Cartago, la ciudad fundada en el norte de África, en la actual Túnez, por emigrantes fenicios procedentes de Tiro a finales del siglo IX a.C., fue un estado próspero enriquecido principalmente gracias al comercio y a los recursos procedentes del Mediterráneo occidental.

La rivalidad con las polis de la Magna Grecia y Sicilia desembocó pronto en una guerra abierta conocida como Guerras sicilianas, que se prolongó durante 335 años entre el 600 y el 265 a.C. y está considerada por ello como el conflicto más duradero de la Antigüedad.

Una vez finalizado tomó el relevo el enfrentamiento con Roma, que se inició con la Primera Guerra Púnica en 264 a.C. y, salvo breves períodos de paz, finalizaría con la destrucción de la ciudad en 146 a.C. a manos de Publio Cornelio Escipión Emiliano tras un asedio de tres años. Arrasada y quemada hasta los cimientos, Cartago dejaría de existir hasta que Augusto la reconstruyó como colonia para veteranos un siglo después.

Situación de los núcleos analizados / foto Hugo Delile

Pero, ¿cómo pudo Cartago resistir un siglo y medio de conflictos con Roma?. ¿Cómo consiguió la economía cartaginesa mantenerse a flote con la interrupción y el bloqueo de suministros de materias primas y metales mediterráneos, además de la imposición de reparaciones bélicas, por Roma?

Un estudio publicado por investigadores tunecinos y de la Universidad de Lyon sugiere que fue gracias al desarrollo de la minería. La retirada sostenible de Cartago hacia su interior durante este período de guerra proporcionó los recursos metálicos, cuya explotación por parte de los cartagineses fue suficiente para resistir a los romanos durante tanto tiempo.

Los investigadores encontraron y analizaron evidencias de antigua minería de plomo y plata en el delta del río Medjerda en el golfo de Útica junto a la ciudad del mismo nombre. Encontraron que la primera fase de la actividad minera registrada en los sedimentos se produjo durante las Guerras sicilianas, alrededor de 480-307 a.C., y coincide con la primera acuñación de monedas púnicas en Cartago. A partir de esa fecha la economía cartaginesa de monetizaría cada vez más.

Ruinas de Útica / foto Giraud Patrick en Wikimedia Commons

Se midió la composición isotópica en plomo de un conjunto de ocho núcleos profundos tomados en el delta alrededor de la ciudad de Útica. Los datos obtenidos proporcionan, según los investigadores, una sólida evidencia de la antigua minería de plomo y plata en Túnez, y establecen una cronología para su explotación que parece seguir los principales períodos de inestabilidad geopolítica: las Guerras sicilianas y las Guerras Púnicas.

Durante el último conflicto, los datos sugieren además que Cartago todavía podía pagar indemnizaciones y financiar ejércitos a pesar de la pérdida de sus fuentes tradicionales de suministro de plata en el Mediterráneo.


Fuentes

Economic resilience of Carthage during the Punic Wars: Insights from sediments of the Medjerda delta around Utica (Tunisia), Hugo Delile, Elisa Pleuger, Janne Blichert-Toft, Jean-Philippe Goiran, Nathalie Fagel, Ahmed Gadhoum, Abdelhakim Abichou, Imed Ben Jerbania, Elizabeth Fentress, and Andrew I. Wilson. PNAS April 29, 2019 doi.org/10.1073/pnas.1821015116


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