En 1949 el arqueólogo italo-alemán Giorgio Buchner comenzó a trabajar como funcionario de la Superintendencia Arqueológica de Nápoles, excavando primero la colina de Castiglione y después en el valle de San Montano en el municipio de Lacco Ameno, en la isla de Isquia situada a la entrada del golfo en el extremo septentrional de la ciudad napolitana.

Allí descubrió la necrópolis de la antigua colonia griega de Pitecusas, fundada por eubeos procedentes de Eretria y Calcis en el siglo VIII a.C., y quienes un siglo más tarde fundarían desde allí la primera colonia griega ya en tierra firme en la península itálica, la ciudad de Cumas.

En la necrópolis Buchner encontró abundantes joyas, cerámica, esculturas de terracota, escarabajos egipcios, lingotes de plomo, pesos de telar, herramientas y muchos otros objetos interesantes.

Situación de la isla de Isquia / foto NormanEinstein en Wikimedia Commons

Pero entre todo ello realizó un hallazgo sensacional: entre el rico ajuar de la tumba 168, de un niño de entre 10 y 14 años, encontró en 1953 una kotyle (cótila, taza pequeña y profunda de dos asas, similar a un skyphos pero de menor tamaño) de apenas 10 centímetros de alto.

La pequeña copa de cerámica apareció en varios trozos que el mismo Buchner restauró. Según Nicholas Coldstream data del año 720-700 a.C. Había sido hecha en la isla de Rodas y decorada en el estilo geométrico característico de la época.

El investigador Jens Holzhausen frente a la pequeña Copa de Néstor en Isquia / foto Marcus Cyron en Wikimedia Commons

En una de sus caras lleva una inscripción grabada, un epigrama de tres versos en alfabeto eubeo escrito de derecha a izquierda, al estilo fenicio como todas las inscripciones griegas más antiguas. Dice así:

ΝΕΣΤΟΡΟΣ : Ε…: ΕΥΠΟΤ(ΟΝ): ΠΟΤΕΡΙΟ(Ν) / ΗΟΣΔΑΤΟΔΕΠ(ΙΕ)ΣΙ : ΠΟΤΕΡΙ(Ο) : AΥΤΙΚΑΚΕΝΟΝ / ΗΙΜΕΡ(ΟΣ : ΗΑΙΡ)ΕΣΕΙ : ΚΑΛΛΙΣΤ(ΕΦΑΝ)Ο : ΑΦΡΟΔΙΤΕΣ (Soy la copa de Néstor buena para beber / quienquiera que beba de esta copa / inmediatamente se apoderará de él el deseo por la hermosamente coronada Afrodita)

La inscripción de la Copa de Néstor / foto dominio público en Wikimedia Commons

El epigrama hace alusión a la famosa copa descrita en un pasaje del undécimo libro de la Ilíada de Homero:

Hecamede acercó una mesa magnífica, de pies de acero, pulimentada; y puso encima una fuente de bronce con cebolla, manjar propio para la bebida, miel reciente y sacra harina de flor, y una bella copa guarnecida de áureos clavos que el anciano se llevara de su palacio y tenía cuatro asas—cada una entre dos palomas de oro—y dos sustentáculos. Á otro anciano le hubiese sido difícil mover esta copa cuando después de llenarla se ponía en la mesa, pero Néstor la levantaba sin esfuerzo. En ella la mujer, que parecía una diosa, les preparó la bebida: echó vino de Pramnio, raspó queso de cabra con un rallo de bronce, espolvoreó la mezcla con blanca harina y les invitó á beber así que tuvo compuesta la mixtura

Homero, Ilíada XI.174

La traducción de la inscripción depende de como se interprete la laguna que hay al comienzo. Puede ser una comparación entre la propia copa y la legendaria de Néstor descrita en la Ilíada, o puede estar identificando el objeto como propiedad de Néstor. Hasta la década de 1990 era esta última la propuesta más aceptada generalmente. Hoy prevalece la primera.

Excavaciones en la necrópolis de San Montano en Pitecusas / foto Giorgio Buchner

Las investigaciones y descubrimientos de Buchner sirvieron para que la isla de Isquia fuera reconocida como la primera colonia de la Magna Grecia. Pero la pequeña vasija de cerámica, a la que se denominó como la Copa de Néstor, depararía varias sorpresas más.

La inscripción que lleva resultó ser el más antiguo ejemplo escrito de poesía griega encontrado hasta ahora. Y no solo eso, ya que hace alusión al poema homérico, se trata de la más antigua referencia escrita de la Ilíada.

Además, dado que la inscripción dataría del 720-700 a.C. sería bastante anterior a las fechas de cristalización de la Ilíada, en torno a 680-640 a.C. según Martin West. Esto sugiere que la copa de Néstor debió haber sido mucho más famosa que lo que su breve descripción en la Ilíada indica.

Lo que lleva a algunos expertos a pensar que Homero estaba aludiendo a otro pasaje del Ciclo Épico en que se la describiría de manera más completa.

La Copa de Néstor en el museo de Isquia / foto Marcus Cyron en Wikimedia Commons

Pero aun hay más. Puede ser considerada la primera referencia conocida del alfabeto griego. Y como el alfabeto en que está escrita es el eubeo, sería también el primer precursor que existe del alfabeto latino. Porque el alfabeto eubeo, el utilizado en la isla griega de Eubea, es uno de los antiguos alfabetos griegos que tenía una Λ que parecía una L latina, una Σ muy similar a la S latina, así como otras cuyas formas presagiaban las formas latinas: Γ con forma de C puntiaguda, Δ con forma de D puntiaguda y Ρ con forma de R. El contacto en Pitecusas entre eubeos y etruscos hizo que este alfabeto fuera el que originó el alfabeto etrusco, y de él se derivó el latino que todavía utilizamos hoy en día.

Y todavía hay un detalle más que hace de esta pequeña copa un objeto intrigante y realmente excepcional. El gramático griego Ateneo de Náucratis, que escribió entre finales del siglo II y principios del III d.C. durante los reinados de Marco Aurelio y Cómodo, realiza en el libro XII de su obra Deipnosofistas (El banquete de los eruditos) una completa descripción de la copa de Néstor (quizá conociendo la descripción original del Ciclo Épico hoy perdida). Pues bien, dos réplicas que siguen esa misma descripción fueron depositadas en el Templo de Diana Tifatina en Capua, a solo unos pocos kilómetros tierra adentro de Nápoles y de Pitecusas.

Y recordemos que Estrabón dice que la ciudad de Metaponto, cerca de Tarento, fue fundada por colonos de Pilos que navegaban junto a Néstor de regreso de la guerra de Troya.

Seguidamente se encuentra Metaponto, que se encuentra a una distancia de ciento cuarenta estadios desde el puerto de Heraclea. Se atribuye su fundación a hombres de Pilos que navegaban de regreso de Troya junto a Néstor, respecto a los cuales se dice que fueron tan prósperos en el cultivo de la tierra que depositaron en Delfos como ofrenda una cosecha de oro.

Estrabón, Geografía VI.1.15
Situación de Isquia y Metaponto en la Magna Grecia / foto Rowanwindwhistler en Wikimedia Commons

Quienes hicieron esas réplicas para el templo de Diana en Capua no podían haber conocido la pequeña copa de Néstor que databa de, por lo menos, 7 siglos antes y había sido enterrada en la necrópolis de Pitecusas.

El propio Giorgio Buchner, en un artículo publicado en 1966 titulado Pithekoussai: Oldest Greek Colony in the West decía que la inscripción representa la primera pieza de poesía épica homérica conservada en su escritura contemporánea.


Fuentes

Isoladischia / What does the long-live Nestor’s Cup hold in store? Remarks on the reception of the theme in iconography and literature (Barbara Milewska-Wazbinska) / Nestor’s Cup and its Reception (Jasper Gaunt) / Coppa di Nestore (Francesco Valerio) / Giorgio Buchner, Pithekoussai Expedition Magazine 8.4, Penn Museum, 1966 / Wikipedia.


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