No hace falta explicar lo que es la Cruz Roja porque su labor y su presencia resultan familiares y fácilmente reconocibles. Se trata de una organización internacional de carácter humanitario que actúa en todo el planeta gracias al crecimiento y la aceptación que ha ido adquiriendo desde su fundación en 1863. Ahora bien, hoy en día ha diversificado su nombre para adaptarlo a la multiculturalidad y, con ello, también adopta variantes de su emblema, de manera que la Cruz Roja pasa a llamarse Media Luna Roja en el mundo musulmán y cambia la cruz por, obviamente, una media luna. Pero hay más símbolos.

La Cruz Roja nació de una iniciativa del empresario suizo Henri Dunant que, impresionado por el abandono en que quedaron las decenas de miles de heridos en la batalla de Solferino, que en 1859 enfrentó al ejército austríaco con los de Francia y Piamonte, solicitó ayuda a los vecinos del pueblo italiano homónimo.

Bajo el eslogan Tutti fratelli (Todos hermanos) atendieron a todos sin importar la nacionalidad y eso le llevó cuatro años más tarde a crear una institución cuyo objetivo sería «cuidar de los heridos en tiempo de guerra por medio de voluntarios entusiastas y dedicados, perfectamente calificados para su trabajo».

Los cinco fundadores del Comité Internacional de la Cruz Roja/Imagen: dominio público en Wikimedia Commons

Como era natural de Ginebra y además Suiza ya hacía gala de su neutralidad, fue en esa ciudad donde se ubicó la sede y también por esa razón se escucharon las propuestas del médico Louis Appia y el militar Henri Dufour -también suizos- para que se adoptara un emblema identificativo que fuera distinguible a primera vista en los campos de batalla. Se eligió la bandera de dicho país pero con los colores invertidos, lo que de paso facilitaba la visualización por su sencillez y contraste cromático (aunque obligaría a Tonga a cambiar la suya, al ser muy parecida). Asimismo, reunía otros conceptos complementarios como el color blanco de la paz, el rojo de la sangre y el símbolo cristiano, todo lo cual le confería la presumible aceptación internacional de cualquier contendiente. Y, en efecto, catorce gobiernos firmaron el primer convenio en 1864.

Pero en en el último cuarto del siglo XIX surgió un inesperado problema. La Guerra Ruso-Turca, que se libró entre 1877 y 1878 por el intento de Rusia de conseguir una salida al Mediterráneo y librar a los pueblos balcánicos del dominio del Imperio Otomano, llevó al gobierno de éste a plantear ciertas reservas a la Cruz Roja, no por su trabajo en la contienda sino porque temía que sus soldados no se sintieran cómodos ante un símbolo religioso ajeno. Como alternativa sugirió sustituirlo allí, provisionalmente, por una media luna roja (como en el caso suizo, invirtiendo los colores de la bandera) y, dado que los rusos se comprometieron a respetarlo, se aceptó y puso en práctica. Así fue cómo la Cruz Roja abrió la posibilidad de que su bandera se modificara localmente para ajustarse a la religión de cada sitio.

Banderas del Imperio Otomano y la Media Luna Roja/Imagen 1: dominio público en Wikimedia Commons – Imagen 2: dominio público en Wikimedia Commons

Sin embargo, no se materializó oficialmente hasta el siglo siguiente y, más en concreto, tras la conmoción que supuso la Primera Guerra Mundial, cuyo nombre mismo denota el alcance global que llegó a tener el conflicto. En 1929 se modernizaron los Convenios de Ginebra atendiendo la petición de tres países musulmanes, Turquía, Egipto y Persia, para sustituir la cruz roja por una media luna roja y, en el caso del tercero, un león rojo blandiendo una espada ante un sol, sus respectivos emblemas nacionales.

Ya explicamos en otro artículo el porqué de la media luna; por su parte, el león y el sol constituían una referencia astronómica y astrológica originaria de la antigua Babilonia, con el felino interpretado como metáfora de Alí (el primo y yerno de Mahoma), los héroes históricos o el símbolo típico de la realeza, mientras que el astro rey aludiría al mítico monarca Jamshid.

Ahora bien, la cosa amenazaba con multiplicarse y, en cierta forma, perder su sentido original si cada país se empeñaba en tener su propia bandera adaptada, así que en aquella misma Conferencia Diplomática se decidió no autorizar más cambios aparte de esos tres. Así quedó la situación hasta que una nueva gran contienda, la Segunda Guerra Mundial, volvió a poner en el tapete la cuestión. En 1949 se convocó una nueva conferencia en la que Holanda propuso volver al emblema único de la cruz a la par que el recién nacido estado de Israel recuperaba una petición hecha dieciocho años antes: una estrella de David roja. Todas las proposiciones fueron rechazadas, optándose por mantener el estatus vigente. Así siguió durante tres décadas.

Banderas de Irán y el León y el Sol Rojo/Imagen 1: dominio público en Wikimedia Commons – Imagen 2: dominio público en Wikimedia Commons

Entonces se entró en otra etapa de cambios. En 1980, la República Islámica de Irán renunció al león con el sol en favor de la media luna roja, no sólo por el marcado carácter religioso del nuevo régimen sino también para colaborar en la simplificación de emblemas. Pero eso no terminó con el debate, que además se enmarañaba al entrar en liza la complejidad de las guerras y situaciones actuales, que podían inducir a poner en duda la neutralidad de la Cruz Roja-Media Luna Roja ante el choque de los mundos cristiano y musulmán. Por eso en 1992 se empezó a plantear el diseño de un nuevo emblema que no tuviera ninguna connotación religiosa, política ni nacional.

En 1999 un grupo de trabajo se puso manos a la obra y al año siguiente concluyó que ese nuevo signo debería tener un aspecto similar a los dos existentes, dado que ya estaban profundamente enraizados en la sociedad en todas partes. El motivo elegido, presentado en 2005, fue el llamado Cristal Rojo: un rombo cuyos contornos eran de ese color sobre fondo blanco. Se podría usar solo, acompañando a los otros o incluso los tres juntos. Noventa y ocho países que asistieron a la conferencia en Ginebra votaron a favor y veintisiete en contra, por diez que se abstuvieron.

El cristal rojo adoptado en 2005 como emblema común/Imagen: dominio público en Wikimedia Commons

Y aún se introduciría otra novedad al año siguiente: finalmente, se aceptó la petición de Israel para la creación de la Maguén David Adom, es decir, la citada Estrella de David Roja, cuyo símbolo es el motivo que le da nombre.

En realidad se trata de dos triángulos entrelazados que aluden a un verso del Cantar de los cantares (que dice Yo soy de mi amado, y mi amado es mío) pero cuyos vértices superior e inferior metaforizan la unión entre el Cielo y la Tierra, es decir, el pacto entre Dios y Abraham. Los miembros de la Maguén David Adom usan la estrella sola dentro del país y la enmarcan en el cristal rojo cuando están fuera, tal como se comprometieron a cambio de su reconocimiento.

De momento, la puerta parece cerrada definitivamente en ese sentido. Atrás quedan otras propuestas que proliferaron a lo largo del siglo XX (e incluso antes, en 1899, cuando Siam quiso enarbolar una llama roja), como las de Afganistán (un arco), República del Congo (un cordero), India (una esvástica), Japón (el sol naciente), Líbano (un cedro), Sudán (un rinoceronte), Siria (una palmera), Zimbabue (una estrella de cinco puntas) y Países Bajos (un triángulo). Todos ellos en rojo sobre fondo blanco, naturalmente.

Las dos versiones de la Estrella de David Roja: para usar en Israel y en el exterior/Imagen1: dominio público en Wikimedia Commons – Imagen 2: dominio público en Wikimedia Commons

En suma, hoy en día hay básicamente una Cruz Roja y una Media Luna Roja más la Maguén David Adom y, como símbolo común, el Cristal Rojo. En el aire quedan multitud de interpretaciones sobre la elección de la cruz griega encarnada, que quizá tiene más miga de la que parece porque en la Edad Media ya se usaba como símbolo de la Peste Negra y los monjes camilianos dedicados al cuidado de los enfermos también la lucían sobre su hábito negro (por cierto, San Camilo es el patrón de los hospitales).

También ha cambiado la divisa, pues la original era Inter Arma Caritas (En guerra, caridad) y ahora ha pasado a ser Per Humanitatem ad Pacem (Con la humanidad, hacia la paz) junto al eslogan Protección de la dignidad humana. Lo que sigue igual es su vocación, esfuerzo y solidaridad.

Diversos emblemas propuestos por países: Zimbabue, Sudán, Siam, Líbano, India, Siria, República del Congo, Japón y Afganistán/Imágenes: dominio público en Wikimedia Commons

Fuentes

La historia de los emblemas (ICR, Comité Internacional de la Cruz Roja)/The Red Cross – an emblem of the world’s largest humanitarian organization (Seiyaku)/El debate sobre el emblema (IFCR, Federación Internacional de la Cruz Roja)/Wikipedia


  • Comparte este artículo:

Loading...

Something went wrong. Please refresh the page and/or try again.