Los lingotes piel de buey (en inglés conocidos como oxhide ingots) son planchas metálicas principalmente de cobre, aunque también en ocasiones de estaño, que se producían durante la Edad del Bronce Tardía en la isla de Chipre y se distribuían después por todo el Mediterráneo.
Se utilizaron, al menos desde el año 1500 a.C., como medio de transporte del cobre y su venta a granel en todo el Mediterráneo por vía marítima, y su uso desapareció en torno al año 1000 a.C.
Su forma se asemeja a la piel de un buey con un mango o agarradera saliente en cada una de sus esquinas, motivo por el cual se los denomina así, aunque se desconoce el nombre que tenían originalmente.

Se pensaba que la forma indicaba que el valor de cada lingote era aproximadamente el equivalente a un buey, pero hoy los expertos están de acuerdo en que esto es solo una coincidencia y que la forma responde más bien a criterios de facilidad de transporte.
Algunos investigadores como Cemal Pulak creen que pudieron servir como un tipo de moneda primitivo. En este sentido, los lingotes encontrados en algunos pecios (barcos hundidos) de la época son lo suficientemente similares como para haber permitido un cálculo aproximado pero rápido de una determinada cantidad de metal en bruto. No obstante, los pesos de los lingotes varían de unos hallazgos a otros, y eso parece indicar que no se los puede considerar como moneda.
Los arqueólogos han recuperado muchos lingotes de este tipo, principalmente de dos naufragios frente a las costas de Turquía: el del Uluburun, al que ya dedicamos el artículo El fantástico cargamento del Uluburun, un barco de la Edad del Bronce de origen incierto, y otro en el Cabo Gelidonya.
El Uluburun contenía 317 lingotes de cobre en su forma normal de piel de buey, 36 con sólo dos protuberancias en las esquinas, 121 en forma de bollos y cinco en forma de almohada. El peso de estos lingotes de oscila entre 20,1 y 29,5 kg después de haber sido limpiados de la corrosión. Se encontraron apilados en cuatro filas siguiendo un patrón en espiga. Además de los lingotes de metal, la carga incluía marfil, joyas y cerámica micénica, chipriota y cananea.

La madera que transportaba el Uluburun correspondía a árboles cortados entre 1316 y 1305 a.C. según el estudio de sus anillos, lo que indica que esa puede ser la fecha de su último viaje y hundimiento. Ello lo corrobora la cerámica micénica encontrada a bordo, que se corresponde con la encontrada en el nivel de la destrucción de Mileto por el rey hitita Mursili II, que ocurrió en 1312 a.C.
El naufragio del Cabo Gelidonya contenía 34 lingotes piel de buey además de numerosos lingotes en forma de panal, barras rectangulares de estaño y herramientas agrícolas chipriotas hechas de bronce. La datación por radiocarbono de la madera que transportaba la nave arroja una fecha aproximada del 1200 a.C.
En el yacimiento arqueológico de Ras Ibn Hani, en Siria, se encontró un molde para fundir lingotes piel de buey, hecho de un tipo de piedra caliza de grano fino.

La importancia de estos lingotes en la economía mediterránea y particularmente chipriota queda de manifiesto en el hecho de que, durante la Edad del Bronce tardía, Chipre produjo numerosos soportes de bronce que incluían figurillas que representaban a un hombre que llevaba un lingote tipo piel de buey.
Los lingotes muestran la forma típica de cuatro asas que sobresalen, y los hombres las llevan sobre sus hombros. Según Vassos Karageorghis y George Papasavvas, estos artefactos se encuentran entre los objetos metálicos más impresionantes producidos en el Mediterráno oriental.
Aunque sólo se ha encontrado un fragmento de lingote piel de buey en Egipto, existen numerosas escenas pintadas que muestran representaciones de hombres llevando este tipo de lingotes. La más antigua data del siglo XV a.C. y la más reciente del siglo XII a.C. Los lingotes muestran sus cuatro protuberancias típicas, y en ellos se conserva pintura roja (que sugiere que se representaban como hechos de cobre).

En las inscripciones que acompañan a las pinturas se explica que los hombres que traían los lingotes procedían del norte, concretamente de Retenu (nombre que los egipcios daban a las regiones de Palestina y Siria) y Keftiu (Caphtor, un lugar de localización discutida).
En un relieve de Karnak se representa al faraón Amenhotep II montando un carro y lanzando flechas a un lingote piel de buey, que ya tiene otras 5 clavadas. Hace referencia a uno de los mayores logros atléticos del faraón: disparar flechas a un lingote de cobre mientras conducía un carro con las riendas atadas a la cintura.
entró en su jardín norteño y encontró que se le habían fijado cuatro blancos de cobre asiático de una palma en su espesor, con 20 codos entre un poste y su compañero. Entonces su majestad apareció en un carro como Montu el dios de la guerra en todo su poder. Agarró su arco y cuatro flechas al mismo tiempo. Así cabalgó hacia el norte, disparándoles como Montu con sus vestiduras. Sus flechas habían salido por detrás mientras atacaba otro poste. Era realmente un hecho que nunca se había hecho ni se había oído hablar de él: disparar a un blanco de cobre una flecha que lo atravesó y cayó al suelo – excepto al rey…

Disparar flechas a lingotes de cobre era uno de los deportes favoritos de los faraones en aquel tiempo.
Otras representaciones de personas que los transportan como tributo las encontramos en el obelisco de Rassam (Ashurnasirpal II), el pedestal del trono de Salmanasar III con representaciones de tributarios sirios, y una pintura de una tumba de Tebas, donde una persona lleva un lingote al hombro y en la mano un vaso de tipo minoico.
En 1963 se encontró en las excavaciones de Enkomi, un yacimiento de la Edad del Bronce situado en la parte noroccidental de Chipre, una estatuilla de bronce, de unos 35 centímetros de altura, que representa a un dios al que se ha denominado dios del lingote.

Lleva una lanza y un pequeño escudo y se alza sobre una base en forma de piel de buey, exactamente igual a la de los lingotes de cobre. Es una divinidad de origen sirio-palestino, un dios de la tempestad o la tormenta, pero también de la fuerza genética y fecundadora que se identifica con el buey o toro.
En la década de 1980 se encontró otra estatuilla de una divinidad, esta vez femenina y del siglo XII a.C., dispuesta sobre un lingote piel de buey, y a la que se identificó como la diosa de la fertilidad de las minas de cobre.
Como dicen Vassos Karageorghis y George Papasavvas: aparentemente, nadie advirtió al mundo antiguo que tuviera cuidado con los chipriotas que llevaban lingotes. Así pues, los chipriotas siguieron llevando sus lingotes en el país y en el extranjero, y los herreros chipriotas no dejaron de representar a algunos de ellos en acción.
Fuentes
Vassos Karageorghis and George Papasavvas, A bronze ingot-bearer from Cyprus | L.I.Avilova y N.N.Terejova, Lingotes normalizados de metal en el Próximo Oriente desde el Eneolítico a la Edad del Bronce | George F. Bass, Peter Throckmorton, Joan Du Plat Taylor, J. B. Hennessy, Alan R. Shulman and Hans-Günter Buchholz, Cape Gelidonya: A bronce Age Shipwreck. Transactions of the American Philosophical Society Vol. 57, No. 8 (1967), pp. 1-177, DOI: 10.2307/1005978 | N. H. Gale and Z. A. Stos-Gale, Oxhide Copper Ingots in Crete and Cyprus and the Bronze Age Metals Trade. The Annual of the British School at Athens Vol. 81 (1986), pp. 81-100, jstor.org/stable/i30102884 | Wikipedia
Descubre más desde La Brújula Verde
Suscríbete y recibe las últimas entradas en tu correo electrónico.