Durante casi doscientos años, los arqueólogos han buscado una explicación plausible para el antiguo santuario rupestre de Yazılıkaya, en Turquía central. Hace más de 3.200 años, los canteros tallaron más de 90 relieves de deidades, animales y quimeras en el lecho de piedra caliza.
Un equipo internacional de investigadores presenta ahora una interpretación que sugiere por primera vez un contexto coherente para todas las figuras. Así, los relieves tallados en piedra en dos cámaras rocosas simbolizan el cosmos: el inframundo, la tierra y el cielo, así como los ciclos recurrentes de las estaciones, las fases de la luna y el día y la noche.
El santuario rupestre de Yazılıkaya es patrimonio cultural de la UNESCO y, sin embargo, también es uno de los grandes rompecabezas de la arqueología. El santuario se encuentra en Turquía central, a unos 150 kilómetros al este de Ankara, cerca de la antigua capital hitita Hattuša. En el siglo XIII a.C., más de noventa figuras, en su mayoría divinidades, fueron talladas en la piedra de dos cámaras naturales de roca, y frente a ellas se erigió un templo. Los científicos coinciden hoy en día en que el santuario fue un importante lugar de culto en la época del reino hitita (c. 1650-1190 a.C.).

Los relieves de los dioses hititas siguen un estricto orden jerárquico y están enfrentados a una imagen del gran rey Tudhalija IV. Sin embargo, el significado de la procesión ha sido un misterio desde que los estudiosos la vieron por primera vez hace casi doscientos años. El prehistoriador Juergen Seeher, que dirigió las excavaciones en Hattuša desde 1994 hasta 2005, escribió en 2011 en la última monografía sobre Yazılıkaya: Todavía hoy no está en absoluto claro qué función cumplía realmente el santuario rupestre.
Ahora, por primera vez, un equipo de arqueólogos y astrónomos suizos, estadounidenses y turcos presenta una explicación que abarca todas las figuras de la instalación y asigna a cada una de ellas una función plausible. El artículo científico se ha publicado en el Journal of Skyscape Archeology, revisado por expertos, y es de acceso libre. Según los científicos, el santuario es esencialmente una representación simbólica del orden cósmico tal como lo imaginaban los hititas. Los relieves artísticos representan, por un lado, los niveles estáticos del cosmos -el inframundo, la tierra, el cielo y las deidades más importantes de lo alto- y, por otro, también los procesos cíclicos de renovación y renacimiento: el día y la noche, las fases de la luna y las estaciones. Cada una de las más de noventa figuras se adhiere a este sistema.

Esta explicación, que en retrospectiva resulta evidente, fue el resultado de varios años de intensa investigación. En el curso de esta investigación, el geoarqueólogo Eberhard Zangger, presidente de la Fundación de Estudios Luwitas de Zúrich, y Rita Gautschy, arqueóloga y astrónoma del Instituto de Arqueología de la Universidad de Basilea, se dieron cuenta de que muchas de las figuras de Yazılıkaya indican las fases lunares y la época del año solar.
Los investigadores publicaron esta interpretación en 2019 en un artículo científico. La investigación posterior se centró en el significado simbólico del santuario en su conjunto; en ella participaron -además de Zangger y Gautschy- E. C. Krupp, director del Observatorio Griffith de Los Ángeles, y Serkan Demirel, historiador de la antigüedad de la Universidad Técnica de Karadeniz (Turquía).
La nueva interpretación integra muchos componentes que los científicos habían reconocido antes. Esto se aplica a la función de un calendario lunisolar, pero también al significado de la Cámara B como símbolo del inframundo, que se indica, entre otras cosas, con un relieve del dios Nergal. Sin embargo, la idea de asociar a los dioses más importantes del panteón hitita con la región circumpolar del cielo boreal es completamente nueva. Las constelaciones cercanas al eje celeste, visibles durante todo el año, desempeñan un papel especial en la cosmología y la religión de muchas culturas primitivas. En Yazılıkaya es, entre otras cosas, su posición en la procesión -hacia el norte y por encima de los demás dioses- lo que sugiere tal interpretación.

Los investigadores escriben: Por tanto, parece más probable que se tratara de un lugar donde se exponía la información astronómica para que el santuario en su conjunto cosmológico se ajustara a la expresión completa del orden cósmico. Las dos cámaras principales del santuario eran, sobre todo, espacios rituales que se utilizaban como escenario para una importante actividad ceremonial en la que participaba un público concreto. Los dioses eran ilustrados de forma elaborada a gran escala. Se trata de una puesta en escena, no de un mero cómputo.
Fuentes
Luwian Studies / Zangger, Eberhard, E. C. Krupp, Serkan Demirel and Rita Gautschy (2021): “Celestial Aspects of Hittite Religion, Part 2: Cosmic Symbolism at Yazılıkaya.” Journal of Skyscape Archaeology 7
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