¿Los persas iban cargando con un bloque de mármol en la Batalla de Maratón? Eso dice Pausanias:
De Maratón dista unos sesenta estadios Ramnunte yendo por el camino de la costa que conduce a Oropo. Las casas de sus gentes están junto al mar, pero un poco hacia el interior hay un santuario de Némesis, que es la diosa más inexorable para los hombres soberbios. Parece que también a los bárbaros que desembarcaron en Maratón les alcanzó la cólera de esta diosa; pues, presumiendo de que nada les impedía apoderarse de Atenas, llevaban mármol de Paros para hacer un trofeo como si ya lo hubieran conseguido. Con este mármol esculpió Fidias una estatua a Némesis, y sobre la cabeza de la diosa está una corona con ciervos y pequeñas imágenes de Nike.
Pausanias, Descripción de Grecia I–33
Efectivamente, en el camino entre el yacimiento de la antigua Ramnunte y Maratón está el santuario de la diosa Némesis, rodeado por frondosos bosques. Ya en el siglo VI a.C. existía aquí un templo dedicado a la diosa de la justicia retributiva, la solidaridad, la venganza y el equilibrio.
Ese primer templo sería destruido por los persas en 480 a.C. y reconstruido, unos cincuenta años más tarde, con mayores dimensiones. Cuando los persas se cebaron en su destrucción, arrasando el lugar, probablemente lo hacían por una singular razón.
Y es que diez años antes, en 490 a.C., los atenienses y sus aliados les habían vencido en la batalla de Maratón, arrebatándoles el bloque de mármol de que da cuenta Pausanias, y que traían para levantar una estela triunfal, y haciendo con él una estatua de Némesis, precisamente la que se encontraba dentro del templo.
Ese bloque mármol, cuenta la leyenda, fue arrebatado a los persas tras la batalla y con él Fidias o Agorácrito, uno de sus alumnos, talló la estatua de la diosa que se guardaba en el interior del templo, sobre una base decorada con relieves y frente al altar.
Sobre ella dice Estrabón:
la estatua de Némesis, que algunos consideran obra de Diódoto, mientras que otros dicen que es de Agorácrito de Paros, una obra de gran éxito tanto por su tamaño como por su belleza y digna de competir con las obras de Fidias
Estrabón, Geografía IX,1,17
Las dimensiones de la estatua alcanzaban los 4 metros de altura, y fue calificada por el historiador romano Marco Terencio Varrón como el mejor ejemplo de escultura griega.
En 1820 el arquitecto británico John Gandy encontró en el lugar del santuario una cabeza de mármol de tamaño natural perteneciente a una estatua de Némesis, con perforaciones para colocar en ella una corona de oro, que se envió al Museo Británico.
Posteriormente fueron apareciendo muchas partes de la estatua original, reconstruida en 1972 a partir de cientos de fragmentos encontrados dispersos, así como la base, de unos 90 centímetros de altura y 240 de ancho.
En tres de sus lados se representa una escena, casi circular, que muestra la presentación de Helena a su madre Némesis por parte de Leda.
El trabajo de recolección de los 340 fragmentos, y su ensamblaje final, fueron obra del profesor de arqueología de Universidad de Tesalónica George Despinis. No obstante, la datación sitúa su talla en torno al 430 a.C., esto es, unos 60 años después de la Batalla de Maratón.
Eso sí, del gran número de pequeños fragmentos recuperados los investigadores dedujeron que había sido enérgica y sistemáticamente destruida en el siglo IV d.C., presumiblemente por los cristianos fanáticos a los que Teodosio había dado vía libre para destrozar templos y estatuas paganas.
La reconstrucción permitió, asimismo, identificar hasta 11 copias romanas de menor escala.
Fuentes
Nemesis (Penn Museum) / British Museum / Miles, M. (1989). A Reconstruction of the Temple of Nemesis at Rhamnous. Hesperia: The Journal of the American School of Classical Studies at Athens, 58(2), 133–249. jstor.org/stable/148334 / Odysseus (Ministerio de Cultura de Grecia) / Wikipedia.
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