En 1846 durante las excavaciones de Nimrud, la antigua capital asiria, el arqueólogo Austen Henry Layard (que pensaba que estaba excavando en realidad la ciudad de Nínive) encontró un pilar esculpido con relieves en todos sus lados.

El denominado Obelisco Negro es una escultura de piedra caliza negra con escenas en bajorrelieve e inscripciones que conmemoran las hazañas del rey Salmanasar III, que reinó en Asiria entre los años 858 y 824 a.C.

Justo un año antes de su muerte Salmanasar mandó colocar el obelisco en la plaza central de Nimrud, como un monumento público.

El obelisco negro de Salmanasar III / foto Osama Shukir Muhammed Amin FRCP (Glasg) en Wikimedia Commons

En él hay 20 escenas en relieve, cinco por cada lado, que representan a cinco reyes ofreciendo tributos y postrándose ante él: Sua de Gilzanu, Jehú, el rey de Musri, Marduk-apil-usur de Suhi, y Qalparunda de Patin.

Cada una de las escenas ocupa cuatro paneles alrededor del pilar y lleva una inscripción cuneiforme que las explica.

Por encima y por debajo de los relieves, otra larga inscripción cuneiforme relata los hechos más destacados de la vida y las campañas militares del reinado de Salmanasar III.

Se trata de uno de los dos obeliscos asirios completos que se han encontrado hasta ahora, junto con el Obelisco Blanco de Asurnasirpal I. Tiene 197,8 centímetros de alto por 45 de ancho, y forma de obelisco con base rectangular, que se va estrechando en altura hasta coronar de manera escalonada.

Detalle de la parte superior del obelisco / Osama Shukir Muhammed Amin FRCP (Glasg) en Wikimedia Commons

El obelisco negro es importante históricamente porque en él aparece mencionado por primera vez un personaje bíblico, el rey Jehú de Israel (aunque algunos investigadores opinan que la mención es, por el contrario, al rey Joram).

La figura bíblica aparece en el segundo registro desde arriba, mencionado como Ia-ú-a mar Hu-um-ri-i en la inscripción, que establece que Jehú trajo o envió su tributo alrededor del año 841 a.C.:

Recibí el tributo de Iaua (Jehú) hijo de (la gente de la tierra de) Omri: plata, oro, un cuenco de oro, un jarrón de oro con fondo pintado, copas de oro, vasos de oro, estaño, un cetro para la mano del rey (y) lanzas

El rey Jehú postrado ante Salmanasar / foto Steven G. Johnson en Wikimedia Commons

Pero también porque supone la primera referencia conocida a los persas (Parsua, en la inscripción del obelisco).


Fuentes

McCarter, P. Kyle. Yaw, Son of ‘Omri: A Philological Note on Israelite Chronology. Bulletin of the American Schools of Oriental Research, no. 216 (1974): 5-7. doi:10.2307/1356327 | Jeffrey Kah-Jin Kuan, Neo-Assyrian Historical Inscriptions and Syria-Palestine | British Museum | Wikipedia


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