Los investigadores que trabajan en el Proyecto Arqueológico del Monte Sión en Jerusalén anunciaron el descubrimiento de evidencias claras de la conquista babilónica de la ciudad en 587-586 a.C.
El hallazgo es de un yacimiento que incluye capas de ceniza, puntas de flecha que datan de la época, así como cerámica de la Edad de Hierro, lámparas y una pieza de joyería de la época: una borla o pendiente de oro y plata. También hay indicios de una importante estructura de la Edad de Hierro en la zona, pero el edificio, bajo capas de épocas posteriores, aún no ha sido excavado.
El Proyecto Arqueológico del Monte Sión, codirigido por Shimon Gibson y James Tabor, profesores de la Universidad de Carolina de Norte Charlotte, y Rafi Lewis, profesor de la Universidad de Haifa, se extiende ya más de una década y ha realizado numerosos hallazgos significativos relacionados con los numerosos períodos históricos de la antigua ciudad, incluido el anuncio hecho en julio de 2019 sobre las pruebas relativas al saqueo de la ciudad durante la Primera Cruzada. El hallazgo actual es uno de los más antiguos y quizás el más prominente en su significado histórico, ya que la conquista babilónica de Jerusalén es un momento importante en la historia judía.
El equipo cree que el nuevo yacimiento puede datarse para el evento específico de la conquista debido a la mezcla única de artefactos y materiales encontrados – cerámica y luminarias, junto con evidencias del asedio babilónico representadas por madera quemada y cenizas, y un número de puntas de flecha de bronce y hierro de tipo escita que son típicas de ese período
Debido a la ubicación del hallazgo, se pueden eliminar varias explicaciones alternativas para los artefactos, según los investigadores. Sabemos por dónde corría la antigua línea de fortificación, señaló Gibson, así que sabemos que estamos dentro de la ciudad. Sabemos que no se trata de un vertedero, sino del barrio suroccidental de la ciudad de la Edad de Hierro – durante el siglo VIII a.C. el área urbana se extendía desde el área de la «Ciudad de David» hacia el sureste y hasta la colina occidental donde estamos excavando.
Los depósitos de ceniza, de manera similar, no son evidencia concluyente del ataque babilónico en sí mismos, pero lo son mucho más en el contexto de otros materiales.
Podrían ser depósitos de ceniza que se sacan de los hornos; o podría ser la quema localizada de basura. Sin embargo, en este caso, la combinación de una capa de ceniza llena de artefactos, mezclada con puntas de flecha, y un ornamento muy especial indica algún tipo de devastación y destrucción. Nadie abandona las joyas de oro y nadie tiene puntas de flecha en su basura doméstica.
Las puntas de flecha son escitas y han sido encontradas en otros lugares arqueológicos de los siglos VII y VI a.C. tanto dentro como fuera de Israel. Eran bastante comunes en aquel período y se sabe que fueron utilizadas por los guerreros babilonios. Esta evidencia apunta a la conquista histórica de la ciudad por Babilonia porque es la única destrucción importante registrada en Jerusalén para este período de 587-586 a.C.
Los objetos de cerámica también ayudan a datar el descubrimiento. Las luminarias, señala Gibson, son las típicas lámparas de base alta de la época. Añade que es el tipo de revoltijo que uno esperaría encontrar en una casa en ruinas después de una redada o batalla. Objetos de la casa, lámparas, pedazos de cerámica que habían sido volteados y destrozados… y puntas de flechas y un pedazo de joyería que podría haberse perdido y enterrado en la destrucción. Francamente, las joyas son un raro hallazgo en los sitios de conflicto, porque esto es exactamente el tipo de cosas que los atacantes saquearían
El edificio, que aparentemente forma parte de la capa, permanece sin excavar. Uno podría preguntarse por qué no hemos excavado todo el edificio dice Gibson. La razón es que poco a poco estamos desmontando el sitio, nivel a nivel, período a período, y al final de esta última temporada de excavación aún quedan por excavar dos metros de estructuras domésticas de los períodos bizantino y romano posteriores por encima del nivel de la Edad de Hierro. Planeamos llegar a eso en la temporada 2020.
La inesperada y rara pieza de joyería encontrada es aparentemente una borla o pendiente, con una parte superior de oro en forma de campana. Debajo hay una parte plateada en forma de racimo de uvas. Gibson señaló que este descubrimiento es un hallazgo único y una clara indicación de la riqueza de los habitantes de la ciudad en el momento del asedio. El único descubrimiento de joyas de este período en Jerusalén se produjo hace muchos años, en 1979, en una tumba de la Edad de Hierro en Ketef Hinnom, en las afueras de la ciudad.
Según todos los relatos, la conquista babilónica de la ciudad por parte del rey neo-babilonio Nabucodonosor fue feroz y resultó en una gran pérdida de vidas, con el arrasamiento de la ciudad y la quema de casas, y el saqueo y desmantelamiento del Templo de Salomón. El gobernante local del Reino de Judá, el rey Sedecías, intentó huir de la ciudad con su séquito, pero finalmente fue capturado y llevado a Babilonia.
La Biblia hebrea relata la hambruna y el sufrimiento que sufrieron los habitantes de Jerusalén durante el largo asedio de la ciudad, que duró bastante tiempo, aunque muchos de sus habitantes quisieron rendirse.
Fuentes
Mount Zion Archaeological Project
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