El yacimiento romano de Vindolanda, un castrum o fortificación auxiliar al sur del muro de Adriano ocupado por las legiones entre 85 y 370 d.C., cerca de la localidad de Bardon Mill en Northumberland, sigue deparando hallazgos interesantes.
Recientemente un voluntario descubrió un tablero de juego datado en el siglo III d.C. enterrado en el suelo de un edificio que los arqueólogos están excavando esta temporada.
Al parecer el tablero, que tiene una incisión, fue reciclado para formar parte del piso de la estructura tras haberse roto.
Los investigadores creen que formaba parte de los entretenimientos asociados a los baños del castrum, y se suma a los otros cuatro tableros encontrados anteriormente, todos ellos datados entre los siglo III y IV d.C.
Por su configuración el tablero pudo ser utilizado para jugar al ludus latrunculorum, un juego parecido a las damas o al ajedrez que implicaba también el empleo de tácticas militares.
Cuando una pieza quedaba atrapada entre dos de su oponente, se capturaba y era retirada del tablero. Ganaba el que lograse capturar todas las piezas del enemigo.
El ludus latrunculorum, literalmente juego de los ladrones, puede estar basado en un juego griego anterior llamado petteia que se menciona en La Odisea. En la República de Platón los detractores de Sócrates son comparados con malos jugadores de Petteia, que finalmente se ven acorralados y son incapaces de moverse.
La primera mención del ludus latrunculorum se halla en la obra De Lingua Latina de Varro (116-27 a.C.) y se encuentran alusiones también en Marcial, Ovidio y otros autores.
Varios autores han tratado de reconstruir las reglas del juego, con ligeras variaciones tanto del tamaño de la cuadrícula como del número de piezas que intervenían. En general, éstas se movían ortogonalmente en cualquier dirección siempre que no estuviera obstruida.
Para capturar una pieza del adversario se debía disponer dos propias en cuadrados adyacentes, a cada lado de la línea ortogonal. Salvo que un jugador moviera su pieza voluntariamente entre dos del adversario, en cuyo caso no era capturada.
Para que las partidas no se alargasen demasiado tenían una duración definida. Si al llegar el trigésimo movimiento nadie había conseguido capturar todas las piezas del contrario, el juego terminaba y ganaba quien tuviera más sobre el tablero.
Existe una versión del juego para Mac que se puede descargar desde Sourceforge.
Fuentes
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