Cuando terminó la Primera Guerra Mundial los soldados que habían participado en ella y tenido la suerte de sobrevivir, regresaron a sus casas. Como en todas las guerras unos se adaptaron mejor que otros en ese retorno, pero muchos se encontraron con la desagradable situación de no tener empleo.

En el caso de los soldados australianos, aquellos que desembarcaron el 25 de abril de 1915 en Gallipoli y que obligaron al ejército otomano a rendirse en octubre de 1918 con la toma de Gaza y Jerusalén, de los más de 300.000 enviados al frente, 60.000 nunca regresaron y otros 150.000 fueron heridos, gaseados o hechos prisioneros.

Para que los que pudieron volver tuvieran al menos algo en lo que trabajar, el presidente de la junta de carreteras del país, William Calder, propuso emplearlos en la construcción de una carretera que conectara los hasta entonces aislados asentamientos de la costa suroeste australiana.

Trazado de la carretera / foto Gryllida en Wikimedia Commons

El estudio del trazado de lo que se llamó provisionalmente South Coast Road (Carretera de la Costa Sur) comenzó en 1918. Se diseñó una ruta que partía de la localidad de Barwon Heads y seguía la costa hacia el oeste alrededor del cabo Otway, terminando cerca de Warrnambool.

Para poder acometer el proyecto se constituyó una empresa llamada Great Ocean Road Trust, con el presidente del país a la cabeza (que donó 3.000 libras), y que consiguió reunir 81.000 libras mediante suscripciones privadas y préstamos.

Placa conmemorativa en Big Hill / foto Chis.Sherlock en Wikimedia Commons

Ese dinero se devolvería cobrando a los conductores que usaran la futura carretera un peaje. Una vez que la deuda estuviera saldada, la carretera pasaría a ser propiedad pública.

La construcción comenzó el 19 de septiembre de 1919 con la participación de 3.000 de los soldados australianos que habían luchado en la Primera Guerra Mundial. Los trabajos se realizaron principalmente a mano, con explosivos, picos, palas y carretillas y muy poca maquinaria.

Avanzaban a razón de 3 kilómetros al mes por el desierto, siendo los tramos finales de escarpadas montañas costeras los más peligrosos y difíciles.

Foto Paul Carmona en Wikimedia Commons

Los soldados se tomaron aquello como una misión militar más. Un equipo de reconocimiento precedía al grueso de la expedición, se alojaban en tiendas de campaña y tenían un comedor y cocina comunes. El campamento contaba con pequeñas comodidades como un piano, juegos, periódicos y revistas.

El primer tramo se terminó en 1922, abriéndose al tráfico en diciembre. Habría que esperar otros diez años más, hasta 1932, para que la carretera quedase completada, con una longitud de 243 kilómetros entre las localidades de Torquay y Allansford.

Se inauguró en noviembre y, como hacía pocos meses que el presidente Hitchcock había muerto, su coche fue incluido en la caravana de inauguración y se levantó un monumento en su honor como padre de la Carretera.

El Hitchcock Memorial / foto dominio público en Wikimedia Commons

Recorrer aquella carretera suponía toda una aventura, pues solo tenía anchura para un vehículo, a pesar de que se podía circular en los dos sentidos. Evidentemente, la nueva vía facilitó la urbanización del entorno. Así, quienes viviesen cerca o se construyeran una casa en sus inmediaciones podían solicitar, por 5 libras, la creación de un cruce para poder incorporarse a la carretera.

El 2 de octubre de 1936 la carretera pasó a ser propiedad del Gobierno del Estado de Victoria, y se eliminó el peaje. En la década de 1960, con la proliferación de hoteles a lo largo de la Great Ocean Road (Gran Carretera del Océano) como se la denominó, se ensancharon algunos tramos.

Placas en memoria de los soldados y el ingeniero que construyeron la carretera / foto Orderinchaos en Wikimedia Commons

Aun así, a día de hoy conducir por ella sigue siendo todo un desafío, y está considerada como una de las grandes carreteras escénicas del mundo.

Recorre toda la llamada Costa del Surf y atraviesa y conecta selvas tropicales, playas, acantilados y desfiladeros. Entre los lugares pintorescos a los que proporciona acceso están los famosos Doce Apóstoles de piedra.

En 2004 se construyó una senda peatonal paralela, el Great Ocean Walk. Y en 2011 la carretera fue incluida en la lista de Patrimonio Nacional de Australia como el monumento de guerra más grande del mundo, dedicado a los soldados caídos en la Primera Guerra Mundial.


Fuentes

Great Ocean Road (Web Oficial) / Australian War Memorial / The Sydney Mail / Engineers Australia / Wikipedia


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