Una máquina tragaperras es una máquina de juego de casino cuya disposición estándar es una pantalla con tres o más carretes que giran cuando se tira de una palanca o se pulsa un botón.

Son el método de juego más popular en los casinos y constituyen alrededor del 70 por ciento de los ingresos medios de los casinos estadounidenses.

La tecnología digital ha dado lugar a variaciones en su concepto original, con elementos más interactivos y gráficos de vídeo más avanzados.

Sittman y Pitt desarrollaron una máquina de juego en 1891 que fue un precursor de la máquina tragaperras moderna. Tenía cinco tambores con un total de 50 caras de cartas y se basaba en el póker. Esta máquina resultó ser muy popular y pronto muchos bares de Nueva York tuvieron una o más de ellas. Los jugadores insertaban una moneda de cinco centavos y tiraban de una palanca, lo que hacía girar los tambores y las cartas que sostenían para conseguir una buena mano de póker.

Lo curioso es que no había un mecanismo de pago directo, por lo que una pareja de reyes podían conseguirle al jugador una cerveza gratis, mientras que una escalera podía obtener cigarros u otras bebidas. Los premios dependían totalmente de lo que se ofrecía en el local.

Para hacer que las probabilidades fueran mejores para la casa, se quitaban dos cartas de la baraja: el diez de picas y la jota de corazones, lo que duplicaba las probabilidades de no obtener una escalera.

Otras máquinas similares fueron apareciendo con el tiempo, algunas con sustanciales mejoras y avances. Hasta que en 1963, Bally desarrolló la primera máquina tragaperras completamente electromecánica, llamada Money Honey y con pago automático de hasta 500 monedas. Su popularidad llevó al creciente predominio de los juegos electrónicos, y la palanca lateral pronto se volvió vestigial (aunque nunca dejaría de utilizarse del todo).

La primera máquina tragaperras de vídeo fue desarrollada en 1976 por la empresa Fortune Coin, y utilizaba un receptor de color Trinitron de Sony de 19 pulgadas modificado.

Desde los años 90, estas máquinas de azar o tragaperras están unidas a la cultura popular con diseños de los carretes inspirados en músicos, películas o referencias televisivas.

El diseño de las slots o tragaperras online no es muy diferente a aquellas primeras tragaperras, ya que está inspirado en los mismos símbolos de entonces y, también, en referencias a la cultura popular aunque más modernas.

La diferencia es que las slots online tienen 5 carretes y se pueden hacer apuestas de entre 1 y 25 líneas. Al haber más líneas, se supone que hay un número mayor de combinaciones y más posibilidades de ganar premios.


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