En 2017 los científicos Eduardo Pérez y Yonas Chebude, del Departamento de Química de la Universidad de Adís Abeba, publicaron un estudio en el que revelaban que la salinidad de la laguna de Gaet’ale superaba el 43 por ciento, convirtiéndola por tanto en la masa o cuerpo de agua más salado del planeta.
No solo eso, el estudio indicaba que la composición del agua de la laguna era similar a la del Lago Don Juan, un lago hipersalino situado en la Antártida.
El lago Don Juan se consideraba, desde su descubrimiento en 1961, como el más salado de la Tierra, con un nivel de salinidad superior al 40 por ciento, puesto que ahora ocupa el Gaet’ale, cuya salinidad casi duplica la del Mar Muerto y supera en más de 12 veces la normal de los océanos terrestres.
La laguna Gaet’ale está situada en Etiopía, en la región de Afar y cerca del cráter Dallol en la Depresión de Danakil, cuyo paisaje de llanuras de sal y estanques verdes y ácidos de óxido de hierro y azufre, es uno de los más impactantes del mundo. El responsable son las fuentes termales subterráneas, que descargan salmuera y líquidos ácidos, y que junto con las erupciones freáticas (ocurridas en 1926) configuran un pequeño infierno en la Tierra.
Precisamente esas fuentes termales subterráneas de origen tectónico son las que alimentan también la laguna Gaet’ale. Ningún río desemboca en ella y ninguno sale de ella, y la temperatura del agua siempre está por encima de los 50 grados centígrados. No es única, pues en la zona existen numerosas balsas más, aunque sí es la mayor de todas, con un diámetro de unos 70 metros.
Se originó en 2005, según los nativos de la zona después de un terremoto (aunque imágenes de Landsat de febrero de 2003 ya muestran la laguna), y tiene forma de media luna. En su superficie se pueden ver abundantes burbujas, posiblemente causadas por el dióxido de carbono que emana de las fuentes termales fondo. Estas emanaciones tóxicas son probablemente las responsables de que en sus orillas suelan aparecer numerosas aves e insectos muertos.
Sus aguas son de color naranja amarillento o naranja rojizo, debido a las sales de hierro disueltas, mientras que la corriente del manantial subterráneo es de color amarillo.
Pero no, no huele a azufre ni nada parecido. La sal de la superficie queda cubierta por una fina capa de sedimento oscuro, y alrededor se acumulan desechos arrastrados por las inundaciones, generalmente de origen humano y procedentes de las aldeas próximas.
Etiopía no tiene una infraestructura turística desarrollada y, por tanto, la laguna no está incluida en ningún circuito aunque atrae visitantes curiosos de cuando en cuando. Sin embargo, no es recomendable la visita, al menos sin tomar las debidas precauciones.
Fuentes
Sharad Master, Gaet’ale- a reactivated thermal spring and potential tourist hazard in the Asale salt flats, Danakil Depression, Ethiopia, J Appl. Volcanol. 5, 1 (2016) doi:10.1186/s13617-015-0042-x | BBC | Pérez, E. & Chebude, Y., Chemical Analysis of Gaet’ale, a Hypersaline Pond in Danakil Depression (Ethiopia): New Record for the Most Saline Water Body on Earth, Aquat Geochem (2017) 23: 109. doi.org/10.1007/s10498-017-9312-z | Wikipedia.
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