En el yacimiento de la cueva Els Trocs, en los Pirineos (San Feliu de Veri, Bisaurri, Huesca), grupos rivales de agricultores primitivos migrantes o de agricultores y cazadores-recolectores indígenas chocaron violentamente alrededor del año 5300 a.C. Este choque resultó en una masacre de los agricultores de Els Trocs. La violenta reacción fue posiblemente desencadenada por la xenofobia o las disputas masivas por los recursos o privilegios, según un estudio publicado en Nature.
La cueva de Els Trocs se halla en medio de un altiplano, donde se eleva una montaña con la entrada de la cueva en su ladera. Además de los restos materiales de sus antiguos ocupantes, como herramientas de cerámica y piedra, contiene huesos de animales domésticos y salvajes masacrados, así como restos óseos humanos de niños y adultos.
Los 13 individuos identificados hasta ahora pueden asignarse a tres fases diferentes de ocupación del Neolítico que están muy separadas en el tiempo. Por lo tanto, estos “entierros” no son un grupo que compartió un único destino común.
Los investigadores centraron el análisis en nueve individuos (cinco adultos y cuatro niños) de la ocupación más temprana de la cueva hacia 5326–5067 a.C., cuyas fechas de radiocarbono se agrupan estrechamente y todos ellos muestran rastros de violencia peri y post mortem. Así pues, los individuos de esta fase I se distinguen por estar separados cronológicamente por más de 1.000 años de los de la fase II y por presentar un conjunto específico y único de lesiones que sugieren un episodio singular de conflicto del que fueron víctimas estos individuos.
Los adultos presentan lesiones consistentes por disparos de flecha en el cráneo. Los niños y los adultos muestran además rastros de una violencia contundente similar en el cráneo y en todo el esqueleto. El uso de armas de proyectiles como arcos y flechas en situaciones de conflicto se evidencia no sólo por los arcos del cercano asentamiento contemporáneo de La Draga, sino también por las pinturas rupestres de este período que representan varios tipos de actos violentos. Además de los rastros directos e inequívocos de violencia, esta evidencia indirecta apoya la suposición de que los individuos de Els Trocs fueron víctimas de una masacre .
La importancia del conflicto violento que se presenta aquí radica en la temprana evidencia de violencia intencional en el período Neolítico. Las fuentes existentes datan los primeros eventos de violencia colectiva, de los que fueron víctimas comunidades enteras de asentamientos, en Europa Central a finales del 6º y principios del 5º milenio a.C.
Los violentos acontecimientos en Els Trocs no tienen paralelo ni en España ni en el resto de Europa en esa época. Otro rasgo inusual es la remota ubicación geográfica del sitio, lejos de las primeras rutas migratorias neolíticas de la Península Ibérica, que se encuentran en la costa o a lo largo del valle del Ebro, respectivamente.
Los análisis genéticos poblacionales caracterizan a las víctimas de Els Trocs como los primeros migrantes del Neolítico, miembros de las comunidades que establecieron la agricultura y la ganadería en la Península Ibérica. Podrían representar a los miembros mayores y a los hijos de una comunidad neolítica más amplia que, separados del grupo principal, pasaban los meses de verano en los Pirineos en el curso de la trashumancia estacional, es decir, la migración de ganado.
Los autores de la masacre podrían haber sido cazadores-recolectores indígenas que vieron cómo el grupo neolítico invadía sus territorios de forrajeo. Alternativamente, puede haber sido un altercado entre dos grupos neolíticos en el que se intensificaron las disputas sobre los derechos territoriales. Este razonamiento considera como motivo que el terreno en el que tuvo lugar el evento violento es una meseta que ofrece múltiples recursos.
Es posible que se tratara de un grupo local que todavía vivía tradicionalmente como forajidos, y que decidiera oponerse a los migrantes de manera decisiva y con toda su fuerza. O puede haber sido otro grupo neolítico, ya sea extranjero o local, que le disputaba a las víctimas de Els Trocs sus pastos de verano.
Els Trocs probablemente documenta una temprana escalada de violencia intergrupal entre personas de orígenes y visiones del mundo posiblemente diferentes, entre nativos y migrantes o entre rivales económicos o sociales. El conflicto transmite la impresión de una acción xenófoba; el tipo de agresión sugiere un choque entre grupos enemigos.
Fuentes
Alt, K.W., Tejedor Rodríguez, C., Nicklisch, N. et al. A massacre of early Neolithic farmers in the high Pyrenees at Els Trocs, Spain. Sci Rep 10, 2131 (2020). doi.org/10.1038/s41598–020–58483–9.
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