La rivalidad entre la Europa Occidental y la Oriental en la época de la Guerra Fría llevó a un proceso de réplica por el cual cuando un bloque creaba algo tenía su versión adaptada en el otro. Es algo que queda patente con la OTAN y el Pacto de Varsovia o el Mercado Común y el COMECON pero, por curioso que resulte, los países del Este también dieron una respuesta a algo mucho menos serio.

En 1977 nacía el ISC, el Festival de la Canción de Intervisión, que, como puede deducirse, era una copia del Festival de Eurovisión en el bloque comunista.

Intervisión era el nombre de la red televisiva de la OIRT (Organización Internacional de Radio y Televisión). Fundada en 1960 por las cadenas estatales de Hungría, Polonia, RDA y Checoslovaquia para facilitar el intercambio de programas entre los países soviéticos europeos, a lo largo de los dos años siguientes se le fueron uniendo las de la URSS, Bulgaria, Rumanía e incluso Mongolia y algunas de países no alineados, como la ORF (Österreichischer Rundfunk) austríaca y la YLE (Yleisradio) finlandesa.

División ideológica del mundo en 1980, con la Guerra Fría aún vigente/Imagen: Wikimedia Commons

Era la homológa de la UER (Unión Europea de Radiodifusión), creada en 1950 a imitación de la citada OIRT (que nació en 1946) por veintitrés radiodifusoras del oeste de Europa más Yugoslavia, Turquía, Egipto, Túnez y Líbano.

La rama exclusivamente televisiva de la UER se denominó Eurovisión y tenía como finalidad intercambiar noticias, programas, retransmisiones deportivas, eventos en directo, etc. En 1956 creó el Eurovision Grand Prix, posteriormente rebautizado como Eurovision Song Contest o Festival de la Canción de Eurovisión, que se ha seguido celebrando anualmente desde entonces.

Aunque experimentó algunos cambios, el éxito del formato -hoy es el programa vigente más antiguo del mundo- llevó a Intervisión a crear un certamen parecido que agrupara a los países de la órbita soviética. Se hizo esperar, eso sí, pues no fue hasta 1977 que, para ello, se tomó como punto de partida el SOPOT ISF o Festival Internacional de la Canción de Sopot, que era el más importante de Polonia junto con el Festival Nacional de la Canción Polaca de Opole y llevaba funcionando desde 1961. La ciudad de Sopot siguió siendo la sede.

En verde, participantes en el festival Intervisión al menos una vez desde 1977. En amarillo, los que nunca lo hicieron aunque podrían/Imagen: Alex Great en Wikimedia Commons

Las normas no fueron tan estables como en el concurso occidental y cambiaron con el tiempo. Así, en alguna edición, se otorgaron dos premios, uno para la mejor canción de la cadena y otro para la de la mejor de las compañías discográficas; o bien a la calidad de la pieza y a la interpretación del artista.

Otra diferencia era que se admitían países de todo tipo, no sólo comunistas o europeos, razón por la cual participaron Bélgica, Nueva Zelanda, Cuba, Perú o Sudáfrica, por ejemplo, aunque no de forma estable. Y estaba la peculiar forma de votar: dada la modesta cantidad de ciudadanos que disponían de teléfono para ello, los votantes debían dejar la luz encendida o apagarla, según les gustase o no cada canción, para que luego la compañía eléctrica hiciera la medición.

Checoslovaquia fue la primera vencedora en 1977 con el tema Malovaný džbánku, que cantó Helena Vondráčková. Al año siguiente la sucedió la URSS con Vsyo mogut koroli, interpretada por Alla Borisovna Pugacheva, y a continuación Polonia con Nim przyjdzie wiosna (por el cantante Czesław Niemen) y Finlandia con Hyvästi yö (a cargo de la joven Marion Rung).

Pero ahí se detuvo en seco el festival, debido al agitado contexto político-social que se dio en Polonia al entrar en la década de los ochenta, con el sindicato Solidaridad enfrentándose al gobierno militar.

La suspensión se mantuvo hasta 1984, en que la televisión polaca recuperó el concurso anterior, el SOPOT ISF.

Pero, claro, no era lo mismo y el público extranjero perdió interés, hasta el punto de que en 1999 se puso punto final también a ese certamen; al fin y al cabo, el régimen comunista se había acabado y ni siquiera existían ya ni el Pacto de Varsovia ni la Unión Soviética. Durante casi una década, la televisión polaca se limitó a invitar a artistas famosos como Whitney Houston, The Corrs o Elton John. Sin embargo, en 2008 se hizo un primer intento de revitalizar el Festival de la Canción de Intervisión con una nueva sede: la ciudad rusa de Sochi, ganando Tayikistán con la canción Hero, interpretada en inglés por la cantante Tahmina Niyazova.

La cosa no tuvo mayor recorrido. Al año siguiente, Vladimir Putin sugirió que Rusia lo retomara junto a China y los países de la OCS (Organización de Cooperación de Shangái), la mayoría de los cuales son asiáticos (China, Kazajistán, Kirguistán, Tayikistán, Uzbekistán, más India y Pakistán desde 2016).

Pero no se materializó y en 2014 llegó la propuesta de ampliar la participación a la CEI (Comunidad de Estados Independientes), formada por una decena de repúblicas ex-soviéticas, haciéndose extensiva a todas las que antaño integraban la URSS y también a los estados bálticos.

Finalmente, se canceló la idea ¿Para qué si todos los países de Europa del Este tomaban parte en el Festival de Eurovisión? Occidente ganó la Guerra Fría musical.



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