Aunque se las encuentra en varias zonas del Mediterráneo, las Domus de Janas son especialmente abundantes en Cerdeña, donde fueron construidas por una cultura prenurágica (es decir, anterior a la Edad de Bronce) llamada cultura Ozieri, que se desarrolló en la isla entre 3200 y 2800 a.C.
El principal centro religioso de esta cultura neolítica es el famoso altar de Monte d’Accoddi, una especie de pirámide escalonada mil años anterior a las egipcias, que se descubrió en 1954 al noroeste de la isla. Está considerado como el monumento de culto más singular de los primeros años del Mediterráneo occidental.
La cultura Ozieri se dedicaba principalmente a la agricultura, y tenía una religión con muchas correspondencias con la de las islas Cícladas, adorando al Sol y al toro, como símbolos masculinos, y a la Luna y la Diosa Madre, como símbolos de fertilidad femeninos. Estatuillas de la diosa se han encontrado abundantemente en toda Cerdeña.
Las Domus de Janas, término sardo que significa casas de hadas o de brujas (y que deriva de Diana, la diosa de la caza, al igual que las xanas asturianas y las anjanas cántabras), son estructuras excavadas en la roca viva, en forma de casa a la que se accede por una entrada estrecha, y que servían como tumbas, generalmente excavadas muy próximas formando auténticas necrópolis.
El objetivo era imitar las casas de los vivos, pero a pequeña escala, lo que además proporciona información sobre la construcción de viviendas en la época.
En Cerdeña se han documentado más de 2.400 de estas construcciones levantadas entre el 3400 y el 2700 a.C., que destacan frente a las de otros lugares por la originalidad de su arquitectura y decoración.
Muchas tienen forma de cabaña con techos cónicos, con una estancia interior decorada con símbolos mágicos, cuernos de toro, espirales, zigzags y otros motivos geométricos en relieve sobre puertas y ventanas.
Las paredes se pintaban con ocre rojo, pigmento con el que también se embadurnaban los cuerpos antes del entierro, y a los que se acompañaba con joyas, herramientas, puntas de flecha de obsidiana, hachas de piedra, collares, brazaletes, anillos, comida y otros objetos, siendo depositados finalmente bajo conchas de moluscos. Algunos investigadores opinan que los cuerpos se dejaban al aire libre, siendo trasladados al interior solo una vez que habían sido reducidos a huesos.
La mayor de todas las domus de janas encontrada, situada en el municipio de Sedini, alberga hoy un museo etnográfico. Otra, la llamada Tomba del capo en Sant’Andrea Piru, tiene 18 habitaciones y fue transformada en iglesia durante la época bizantina.
La mayor concentración se encuentra en Anghelu Ruju, cerca de la ciudad de Alguer al noroeste de la isla, donde hay un grupo de 38 domus; y en Montessu, al sur, donde hay más de 40 de diferentes tamaños y tipologías.
En éste último conjunto destacan dos estructuras por su decoración. Una de ellas muestra un prótomo taurino en la entrada de la cámara y ojos y pechos de la diosa madre, así como una falsa puerta que simboliza el paso a la otra vida. La otra presenta cuernos de diferentes formas tallados en la bóveda y el escalón de entrada, en alusión al culto al dios toro.
Algunas domus de janas han sido posteriormente reaprovechadas como vivienda, mientras que otras, por sus formas caprichosas, son hoy un singular atractivo turístico, como la llamada roca del elefante.
La única excepción, la única zona donde no hay domus de janas, es Gallura, justo la región más al norte de Cerdeña, pues allí los difuntos solían ser enterrados en círculos megalíticos en lugar de en casas de hadas.
Fuentes
Sardegna Virtual Archaeology / Sardegna Turismo / On the trail of the ancient People of Sardinia / Wikipedia
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