En la provincia italiana de Ancona, en la región de las Marcas al noreste de Roma, hay dos localidades separadas por apenas 10 kilómetros de distancia, llamadas Osimo y Camerano.
Ambas comparten una peculiar característica común, poseer bajo su casco urbano una considerable red de galerías y túneles.
En el caso de Camerano el complejo subterráneo es tan grande que se le denomina ciudad. No se conoce exactamente su extensión porque nunca ha sido explorado por completo, pero algunos opinan que sus galerías podrían incluso conectar con las de la localidad de Osimo.
Una prueba es la existencia conocida de otros hipogeos situados fuera del casco urbano y los límites de la antigua ciudad amurallada de Camerano. Estos túneles adicionales podrían ser los restos de un antiguo acueducto subterráneo que recorría las laderas del monte Conero.
El complejo, que alcanza los 20 metros de profundidad, es de carácter artificial, no natural, y la fecha más antigua legible que se ha encontrado en el interior del hipogeo es la de 1327. Sin embargo, los análisis de las estructuras y de las técnicas de construcción sugieren que pueden remontarse a épocas protohistóricas o incluso prehistóricas.
Se cree que en origen pudo ser una especie de cantera de la que se extraía piedra arenisca para la construcción. Pero luego fue ampliándose a lo largo de los siglos con túneles y galerías, pasillos y salas decoradas, tres rotondas para reuniones e incluso una sala en forma de anj (la famosa cruz ansada egipcia, con la parte superior en forma de óvalo).
La nobleza local los amplió y embelleció durante los siglos XVIII y XIX, usándolos como lugar de reunión.
Es a finales del siglo XIX cuando se realiza la primera cartografía de algunos de los pasadizos, aquellos que discurren bajo el palacio de la familia Mancinforte.
La llamada Cueva Ricotti es una de las más interesantes, tanto por su aspecto de iglesia subterránea como por el hecho de que se ubica precisamente bajo los restos de la iglesia de San Apolinar en la superficie, construida antes del año 1000 d.C. y adosada al castillo medieval.
El último uso colectivo del hipogeo fue en julio de 1944, cuando toda la población de Camerano (unas 2.000 personas) se refugió allí durante 18 días.
Del mismo modo la ciudad de Osimo está recorrida por una red de galerías igual de densa y extensa que la de Camerano, excavada en varios niveles con espacios subterráneos a menudo conectados verticalmente por medio de pozos o chimeneas que pueden recorrerse.
Este laberinto está formado por unas 88 estancias, algunas de ellas circulares, que se extienden a ambos lados de un pasadizo de unos 9 kilómetros de longitud, con otros diez estrechos túneles menores que conectan el subsuelo de varios palacios de la localidad.
La decoración aquí es más profusa, con bajorrelieves de carácter religioso en algunas estancias, y algunos motivos simbólicos poco habituales, como elefantes o una sirena con dos colas.
En algunas estancias hay motivos decorativos que algunos asocian a los templarios, los caballeros de Malta, e incluso a rituales de iniciación de cultos mistéricos.
En ambas localidades existe la posibilidad de realizar visitas guiadas a las grutas, que constituyen uno de los principales atractivos turísticos de la zona.
Fuentes
Guide Turistiche Ancona | Grotte di Camerano | Underground 4 Value | Visit Ancona | Wikipedia
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