La obra nacional por excelencia de Mongolia es la Historia secreta de los mongoles, de la que ya hablamos en un artículo anterior. Se desconoce su autor, pero se sabe fue compuesta entre 1227 y 1228, poco después de la muerte de Gengis Khan.

No se conserva el documento original, sino una copia un siglo más tardía y escrita en caracteres chinos a partir de traducciones realizadas por la dinastía Ming.

En ella apenas se dice sobre la muerte de Gengis que mientras cazaba:

cayó de su caballo, y con gran dolor, murió […] y en el año del Cerdo ascendió a los cielos

Historia Secreta de los Mongoles
Monumento a Gengis Kan en Ulan Bator / foto David Berkowitz en Flickr

La muerte de Gengis ocurrió el 18 de agosto de 1227 durante la toma de Yinchuan, al norte de China y antigua capital del Imperio Xia Occidental. Aparte de lo que dice la propia historia mongola, otras versiones posteriores afirman que murió en combate, y Marco Polo indica que la causa fue la infección producida por una flecha:

Puedo decirles que Gengis Kan reinó seis años después de esta batalla, comprometido continuamente en la conquista, y tomando muchas provincias, ciudades y fortalezas. Pero al final de esos seis años fue contra cierto castillo que se llamaba Caaju, y allí le dispararon con una flecha en la rodilla, de modo que murió de su herida. Fue una gran lástima, pues era un hombre valiente y sabio

Marco Polo, Milione (Los viajes de Marco Polo o Libro de las maravillas) cap.67
Vista de la montaña Burkhan Khaldun / foto Ganzorig Gavaa en Flickr

Años antes, Gengis había expresado su deseo de ser enterrado sin marca alguna de acuerdo con las tradiciones de su tribu. Su cuerpo fue llevado a Mongolia y enterrado en algún lugar cerca del río Onon y de la montaña Burkhan Khaldun, al noroeste del país, su lugar de nacimiento.

Según la leyenda, la escolta funeraria iba matando a cualquiera que se encontraba en su camino, los esclavos que construyeron la tumba fueron asesinados, y finalmente los soldados que habían acabado con los esclavos tuvieron el mismo destino. Todo con el fin de ocultar el lugar de reposo del Kan.

Según la tradición todos los grandes kanes están enterrados alrededor de la tumba de Gengis, o por lo menos en la misma zona, ya que su localización exacta siempre fue un misterio. Marco Polo afirma en ese sentido que, para finales del siglo XIII, los mongoles desconocían su ubicación (si es que alguna vez la habían conocido).

La zona de la tumba de Gengis Kan en el mapa de Von Strahlenberg (siglo XVIII) / foto dominio público en Wikimedia Commons

La zona en cuestión donde la tradición sitúa la tumba tiene unos 240 kilómetros cuadrados y se localiza en el entorno de la montaña Burkhan Khaldun, en la cordillera de Khentii. Es una de las montañas que ya Gengis designó como sagradas, y hoy tanto la montaña como el paisaje sacro circundante forman parte del Patrimonio de la Humanidad designado por la UNESCO y del Área estrictamente protegida de Khan Khentii.

Pero ese área de 240 kilómetros cuadrados tiene nombre propio, se llama Ikh Khorig (Gran Tabú) y fue sellado por los mongoles tras la muerte de Gengis, penando con la muerte cualquier intrusión.

No se sabe a ciencia cierta si realmente Gengis está enterrado allí, pero los mongoles se han preocupado mucho por dar la impresión de que sí.

Inscripción en un Ovoo de Dulüün-Boldog (Khentii), considerado el lugar natal de Gengis Kan: Gengis Kan nació aquí en el año del caballo de agua, primer mes del verano, día dieciséis / foto Chinneeb – dominio público en Wikimedia Commons

Tan solo los Darkhad tienen permitido el acceso. Se trata de un grupo descendiente de los antiguos guerreros de élite mongoles, que tenían encomendada la vigilancia del lugar. En el censo del año 2000 había unas 16.000 personas identificadas como darkhad, pertenecientes a la 36ª generación.

Incluso durante el período comunista del país la zona se mantuvo aislada, aunque por una razón diferente, ya que los soviéticos temían que la figura de Gengis pudiera alentar el nacionalismo mongol.

No sería hasta finales de la década de 1980 que el gobierno de Mongolia permitiría las primeras excavaciones arqueológicas en el Gran Tabú, que finalizaron sin éxito. Y es que aunque el resto del mundo tiene un gran interés en hallar la tumba de Gengis, por los supuestos tesoros que debe albergar, a los mongoles les trae sin cuidado.

Mausoleo de Gengis Kan en Ordos, Mongolia Interior (China). Aquí no está su tumba, tan solo algunas reliquias y objetos suyos / foto Fanghong en Wikimedia Commons

National Geographic también lo intentó, utilizando imágenes de satélite, sin éxito. Y hace pocos años un proyecto similar logró identificar 55 potenciales anomalías arqueológicas. En 2015 y 2016 dos expediciones a cargo del arqueólogo francés Pierre-Henri Giscard, director científico del Institut des déserts et des steppes, analizaron mediante drones un túmulo en la cima del Burkhan Khaldun.

El análisis de las imágenes muestra, según Giscard, que el túmulo tiene 250 metros de largo, es de origen humano y parece basado en el modelo de las tumbas imperiales chinas de Xi’an.

Pero nada de esto puede ser confirmado, porque el Gran Tabú sigue estrictamente cerrado.

Localización aproximada del Gran Tabú en Google Maps

Fuentes

Guarding the Spirit of Our Ancestor, Genghis Khan / Why Genghis Khan’s tomb can’t be found / Crowdsourcing the Unknown: The Satellite Search for Genghis Khan. doi.org/10.1371/journal.pone.0114046 / Wikipedia.


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