El cambio climático tuvo un impacto significativo en las personas que vivían en la selva amazónica antes de la llegada de los europeos y fue la causa de la desaparición de muchos grupos indígenas, según un nuevo estudio.
Los investigadores han encontrado que grandes cambios en la temperatura y las precipitaciones causaron la desaparición de comunidades mucho antes de 1492. No obstante, otras culturas todavía florecieron justo antes de la colonización española de las Américas.
Un nuevo análisis de cómo era el clima en la Amazonía del año 700 al 1300 muestra que el cambio climático condujo al fin de las comunidades que cultivaban intensivamente y tenían una fuerte estructura de clases. Aquellos que vivían sin jerarquía política, que cultivaban una mayor variedad de cultivos y cuidaban más la tierra para que permaneciera fértil, se adaptaron y se vieron menos afectados.
Durante este período el Amazonas fue el hogar de docenas de comunidades sofisticadas que vivían en pueblos y aldeas florecientes. El conflicto entre estas comunidades y la migración también contribuyó a la caída de algunas de ellas.
Según Jonas Gregorio de Souza, de la Universitat Pompeu Fabra, que dirigió la investigación para la Universidad de Exeter algunas comunidades amazónicas estaban en declive o habían cambiado drásticamente antes de 1492. Nuestra investigación muestra que el cambio climático fue uno de los factores responsables, pero algunos grupos sobrevivieron porque habían estado trabajando con su entorno natural y no contra él. Aquellos que cultivaban intensivamente, y tenían más presión para producir excedentes de alimentos debido a una fuerte estructura de clases, eran menos capaces de hacer frente a la situación

Se cree que la población de las comunidades indígenas disminuyó entre un 90% y un 95% después de que los europeos llegaran, debido a las epidemias y la violencia. Antes de esto, hasta 10 millones de personas habían vivido en la Amazonia, y esta pérdida remodeló el paisaje y la geografía cultural de toda la región.
Los expertos investigaron el clima de la antigua Amazonia mediante el análisis de restos de polen y carbón, sedimentos de lagos y estalagmitas. Esto les permitió hacer un seguimiento de la cantidad de lluvia que había en la región de un año a otro. También analizaron los restos arqueológicos que muestran los productos cultivados por las comunidades en el pasado, y las estructuras en las que vivían.
En la Amazonía oriental, la élite marayó vivía en grandes montículos, cada uno de los cuales podría haber albergado a unas 2.000 personas. Estos cacicazgos se desintegraron después de 1200. Se creía que esto se debía a la llegada de los forrajeros nómadas Aruã, pero el estudio sugiere que la disminución de las precipitaciones también tuvo algo que ver. Las comunidades usaban los montículos para administrar el agua, y los ricos monopolizaban los recursos. Esto los hizo sensibles a sequías prolongadas.
Pero al mismo tiempo la cultura de Santarém, establecida alrededor del año 1100, estaba floreciendo. Cultivaban una variedad de cultivos -maíz, batata, calabaza- y trabajaban para enriquecer el bosque, lo que permitió que las épocas de sequía tuvieran menos impacto en ella.
Los expertos han encontrado comunidades en el Amazonas que construyeron canales para manejar las inundaciones estacionales. En el sur de la Amazonía, los habitantes fortificaron sus zanjas, plazas amuralladas, calzadas y caminos a medida que el clima se volvía más volátil.
Según José Iriarte, de la Universidad de Exeter: Este estudio se suma a la creciente evidencia de que el milenio que precedió al encuentro europeo fue un período de migraciones a larga distancia, conflictos, desintegración de sociedades complejas y reorganización social en las tierras bajas de Sudamérica. Muestra que el clima tuvo un impacto real.
La investigación, parte del proyecto Transformaciones Precolombinas a Escala Amazónica, financiado por el Consejo Europeo de Investigación, fue llevada a cabo por académicos de la Universidad de Exeter, la Universidad Estatal de Pensilvania, la Universidad de Baylor, la Universidad de Berna, la Universidad de São Paulo, el Instituto Geofísico del Perú, la Universidad de Northumbria, la Universidad Federal de Pará, el Centro Nacional Francés de Investigación Científica, la Universidad de Utah, la Universidad de Reading, y la Universidad van Amsterdam.
El estudio se publicó en la revista Nature Ecology and Evolution.
Fuentes
Climate change and cultural resilience in late pre-Columbian Amazonia, Jonas Gregorio de Souza, Mark Robinson, S. Yoshi Maezumi, José Capriles, Julie A. Hoggarth, Umberto Lombardo, Valdir Felipe Novello, James Apaéstegui, Bronwen Whitney, Dunia Urrego, Daiana Travassos Alves, Stephen Rostain, Mitchell J. Power, Francis E. Mayle, Francisco William da Cruz Jr, Henry Hooghiemstra & José Iriarte. Nature Ecology & Evolution (2019), dx.doi.org/10.1038/s41559-019-0924-0 / University of Exeter.
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