En 1885 se encontró, formando parte de los muros de una iglesia en la localidad de Kaminia en la isla griega de Lemnos, una singular estela con inscripciones todavía no descifradas.
Se la ha datado en el siglo VI a.C., anterior a la conquista de la isla por los atenienses en el 510 a.C. a los pelasgos. Éste era el nombre que daban los griegos a los pueblos pre-helenos que habitaban lo que hoy conocemos como Grecia y las islas del Egeo.
Los pelasgos, sobre quienes los investigadores no se ponen de acuerdo en si tenían origen indoeuropeo o no, hablaban un conjunto de lenguas cuyo origen también es incierto, aunque hay teorías para todos los gustos.
La estela y su inscripción

La estela muestra el grabado en bajo relieve de un guerrero de perfil y sin yelmo, portando una lanza y un escudo que por la curvatura de la incisión parece circular. En torno a la imagen hay una inscripción escrita en bustrófedon, esto es, redactando un renglón de izquierda a derecha y el siguiente de derecha a izquierda o viceversa.
Son 198 caracteres que forman entre 33 y 40 palabras, separadas en algunos casos por uno, dos o tres puntos. Tiene tres partes en su frente, dos escritas de manera vertical a la imagen del guerrero y una horizontal sobre su cabeza; y una lateral. Como decíamos, el lenguaje en que está escrita se ha denominado lemnio y, aunque puede ser transliterada, todavía no ha sido posible descifrar lo que dice. Por comparación con el etrusco, lengua con la que parece tener muchos puntos en común, se interpreta la frase aviš sialχviš (de sesenta años), reminiscente del etrusco avils maχs śealχisc.
La transliteración que hacen los investigadores es la siguiente, en la parte frontal:
hulaieš:naφuθ:šiaši / maraš:mav / sialχveiš:aviš / evisθu:šerunaiθ / šivai / aker:tavaršiu / vanalasial:šerunai:murinail
Y en la lateral:
hulaieši:φukiasiale:šerunaiθ:evisθu:tuveruna / rum:haraliu:šivai:eptešiu:arai:tiš:φuke / šivai:aviš:sialχviš:marašm:aviš:aumai

Lo que sí se sabe es que el alfabeto utilizado en la inscripción es una variante del alfabeto eubeo, similar al utilizado para escribir la lengua etrusca y las inscripciones frigias más antiguas. El alfabeto eubeo era utilizado en las ciudades de Eretria y Calcis, ambas en la isla de Eubea, y en sus colonias del sur de Italia como Cumas y Pitecusas (la actual Isquia). Fue precisamente a través de esta variante cómo el alfabeto griego se difundió por la península itálica, dando origen al alfabeto etrusco y al latino.
El lenguaje lemnio
Por la similitud del alfabeto al principio los investigadores pensaron que el leguaje de la inscripción era etrusco, pero resultó ser diferente, aunque ambos tienen muchas similitudes. Se le denominó lemnio y se propuso la existencia de una familia lingüística llamada tirsénica o tirrénica, de donde derivarían el lemnio, el etrusco y el rético (lengua atestiguada por numerosas inscripciones en la antigua provincia romana de Recia, esto es, entre Suiza, Baviera y Tirol).

Posteriormente se hallaron numerosos fragmentos de cerámica con inscripciones similares, lo que demostraría que el lemnio se hablaba en Lemnos al menos desde el siglo XVI a.C.
Los investigadores que defienden la pertenencia de esas tres lenguas a un mismo árbol lingüístico han encontrado rasgos comunes en su morfología, fonología y sintaxis. Un análisis de correspondencias léxicas no ha podido ser realizado, debido a la escasez de inscripciones lemnias y réticas, y al hecho de que las tres lenguas tuvieron que separarse antes de la Edad del Bronce. Es decir, serían paleoeuropeas, anteriores a la llegada de las lenguas indoeuropeas al sur de Europa.

Una teoría para la presencia de una lengua tirrénica tan alejada y aislada de las otras dos como es el lemnio, es que habría podido llegar al Egeo a finales de la Edad del Bronce, cuando los micénicos reclutaban mercenarios en Sicilia, Cerdeña y la península Itálica.
En este sentido ya en la década de 1920 el profesor Della Seta afirmaba, al hilo de las excavaciones en una de las necrópolis de la isla, que:
La falta de armas de bronce, la abundancia de armas de hierro y el tipo de vasijas y broches dan la impresión de que la necrópolis pertenece al siglo IX-VIII a.C. Que no pertenecía a una población griega, sino a una población que, a los ojos de los helenos, parecía bárbara, lo demuestran las armas. Falta el arma griega, daga o lanza: las armas de los bárbaros, el hacha y el cuchillo, son comunes. Sin embargo, dado que esta población …. conserva tantos elementos del arte micénico, los tirrénicos o pelasgos de Lemnos pueden ser reconocidos como un remanente de una población micénica.
Los pelasgos
La tradición griega afirmaba que los pelasgos habían habitado grandes partes de Grecia antes de la llegada de los helenos, particularmente Tesalia y el Ática. Homero los menciona en la Ilíada entre los aliados de Troya, y en la Odisea aparecen como una de las tribus de las noventa ciudades de Creta.
Y Heródoto dice que los pelasgos de Lemnos habían vivido en el Ática, pero habían sido expulsados de allí por los atenienses. Respecto a su lengua, afirma:
Cuál fuese la lengua que hablaban los pelasgos, no puedo decirlo con certeza. Con todo, nos debemos regir por ciertas conjeturas tomadas de los pelasgos, que todavía existen: primero, de los que habitan la ciudad de Crestona, situada sobre los tirrenos (los cuales en lo antiguo fueron vecinos de los que ahora llamamos dorios, y moraban entonces en la región que ahora se llama la Tesaliótide); segundo, de los pelasgos, que en el Helesponto fundaron Placia y a Escilace (y que fueron antes vecinos de los atenienses); tercero, de los que se hallan en muchas otras ciudades, bien aunque hayan perdido su antiguo nombre. Por las conjeturas que nos dan todos estos pueblos, podremos decir que los pelasgos debían hablar algún lenguaje bárbaro, y que los áticos, siendo pelasgos, al incorporarse con los helenos debieron aprender la lengua de estos, abandonando la suya propia. Lo cierto es que ni los de Crestona ni los de Placia (ciudades que hablan entre sí una misma lengua), tienen la misma que aquellos pueblos que son ahora sus vecinos, de donde se infiere que conservan la misma lengua que trajeron con ellos cuando emigraron de aquellas regiones
Heródoto, Historia I-LVII

Según Christopher Smith, todo esto se puede interpretar de varias maneras, en tanto no haya evidencias documentales y arqueológicas concretas: podemos estar ante un pueblo, los pelasgos, del que los Etruscos y los Réticos serían descendientes; o por el contrario podrían ser emigrantes etruscos desplazados al este; pero también pudo existir un antiguo pueblo, al que llamamos Tirrenios, asentados tanto en el este como en el oeste, tronco común de pelasgos, etruscos y réticos, y esto explicaría, por ejemplo, por qué Heródoto los sitúa cerca de la Tesalia.
Por último, Robert D.Morritt en su obra Stones that Speak apunta una posible interpretación de la inscripción: sería la estela funeraria de un magistrado de nombre Holaie, fallecido a los 40 o 60 años. No obstante la traducción completa sigue siendo, hoy por hoy, imposible.
La estela forma parte de la colección del Museo Arqueológico Nacional de Atenas.
Fuentes
A History of the Greek Language (Francisco Rodríguez Adrados) / Mnamon – Ancient Writing Systems in the Mediterranean / Stones that Speak (Robert D.Morritt) / The Etruscans: A Very Short Introduction (Christopher Smith) / Lemnian Language (Hellenica) / J.L.Myres, A History of the Pelasgian Theory, The Journal of Hellenic Studies, 1907, pp.169-225 / Wikipedia.
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