Estamos acostumbrados a pensar que todos los castillos medievales erigidos en el Levante son obra de los cruzados, o por lo menos de los reinos cristianos que salpicaron la zona en tiempos de las Cruzadas. Pero nada más lejos de la realidad, y una de las mejores muestras de ello es la impresionante fortaleza de Nimrod.
Fue levantada hacia el año 1228 por Al-Aziz Utman, sobrino de Saladino, para proteger Damasco durante la Sexta Cruzada, sobre la ladera sur del Monte Hermón y a lo largo de una cresta situada a 800 metros de altitud.
Ello le valió el nombre árabe de Qal’at al-Subeiba (castillo del gran precipicio). El apelativo de Nimrod es posterior, del siglo XIX, posiblemente referencia al Nimrod bíblico mencionado en el Génesis.
Desde su posición domina los Altos del Golán, la meseta que hoy hace de frontera entre Líbano, Jordania, Siria e Israel, y el acceso por el oeste entre Galilea y Damasco. El recinto tiene 420 metros de largo por 150 de ancho, rodeado por una muralla con torres rectangulares y semicirculares construidas con grandes sillares de piedra.
El castillo fue tomado por los mongoles en 1260 y recuperado por el sultán mameluco Baibars tras la batalla de Ain Jalut, el 3 de septiembre de ese mismo año, que lo amplió y reforzó con seis nuevas torres y la ampliación de otras dos. Según Ronnie Ellenblum, estas obras llevadas a cabo por Baibars son excepcionales por su sofisticada y cuidadosa ejecución, no encontrada en ninguna otra fortaleza de Palestina. La principal sofisticación reside en los tejados abovedados de las Torres, construidos con capas cuadradas de piedras, mientras que las cúpulas de ese período solían construirse con una serie de capas circulares que disminuían en cincunferencia. En todas las torres octogonales, el techo descansa sobre un pilar central, lo que hace que la construcción sea aún más complicada. El acabado de la construcción de Baibars está completo.
La inscripción que conmemora la ampliación de Baibars todavía es visible in situ, y data de 1275. Está cerca de la puerta occidental, dentro de la fortaleza. Sus cuatro líneas grabadas en 5 piedras de granito tienen 6 metros de largo y son la mayor y más imponente inscripción encontrada hasta ahora en la zona (Israel-Siria-Palestina). Otras dos inscripciones anteriores, mencionando las obras de Al-Aziz Utman en dos períodos distintos, también se conservan.
Tras el fin del dominio cruzado en la zona, la fortaleza fue decayendo lentamente. Los otomanos la utilizaron como prisión de lujo para nobles desde 1517 hasta finales del siglo XVI, cuando fue definitivamente abandonada.
Un terremoto en octubre de 1759 afectó algunas partes del castillo de Nimrod, aunque la mayoría de las torres no sufrieron daños severos.
En los años 20 los franceses colocaron una batería de cañones haciendo un agujero en el muro occidental, por donde hoy se accede a la fortaleza, con el fin de reprimir las revueltas árabes y drusas. Durante la guerra entre Siria e Israel también sufrió algunos daños la fachada.
Hoy en día buena parte de la mampostería sigue en pie, así como multitud de pasadizos (uno especialmente construido para poder salir de la fortaleza sin ser descubierto por el enemigo), escaleras de caracol y cisternas de agua que mantienen parte del yeso original aún visible.
En la zona central de la fortaleza quedan las ruinas de la torre del homenaje, rodeada de grandes torres rectangulares. En la zona occidental está el recinto del castillo original, protegido por su propio foso y puente levadizo.
Se conservan, asimismo, unos seis relieves de leones, símbolo real del sultán mameluco Baibars. Con todo, aún es la mayor y mejor conservada de todas las fortalezas medievales de Palestina.
La Autoridad de Naturaleza y Parques de Israel permite a los turistas y curiosos visitar el recinto de la fortaleza y el yacimiento arqueológico, que son Parque Nacional.
Fuentes
Ellenblum, Ronnie. (1989). Who Built Qalʿat al-Ṣubayba? Dumbarton Oaks Papers, 43, 103-112. doi:10.2307/1291606 / Madain Project / Nimrod Fortress National Park (Sitio Oficial) / Wikipedia.
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