Anteriormente contamos aquí la historia del orfanato Prinkipo, el mayor edificio de madera de Europa que, sin embargo, se queda pequeño ante el Daibutsu-den o Gran Salón del Buda, considerado el edificio de madera más grande del mundo. Y que mantiene el récord a pesar de que, tras varias reformas, hoy es un 33 por ciento más pequeño que en el momento de su construcción.

Está situado dentro del recinto del Tōdai-ji, un templo budista de la localidad de Nara en Japón, cuyo primer edificio se construyó en el año 746 d.C.

El Daibutsu-den se levantó entre 747 y 752 d.C., año en que se inauguró (a pesar de estar inacabada) la colosal estatua de bronce del Buda Vairocana que alberga en su interior, con unos 16 metros de altura y 437 toneladas de peso. A la ceremonia asistieron más de diez mil monjes japoneses, indios y chinos.

Se estima que en la construcción del edificio trabajaron unos 370.000 herreros y 500.000 carpinteros. Hoy tiene unas dimensiones de 57 metros de anchura por 50 metros de altura y profundidad, aunque como decíamos, debido a varios incendios a lo largo de la historia tuvo que ser reconstruido en dos ocasiones, y esas medidas son un 33 por ciento inferiores al edificio original. La estructura actual data de 1709.

La leyenda cuenta que en la construcción de la estatua del gran Buda participaron más de dos millones de personas, algo ciertamente inaudito pues supondría prácticamente la mitad de la población de Japón en aquella época.

El templo Tōdai-ji se construyó a instancias del emperador Shōmu y en respuesta a una serie de catástrofes y epidemias que asolaron el país durante la era Tenpyō (729-749 d.C.). El emperador creía que Buda era la respuesta a las calamidades padecidas, pero su culto chocaba con el sintoísmo tradicional.

Daibutsu-den / foto Vesna Vujicic-Lugassy en Wikimedia Commons

Por ello, según las leyendas, el monje Gyoki acudió al Gran Santuario de Ise (el santuario sintoísta más importante de Japón), donde pasó siete días recitando sutras hasta que el oráculo declaró que Buda era compatible con el culto a la diosa solar Amaterasu. El camino para el budismo en Japón estaba abierto.

Hoy en día el templo Tōdai-ji sigue activo y su comunidad de monjes continua celebrando los ritos y ceremonias diarios, el más importante de los cuales es el del agua y el fuego llamado Shuni-e.

El templo y todos sus edificios son Patrimonio de la Humanidad de la UNESCO, además de uno de los principales lugares turísticos de Japón.

Ceremonia del Shuni-e / foto ignis en Wikimedia Commons

Por el recinto campan a sus anchas los ciervos sika, considerados por el sintoísmo como mensajeros de los dioses y a los que se puede alimentar con las obleas que los monjes venden en el recinto.


FUENTES

Tōdai-ji (Sitio Oficial) | Encyclopaedia Britannica | Wikipedia


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