Los arqueólogos han encontrado las fichas y dados de un juego de la temprana Edad del Hierro en Noruega. Aparecieron en una tumba en el distrito de Nordhordland (al oeste del país y al norte de la ciudad de Bergen), datada hacia el año 300 d.C. a principios de la Edad del Hierro (hay que tener en cuenta que las fechas de la Edad del Hierro no son las mismas para el Mediterráneo y el norte de Europa) y situada en un túmulo en Ytre Fosse, cerca de la localidad de Alversund.
El hallazgo consta de un total de 13 fichas enteras y 5 rotas, así como un dado, tal y como confirmó el director de la sección de antigüedades del Museo Universitario de Bergen, Morten Ramstad, a la emisora nacional NRK: este tipo de descubrimientos en Escandinavia es raro, lo especial en este caso es que hemos encontrado casi todo el conjunto y no solo una pieza.
Las fichas están marcadas con números en forma de puntos, y tienen un valor de cero, tres, cuatro y seis. En total, menos de 15 artefactos de esta tipología han sido encontrados anteriormente en Noruega.
Este hallazgo conecta a Noruega con una red más grande de comunicación y comercio en Escandinavia. Al mismo tiempo puede ayudarnos a entender los comienzos de la Edad de Hierro en Noruega, dijo la arqueóloga Louise Bjerre del Museo Universitario.
Junto con el juego, se encontraron los restos de lo que se cree que es un noble o una persona poderosa. Los restos óseos, la cerámica ornamentada y el vidrio quemado hallados indican que la persona en la tumba fue quemada en una pira funeraria. También se encontró una aguja de bronce en el túmulo.

Según Ramstad, son las piezas de juego las que hacen que la tumba sea diferente a las demás: son objetos de estatus que testifican el contacto con el Imperio Romano, donde la gente se divertía con juegos de mesa. La gente que jugaba a juegos como este era de la aristocracia local o de la clase alta. El juego indicaba que se disponía del tiempo, el dinero y la capacidad de pensar estratégicamente.
El hombre era presumiblemente muy rico y tenía el control del estrecho de Alverstraumen, por el que debían transitar los bienes hacia y desde el continente.
Si controlabas estos lugares por donde pasaba la gente y las mercancias, podías conseguir grandes fortunas a través de los impuestos y las aduanas, dice Ramstad.

Los juegos de mesa de finales del Imperio Romano eran juegos de estrategia similares al ajedrez y al backgammon, que más tarde fueron adoptados por los pueblos germánicos y llegaron a Escandinavia, donde el Hnefatafl se convirtió en un éxito durante la era vikinga, antes de que fuera finalmente suplantado por el ajedrez.
Encontrar un juego de casi dos mil años de antigüedad es increíblemente fascinante. Nos dice que la gente de entonces no era tan diferente de nosotros, concluyó Ramstad.
Fuentes
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