No es la primera vez que hablamos aquí de los hermanos Grimm. ¿Quién no ha leído -o al menos, visto una adaptación cinematográfica- alguna de sus célebres versiones de cuentos populares? Cenicienta, Blancanieves, La bella durmiente del bosque, Hansel y Gretel, Rapunzel y un buen puñado de relatos más de títulos inolvidables han solazado la infancia de muchas generaciones.
Sin embargo, no eran historias originales suyas y para parte de ellas tomaron como referencias a autores anteriores. Uno de esos predecesores fue una escritora, hoy casi olvidada, llamada Marie Hassenpflug.
Marie Magdalene Elisabeth Hassenpflug nació en 1788 en Altenhaßlau, un distrito del municipio de Lisengericht, en el Landgraviato de Hesse-Darmstadt, que en aquella época formaba parte del aún existente Sacro Imperio Romano Germánico y, tras la disolución de éste en 1806, se convertiría en el Gran Ducado de Hesse. Su padre fue Johannes Hassenpflug, un abogado y funcionario de la administración, y su madre Marie Magdalena Dresen, una mujer descendiente de emigrantes hugonotes de la región de Dauphiné establecidos en Hanau, la ciudad natal de los hermanos Grimm.

De hecho, los Hassenpflug y los Grimm iban a emparentar porque el matrimonio no tuvo sólo a Marie sino también otros cinco hijos, cuatro chicas más y un único chico. Este último, Ludwig, alcanzaría prestigio como ministro de Justicia e Interior del Electorado de Hesse, el Principado Hohenzollern-Sigmaringen y el Gran Ducado de Luxemburgo (y su hijo Karl sería un afamado escultor), pero la mayoría le conoce hoy por haberse casado en 1822 con Charlotte Grimm, la única hermana de los famosos escritores y quien dirigió el hogar de éstos (pese a ser menor que ellos) cuando murió su madre.
Algunas de las hermanas de Marie también consiguieron renombre. Fue el caso de Amalie, que, como ella, era aficionada a la literatura y suyos son tres de los cuentos que aprovecharon los Grimm: Los tres hombrecitos del bosque, El padrino y La hospitalidad caprichosa. Cuando falleció su cuñada Charlotte en 1833, Amalie se encargó de ayudar a su hermano Ludwig en la crianza de los seis niños que tenía, ya que sus cuñados no congeniaban con él por su conservadurismo. Asimismo, entabló estrecha amistad con la poetisa y compositora Annette von Droste-Hülshoff, sobre la que ejerció una considerable influencia artística.

Johannes, profundamente conservador y masón, fue progresando y ascendiendo en el escalafón profesional, de manera que en 1789 consiguió ser nombrado alcalde de Hanau Neustadt. Los Hassenpflug tuvieron que trasladarse allí, a una casa de entramado de madera asomada a la plaza del mercado, donde permanecieron una década. El padre de los hermanos Grimm, Philipp Wilhelm, era secretario municipal y gracias a ello, como vimos, se establecería una relación amistosa entre ambas familias que más tarde desembocaría en el matrimonio de Ludwig y Charlotte.
Durante esos diez años, Marie padeció una enfermedad que la obligaba a guardar cama largos períodos, lo que a menudo se ha interpretado como un posible origen de su afición a leer y escribir. Dado que era aún una niña, desarrolló un gusto especial por los cuentos de hadas, tema que también gustaba a los dos amigos de la casa, Jacob y Wilhelm Grimm, que eran incluso más jóvenes (el primero nació en 1785 y el segundo en 1786). Como dijimos, los Hassenpflug eran de origen francés por parte de madre, lo que hace suponer que quizá hubiera en el hogar algún ejemplar de los Cuentos de antaño, de Charles Perrault.
En cualquier caso, parece probable que Marie conociese ese libro, ya que incluye relatos tan exitosos como La bella durmiente del bosque, Caperucita Roja, Cenicienta, El gato con botas y Pulgarcito, entre otros. Los dos primeros fueron versioneados por Marie, sirviendo, decíamos al comienzo, de base para la reescritura posterior que hicieron los Grimm, que es la más difundida. De hecho, Marie escribió asimismo La niña sin manos, La princesa con el piojo, El novio ladrón, Los dos hermanitos, Las andanzas de Daumerling, La sirena de agua, El príncipe rana, La llave dorada, Ave Fénix, El herrero y el diablo y probablemente Blancanieves, todos ellos aprovechados por los Grimm para su Kinder und Hausmärchen (Cuentos de la infancia y del hogar).

En 1799, Johann fue designado advocatus Fisci (inspector del Fisco) de Kessel, la capital del estado, donde a los tres años pasó a ser concejal, por lo que los Hassenpflug tuvieron que hacer las maletas otra vez. No obstante, Marie regresaría periódicamente a Hanau porque allí había conocido al capitán Friedrich von Dalwigk zu Schauenburg, un militar al servicio del príncipe elector, con quien se casó en 1814, teniendo un hijo en 1817 al que bautizaron Ludwig Alexander. Se establecieron en una finca de Hoof (en el actual municipio de Schauenburg), pero dos años después volvieron a Hanau al obtener su marido el puesto de chambelán de palacio de la duquesa Marie Friederike def Hesse-Kassel (hija del elector Guillermo I), quien incorporó a Marie como dama de compañía hasta 1824.
La amiga e inspiradora directa de los hermanos Grimm falleció en 1856 en Kessel, donde su padre lo había hecho diecinueve años antes, tras culminar su carrera como presidente de distrito. Uno de los personajes de los Cuentos de la infancia y del hogar se llama la Vieja Marie, seguramente un homenaje de los autores a su musa, aunque en realidad deberían haberlo ampliado a toda la familia, ya que el libro incluye relatos de casi todos. Ya vimos antes que Amalie aportó tres, pero es que otra hermana, Johanna (también llamada Jeanette), escribió Las tres hilanderas, La mesa, El asno y el bastón maravillosos, El señor Korbes, Los doce cazadores, El gato con botas, El ogro, La princesa Piel de Ratón y Hurleburlebutz.
Y aún hay unos cuantos más que los propios Grimm atribuyen a los Hassenpflug, anotando sin especificar quién se los contó o facilitó, como El lobo y los siete cabritillos, La serpiente blanca, El sastrecillo valiente, Los siete cuervos, El astuto Hans, El rey Pico de Tordo, El enano saltarín (Rumpelstilskin), El ganso de oro, Hans Dumm, Barba Azul, El clavel, La suegra, El sastre que se hizo rico y un fragmento de El buen trapo.
Fuentes
The Brothers Grimm and Folktale (James M. McGlathery, ed.)/Fairy tales and society. Illusion, allusion, and paradigm (Ruth B. Bottigheimer)/The fairy tale. The magic mirror of the imagination (Steven Swann Jones)/Wikipedia
Descubre más desde La Brújula Verde
Suscríbete y recibe las últimas entradas en tu correo electrónico.