La primera etapa de las excavaciones de un yacimiento helenístico fortificado del siglo II al I a.C., situado en el Cabo Chiroza entre el distrito de Kraimorie y el pueblo pesquero de Chengene Skele en la Bahía de Burgas, en la costa meridional del Mar Negro de Bulgaria, se completó en julio de 2020, según un comunicado del municipio de Burgas (la antigua Pirgos griega).
Las excavaciones están siendo realizadas por un equipo conjunto del Museo de Historia Nacional de Bulgaria y el Museo de Historia Regional de Burgas.
La fortificación tenía una superficie de 800 metros cuadrados y estaba protegida por un muro de piedra y un gran foso con una profundidad de 1,3 metros y una anchura de casi cuatro metros.

Un indicador de la datación del sitio es el material cerámico encontrado, unos 260 fragmentos, el 40% de los cuales son cerámica tracia, vasijas hechas a mano, con decoración plástica y una superficie pulida.
Los demás fragmentos son de ánforas y vasos locales e importados, y cerámica de laca roja con decoración en relieve. Entre ellas se han identificado ánforas procedentes de la isla de Kos y algunos fragmentos con origen en la zona de la antigua Pérgamo.

El descubrimiento del foso y el trazado de la pared de piedra permiten suponer que en el Cabo Chiroza se construyó otro centro fortificado tardohelénico, que data aproximadamente de la misma época que los ya conocidos cerca de la ciudad de Primorsko (Farmakida), Sinemorets, Brodilovo e Izvor. Es posible, sin embargo, que la estrecha pared y el foso marcaran el temenos (recinto) de un santuario costero.
Entre el 30 de junio y el 7 de julio se realizaron trabajos de arqueología submarina en las aguas orientales y sudorientales frente al Cabo Chiroza. Se descubrieron y cartografiaron estructuras y otros hallazgos en un área de 0,1 hectáreas.
Al mismo tiempo, se realizaron estudios geofísicos y estudios batimétricos del fondo marino, gracias al apoyo del Centro de Arqueología Submarina – Sozopol.

Se encontraron varias estructuras de piedra en una terraza submarina al este del Cabo Chiroza a una profundidad de cuatro metros. El equipo de buceo logró fotografiar muchos bloques de piedra de diferentes tamaños y formas.
Los descubrimientos incluyen un gran número de fragmentos de cerámica de fabricación griega, tégulas romanas e imbrexes (tejas superpuestas utilizadas en la antigua arquitectura griega y romana como cubierta impermeable y duradera), así como algunas tejas intactas de la Antigüedad Tardía.

Durante las inspecciones submarinas, el equipo logró recoger del fondo marino unos 100 fragmentos de cerámica, media barra de ancla griega de piedra, y varias ánforas relativamente bien conservadas.
Fuentes
Municipio de Burgas (Web Oficial)
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