En el año 1991 un hombre llamado Hồ Khanh encontró una cavidad en el parque Phong Nha-Kẻ Bàng, en la costa de Vietnam, a unos 500 kilómetros al sur de la capital Hanoi. Según contaría después sintió una ráfaga de viento y escuchó el correr de un río dentro. Todo el parque alberga numerosas cuevas (más de 150). Por eso, y porque la entrada estaba muy oculta por la maleza, Khanh no pudo volver a encontrarla por segunda vez.

Pasó años intentando redescubrirla hasta que en 2009 consiguió guiar hasta ella a un grupo de espeleólogos de la British Cave Research Association, que exploraron la gruta de Son Doong durante cuatro días, entre el 10 y el 14 de abril.

Lo que encontraron fue la mayor de todas las cuevas naturales del mundo, con un pasaje de 38,4 millones de metros cúbicos de volumen, formada hace entre 2 y 5 millones de años.

Foto Doug Knuth en Wikimedia Commons

La longitud del pasaje alcanza los 5 kilómetros y tiene nada menos que 200 metros de altura (como comparación la Torre de Cristal de Madrid, el edificio más alto de España, mide 249 metros y tiene 50 pisos).

En total la cueva alcanza 9 kilómetros de profundidad, esta atravesada por un riachuelo y, debido a que el techo se ha derrumbado en dos grandes áreas o dolinas dejando pasar la luz, en su interior crece un espeso bosque.

Debido a sus gigantescas proporciones, que permitirían construir una ciudad en su interior con rascacielos de 40 pisos, también alberga las estalagmitas más grandes del mundo. Algunas llegan a medir hasta 70 metros.

Foto Peacefulday en Wikimedia Commons

La cueva fue cartografiada y fotografiada exhaustivamente por National Geographic en 2010, gracias lo cual se puede realizar un visita virtual online en la web Son Doong 360.

En abril de 2019 un equipo de buceadores británico, los mismos que participaron en el rescate de los niños del equipo de futbol tailandés en 2018, descubrió que la cueva se conecta mediante un túnel (que alcanzaría 120 metros de profundidad) que discurre bajo el agua con otra gran caverna, la de Hang Thung, lo que le sumaría otros 1,6 millones de metros cúbicos de volumen.

El acceso turístico a la cueva está bastante restringido, con solo mil permisos por temporada (y precios que rondan los 2.000 euros por visita). Pero la sensación de estar visitando un mundo perdido y, en cierto modo, cinematográfico es lo que reportan la mayoría de los que se han podido permitir el lujo de entrar. De hecho, parece que el tema principal de las películas de Indiana Jones suele ser bastante recurrente entre las expediciones durante el trayecto.

Además en época de lluvias suele quedar inaccesible. Por ello el gobierno de Vietnam está considerando construir un teleférico que recorra toda la gruta, a lo que se oponen asociaciones ecologistas.


Fuentes

Son Doong 360 (National Geographic) / CNN / DailyMail / Vietnam.com / Son Doong Cave (web oficial) / Wikipedia.


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