Un estudio de las capas de hielo más antiguas datadas mediante radiocarbono en el glaciar del Col du Dôme, a 4.300 metros de altitud en el macizo del Mont Blanc, proporcionó a los investigadores un registro de las condiciones atmosféricas en la época romana.

El hielo analizado procede del proyecto Ice Memory, promovido por glaciólogos franceses e italianos para preservar muestras de los glaciares en peligro de desaparición por el cambio climático.

Su conservación es vital ya que los glaciares guardan información de miles de años de antigüedad sobre las variaciones del clima, la composición atmosférica, cambios de temperatura y emisiones de aerosoles naturales y contaminantes de origen humano.

Concentraciones de plomo en el hielo en Groenlandia (azul) y en el Col du Dôme (CDD, rojo). (b) Concentraciones de plomo (rojo) y antimonio (verde) en el hielo del Col du Dome / foto CNRS

El resultado se publicó recientemente en Geophysical Research Letters a cargo de un equipo internacional de investigadores coordinado por un científico del CNRS (Centro Nacional para la Investigación Científica de Francia). El estudio revela una importante contaminación atmosférica por metales pesados como plomo y antimonio, detectados ahora por primera vez en el hielo alpino.

Según los investigadores esta contaminación está ligada a la actividad minera y a la producción de plomo y plata por parte de los antiguos romanos.

Además el registro alpino coincide con los principales períodos de prosperidad de la antigüedad romana, con dos picos de emisiones de plomo: el primero durante el período republicano (entre 350 y 100 a.C.) y el segundo en época imperial (entre el año 1 y el 200 d.C.).

Los romanos extrajeron menas de plomo (que contenían plata) para producir el plomo necesario para cañerías y plata para las monedas. La plata se extrajo del plomo calentando el mineral a unos 1.200 grados centígrados de temperatura, lo que liberó cantidades significativas de plomo a la atmósfera.

Aunque esto ya estaba documentado en los registros continentales de turba, es la primera vez que se obtienen datos globales a nivel europeo, lo que proporciona una mejor comprensión del impacto de estas antiguas emisiones sobre el medio ambiente actual, y permite compararlas con el uso reciente de la gasolina con plomo entre 1950 y 1985.

Simulaciones para evaluar la sensibilidad de los depósitos de plomo en el Col du Dôme (amarillo) a la localización geográfica de la emisión. Este mapa también indica la ubicación de las principales minas que se sabe que existían en la antigüedad romana. En la región de aproximadamente 500 km alrededor de los Alpes, en azul, las minas que se cree que estuvieron activas en el período republicano, y en rojo, las que lo estuvieron más tarde. Fuera de este radio, todas las demás minas se indican en rojo (todas las eras combinadas). / foto CNRS

Mientras que las emisiones a causa de la gasolina hicieron que el nivel natural de plomo en la atmósfera se incrementase en un factor de 100, el estudio sugiere que durante la era romana aumentaron al menos en un factor de 10, lo que ya era significativo.


Fuentes

Lead and Antimony in Basal Ice From Col du Dome (French Alps) Dated With Radiocarbon: A Record of Pollution During Antiquity, Susanne Preunkert, Joseph R. McConnell, Helene Hoffmann, Michel Legrand, Andrew I. Wilson, Sabine Eckhardt, Andreas Stohl, Nathan J. Chellman, Monica M. Arienzo, Ronny Friedrich. Geophysical Research Letters, May 2019, doi.org/10.1029/2019GL082641 / Traces of Roman-era pollution stored in the ice of Mont Blanc.


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