratégicos, algunos de los cuales también constituyen un atractivo en sí mismos. Veamos algunas propuestas.
Callejear y visitar rincones emblemáticos
Callejear por el casco histórico madrileño permite ir descubriendo interesantes detalles continuamente. La Puerta del Sol, kilómetro cero del país y centro de atención la última noche del año por las campanadas, se toma a menudo como punto de partida, aunque podría ser cualquier otro. Desde allí se llega rápidamente al llamado triángulo de los museos que forman El Prado, El Thyssen-Bornemysza y el Reina Sofía, cada uno de los cuales podría ocupar una jornada entera de visita, y a los que se suma, un poco más allá, el de Antropología.
En ese entorno también hay dos espacios verdes: el Real Jardín Botánico y el Parque del Buen Retiro, donde resulta divertido remar en el Estanque o ver alguna de las exposiciones del Palacio de Cristal (o el propio edificio), así como el extraño Monumento al Ángel Caído. Dando la vuelta y yendo en dirección contraria, están la famosa fuente de Cibeles y la icónica Puerta de Alcalá, que parece abrir paso al Museo Arqueológico Nacional, al Naval y al de Cera. Habría que seguir subiendo un buen trecho por la Castellana para alcanzar el estadio Santiago Bernabéu y su Museo del Real Madrid, uno de los más visitados de la capital.
Pero retornando por la emblemática Gran Vía que comunica con la Plaza de España y el monumento a Cervantes, se puede conocer la zona de Universidad y el barrio de Malasaña, con museos como el de Historia de Madrid, el del Romanticismo o el de Arte Contemporáneo (cuya sede es el Palacio de Liria), además de la histórica Plaza del Dos Mayo o la Iglesia de San Antonio de los Alemanes, una de las pocas con planta elíptica (y con sus paredes cubiertas de espectaculares pinturas al fresco). Otro mercado rehabilitado, el de San Ildefonso, permite reponer fuerzas.
Desde allí se puede bajar hasta la vasta Plaza Mayor, que a su vez constituye un paso hacia la de Oriente. Entremedias, el Mercado de San Miguel, donde es posible degustar alguna delicia. Si antes se gira a la izquierda, la zona de La Latina es el área en la que los domingos se instala el Rastro. Pero si se sigue adelante, aparecen la imponente fachada del Palacio Real y la adyacente Catedral de la Almudena.
Más allá, dos parques. Uno es el del Oeste, donde se ubican un templo egipcio, el de Debod, y otro cristiano, la Ermita de San Antonio de la Florida (cuyas bóvedas fueron pintadas por Goya). El otro parque es la célebre Casa de Campo, pulmón de la ciudad, que tiene tres rincones fascinantes para los niños: un teléferico, el Zoo-Aquarium y el Parque de Atracciones de Madrid. Y si después de este intenso programa se buscan lugares divertidos donde comer con niños en Madrid, los parques temáticos incluyen dónde hacerlo en su oferta de ocio diaria.
Visitar el Parque de Atracciones de Madrid
Desde su inauguración en 1969 (con una importante remodelación treinta años después), el parque ha recibido a millones de visitantes, deseosos de disfrutar de atracciones con nombres tan sugestivos como Star Flyer (un carrusel de sillas colgantes giratorias a gran altura), Abismo (una de las montañas rusas más impresionantes del mundo), el Tren de la Mina (otra ambientada en el Far West) Tornado (una tercera en sillas en vez de góndolas, que discurre entre las copas de los árboles). En realidad hay muchas más y con nomenclatura por el estilo: Top Spin, Tifón, La Máquina, Tarántula, etc.
Todo ello está dividido en áreas temáticas, a saber, Maquinismo, Naturaleza, Nickelodeon Land y Tranquilidad. Y todavía hay un extra, no incluido en la entrada normal (de hecho, requiere reserva previa de hora, con un máximo de personas por turno y aforo diario limitado): un espectáculo que lleva por título The Walking Dead Experience y ganó el premio LIMA al mejor espectáculo internacional, diseño y localización basados en una licencia durante el año 2016; eso sí, funciona únicamente entre el 19 de marzo y el 1 de noviembre.
El parque esta concebido para pasar el día, por lo que dentro, decíamos, hay donde comer: un restaurante a la carta, un buffet, una hamburguesería, una bocatería y una pizzería, aparte de quioscos de refrescos, helados, granizados, cafés y bollería. Es más, también se facilita pernoctar a través de la agencia Travelparks, que proporciona un paquete combinado de entrada y noche en un hotel cercano, acorde a las necesidades de cada uno.
Visitar el Parque Warner Madrid
En 2002, los actores Christopher Lambert y Bo Derek pusieron el glamour cinematográfico a la inauguración del que se había bautizado como Warner Bros. Movie World Madrid (que posteriormente cambiaría a su actual nombre), situado en la localidad madrileña de San Martín de la Vega. Como se puede deducir, es un parque temático -el segundo en tamaño de España- que recrea el mundo de las películas y dibujos animados de la productora homónima, además de los de los personajes de la editorial DC Comics.
Así, las cuarenta y dos atracciones de que se compone están repartidas por cuatro áreas temáticas -hay una quinta área, Hollywood Boulevard, sin atracciones-, que son Movie World Studios (Cine Tour, Hotel Embrujado…), DC Superheroes World (Batman: Arkham Asylum; Supermán, la Atracción de Acero; Sillas Voladoras de Mr. Freeze…), Old West Territory (Coaster Express, Río Bravo, Cataratas Salvajes…) y Cartoon Village (La aventura de Scooby Doo; Correcaminos Bip, Bip; Emergencias Pato Lucas…).
Cabe destacar las seis montañas rusas (una de ellas, Tom & Jerry, infantil) , una gigantesca triple torre de caída (se llama La Venganza del Enigma y es la más alta de Europa), The Joker Coches de Choque, el Hotel Embrujado y la Escuela de Conducción del Oso Yogui, además de cuatro atracciones subacuáticas y, en temporada, catorce espectáculos, tanto en plan show como en animación, que también son temáticos (Looney Tunes: Dance Festival, Gotham City Stunt Show, Rock of Ages: El Musical, Loca Academia de Policía, Wild West Live!, etc).
Como en el caso anterior, para el apartado gastronómico hay un buen puñado de sitios; una veintena entre restaurantes, autoservicios, cafeterías y heladerías. Asimismo, Travelparks también ofrece la combinación de entrada y alojamiento en un hotel del entorno. Y ambos entran ahora, entre el 4 de diciembre y el 9 de enero, en la temporada navideña , ofreciendo ambientación ad hoc y recepción de los Reyes Magos (y de Papá Noel). No hay que preocuparse del frío porque la adrenalina que se va a liberar será el mejor abrigo. Y si no, siempre se puede entrar en calor en alguno de los restaurantes y de las múltiples tiendas de merchandising.
Obviamente, no bastan uno o dos días para verlo todo; habrá que seleccionar o, mejor aún, dedicar todo el fin de semana a ello, para lo cual es recomendable adquirir el bono doble. Y si no, queda apuntado en la agenda para volver en otra ocasión.
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