La Colonia Augusta Rauricorum (Augusta Raurica) fue fundada por Lucio Munacio Planco, uno de los políticos más escurridizos de finales de la República y los primeros tiempos del Imperio, en el verano del año 44 a.C. en la orilla sur del Rin, cerca de la actual ciudad de Basilea en el norte de Suiza. Sabemos el año exacto porque así lo indica la inscripción de la tumba del propio Planco en Gaeta, Italia.

El nombre original con el que la fundó Planco, Colonia Raurica, indica su establecimiento en el territorio de la tribu gala local de los Ráuracos, a quienes Julio César había derrotado en la batalla de Bibracte junto a los Helvecios en 58 a.C.

Pero la fundación de Planco no prosperó, y habría que esperar a la conquista de los Alpes centrales por parte de Augusto en 15 a.C., en la que fue uno de los puntos claves, para que la ciudad se desarrollase plenamente. Esta refundación por Augusto (como colonia de veteranos) haría que el nombre se ampliase a Colonia Paterna Munatia Felix Apollinaris Augusta Emérita Raurica.

Situación de Augusta Raurica al norte de Suiza / foto MunatiaPlancina en Wikimedia Commons

Estaba flanqueada por dos arroyos, que habían formado una meseta con fuertes pendientes, lo que proporcionaba a la ciudad una protección natural y una amplia vista sobre la llanura del Rin. La parte alta se asentaba sobre un espolón, mientras que la baja se disponía en la llanura a lo largo del río.

A partir del siglo II d.C. es ya un importante centro comercial y capital de una provincia romana local, con una población de unos 20.000 habitantes. El Rin conectaba la ciudad por el agua con el noroeste. Por tierra se cruzaban en ella la calzada que venía del norte de la península Itálica con la este-oeste que llevaba de la Galia a Raetia y Panonia.

El principal foro de la ciudad / foto MunatiaPlancina en Wikimedia Commons

Sus principales exportaciones a otras partes del imperio eran la carne de cerdo ahumada y el tocino, aunque se cree que también producía ladrillos de cerámica.

Tenía todas las comodidades de una ciudad romana típica: anfiteatro, un foro principal y varios secundarios, acueducto, templos, termas y baños públicos y, además, el mayor teatro romano al norte de los Alpes, con capacidad para unos 10.000 espectadores.

Reconstrucción del templo principal de Augusta Raurica / foto Codrin.B en Wikimedia Commons

En el año 250 d.C. un terremoto dañó buena parte de la ciudad, que fue destruida una década más tarde por tribus germanas. En las excavaciones de las calles de la parte alta aparecieron armas y restos que indican que hubo combates en el interior de la ciudad.

La población, ya muy reducida, se retiró a un espolón natural en el borde de la ciudad alta, que fue fortificado utilizando materiales de las estructuras públicas y privadas de la antigua ciudad. Esto fue solo una solución temporal, pues hacia 290 d.C. se inició la construcción de un nuevo asentamiento fortificado en la zona de la ciudad baja.

A este asentamiento se le conoce como el Castrum rauracense, y su misión era asegurar el puente sobre el Rin. Las tropas romanas de la Legio I Martia permanecieron acantonadas allí hasta la primera mitad del siglo V d.C.

Reconstrucción de Augusta Raurica / foto MunatiaPlancina en Wikimedia Commons

Luego, a partir del siglo VII la urbe medieval (en la que ya predominan los francos) iría perdiendo importancia y decayendo en favor de la cercana Basilea, en cuyas construcciones se utilizaron materiales procedentes de los edificios de Augusta Raurica.

El asentamiento original de Augusta Raurica dio lugar a la actual localidad de Augst, y el castro a la de Kaiseraugst. Las excavaciones han sacado a la luz muchas de las construcciones romanas, como el anfiteatro, el teatro, el acueducto, el foro principal con el templo de Júpiter y una basílica, así como una taberna, una panadería, y talleres de alfarería y cerámica.

Restos de la muralla del Castrum / foto Mikatu en Wikimedia Commons

Pero solo un 20 por ciento de la antigua ciudad ha sido excavado a día de hoy. Existen dos equipos arqueológicos permanentes, uno en Augst y otro en Kaiseraugst, que realizan prospecciones durante todo el año.

Augusta Raurica es la ciudad romana mejor conservada al norte de los Alpes (que no haya sido reconstruida en tiempos posteriores).

Convertida en un gran parque arqueológico, cuenta con museo, reconstrucciones de casas romanas e incluso espectáculos de recreación histórica.


Fuentes

Augusta Raurica (Sitio oficial) / R. Furger, Alex: «Augusta Raurica«, in: Historisches Lexikon der Schweiz (HLS) / The Empire Stops Here: A Journey along the Frontiers of the Roman World (Philip Parker) / Wikipedia


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