La Lista Real Sumeria es un listado de reyes de Mesopotamia que se ha encontrado en varios artefactos arqueológicos y documentales, con ligeras variaciones. El mejor conservado de todos, y el que tiene la lista más extensa, es el llamado Prisma de Weld-Blundell, un prisma vertical de arcilla inscrito en lengua cuneiforme que data de 1800 a.C. y se encontró en 1922 en la ciudad de Larsa, actual Irak.

El prisma Weld-Blundell con la Lista Real Sumeria / foto Gts-tg en Wikimedia Commons

Contiene un listado de todos los reyes sumerios, desde los míticos gobernantes anteriores al diluvio con reinados increíblemente largos (Después de que la realeza descendiera del cielo, la realeza estuvo en Eridug. En Eridug, Alulim se hizo rey y gobernó 28.800 años) hasta la dinastía de Isín hacia 1730 a.C.

La única mujer que se menciona en esa lista es la reina Kubaba (en sumerio Kug-Bau), que habría reinado durante 100 años entre 2500 y 2330 a.C. aproximadamente, durante la tercera o cuarta dinastías de Kish (Kish era una ciudad sumerio-acadia).

Su nieto Ur-Zababa tenía un copero que acabaría por destronarle y crear un imperio, Sargón el Grande, cuya historia ya contamos en otro artículo.

En la crónica de Esagila, un texto religioso de la antigua Babilonia escrito hacia 1800 a.C. se dice que Kubaba era una tabernera elevada al trono en el reinado de Puzur-Nirah:

En el reinado de Puzur-Nirah, rey de Akšak, los pescadores de agua dulce de Esagila estaban pescando para la comida del gran señor Marduk; los oficiales del rey se llevaron el pescado. El pescador estaba pescando cuando habían pasado 7 (u 8) días […] en casa de Kubaba, la tabernera […] llevaron a Esagila. En ese momento… de nuevo para Esagila […] Kubaba dio pan al pescador y dio agua, ella le hizo ofrecer el pescado a Esagila. Marduk, el rey, el príncipe de los Apsû, la favoreció y dijo: “¡Que así sea!” Confió a Kubaba, la tabernera, la soberanía de todo el mundo

Crónica de Esagila 38
Mapa de Sumeria / foto Umma2350 en Wikimedia Commons

Poco o casi nada se sabe acerca de la vida ni del reinado de Kubaba, salvo que tras su muerte fue deificada y los santuarios en su honor empezaron a proliferar por toda Mesopotamia. Durante el período hurrita se la identificaba con Kebat, un título de la diosa madre Hannahannah.

A comienzos de la época hitita la encontramos como diosa tutelar y protectora de la ciudad de Carquemís (la Europus romana en la actual frontera sirio-turca) en inscripciones cuneiformes y jeroglíficas.

En numerosos relieves encontrados en Anatolia se la representa generalmente sentada, con un tocado cilíndrico y sosteniendo en una mano un tympanum (una especie de tambor pequeño que se tocaba con el pie) o un espejo y en la otra una granada.

Relieve de la diosa Kubaba encontrado en Birecik, Turquía / foto Rama en Wikimedia Commons

Esto es significativo porque el tympanum es el más común de los instrumentos asociados al culto de la diosa Cibeles en el arte y la literatura grecorromanos. Sin embargo, en Anatolia, donde surgió la diosa Cibeles, no se la representaba con él. Es solo a partir del siglo VI d.C. que la iconografía de Cibeles como meter (madre) la muestra con un tympanum en su brazo izquierdo, sentada y con uno o varios leones.

Según Emanuel Laroche, Maarten J. Vermaseren y Mark Munn, el culto de Kubaba se extendió y su nombre se adaptó a la diosa principal de los reinos sucesores de los hititas, con quien se fundió para dar lugar a una nueva deidad. Así surgió la deidad frigia Matar Kubileya (Madre Cibeles). En Lidia su nombre era Kuvav, transcrito Kybêbê por los griegos jónicos, y luego helenizada como hija de Zeus.

Estatua de Cibeles portando un tympanum / foto Peterjr1961 en Wikimedia Commons

Según Munn, la prueba de esto es que los monumentos de la Madre Frigia son todos posteriores al tiempo en que Kubaba era una de las diosas de Sardes (la capital de Lidia), conocida por los griegos como Kybebe.

Sardes pues, fue incendiada, y ardió también un santuario de la divinidad local Cibebe, pretexto de que se valieron los persas en lo venidero para pegar fuego a los templos de la Grecia

Heródoto, Historia, V.102
Relieve de la diosa Kubaba portando una granada, encontrada en Carquemís / foto Georges Jansoone en Wikimedia Commons

Así, durante el período en que se crearon los monumentos de Cibeles, la Madre Frigia, el hogar más significativo de Kubaba era Sardes, en Lidia, donde las fuentes griegas dicen que era llamada Kybebe por los lidios y los frigios. Los lugares de Kybebe, conocidos en frigio como kubeleya, eran los lugares de culto naturales o artificiales de esta diosa, que se había convertido en expresión de la soberanía lidia.

Si esta hipótesis es correcta, significa que una tabernera (posiblemente un intento posterior de desacreditarla) sumeria del siglo XXIV a.C., que se hizo con el trono de Kish, fue la primera mujer conocida en reinar en su propio nombre y tuvo un extenso reinado, acabó convertida en una de las diosas más importantes de la religión y la mitología de la Antigüedad, nada menos que la personificación de la Madre Tierra y la Naturaleza, la Diosa Madre Cibeles.

No obstante, no todos los especialistas están de acuerdo con ella. Manfred Hutter opina que, cuando los persas incendiaron Sardes, tal y como relata Heródoto, quemando el templo de Kubaba, ésta desapareció de la religión y la historia de Lidia, no recuperándose nunca.

Por tanto, cree que la idea de que Kubaba contribuyó a la formación de la Matar Kubileya frigia debe descartarse, ya que ambas diosas serían diferentes, aunque habría algunas influencias iconográficas entre las representaciones de ambas.


Fuentes

Ashmolean Museum / Esagila Chronicle / Kybele as Kubaba in a Lydo-Phrygian Context (Mark Munn) / Kubaba in the Hittite Empire and the Consequences for her Expansion to Western Anatolia (Manfred Hutter) / The Sumerian king list / Wikipedia


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