Desde el hemisferio sur de la Tierra se pueden contemplar a simple vista dos pequeñas nubes luminosas. Se trata de dos galaxias cercanas, la Gran Nube de Magallanes y la Pequeña Nube de Magallanes.

La primera es la tercera más cercana a nuestra galaxia, a una media de 163.000 años luz, mientras que la segunda está un poco más lejos, a un promedio de 200.000 años luz.

Al no ser visibles desde la mayor parte del hemisferio norte, ambas galaxias pasaron desapercibidas para los astrónomos de la Antigüedad. La primera mención hay que rastrearla en el Libro de las Estrellas Fijas del persa Abd Al-Rahman Al Sufi, escrito hacia el año 964, quien pudo contemplarlas gracias a que sí son visibles desde el sur de la península Arábiga.

Posición relativa respecto a la Vía Láctea / foto Richard Powell en Wikimedia Commons

Por eso hubo que esperar a las observaciones de Antonio Pigafetta durante el viaje de circunnavegación del mundo entre 1519 y 1522, iniciado por Fernando de Magallanes y finalizado por Juan Sebastián Elcano, para que ambas galaxias fueran conocidas en el mundo occidental. Por ello ambas llevan el nombre de Magallanes.

Ahora investigadores de la Universidad de Michigan, utilizando datos del nuevo telescopio espacial Gaia de la Agencia Espacial Europea, han descubierto que la región o ala sureste de la Pequeña Nube de Magallanes se está alejando del cuerpo principal de la galaxia, moviéndose con una dirección y velocidad similares. Esto, afirman, es la primera e inequívoca evidencia de ambas galaxias colisionaron recientemente.

Ambas galaxias visibles hacia derecha, a la mitad de la imagen / foto P. Horálek/ESO en Wikimedia Commons

Según la directora del estudio, la profesora de astronomía Sally Oey, se puede ver que el ala es ahora una región propia y separada que se está alejando del resto de la galaxia.

Cuando dicen que ambas galaxias colisionaron recientemente hay que tomar esa palabra en términos astronómicos. En este caso equivale a hace unos pocos cientos de millones de años, algo más de un suspiro en la historia del Universo.

En cualquier caso no deja de ser interesante poder contemplar a simple vista el resultado de una colisión de tal magnitud. Si están en el hemisferio sur y la noche es particularmente oscura, miren hacia la constelación Tucana.

Las flechas muestran la velocidad relativa y las direcciones de movimiento en el plano del cielo para las 315 estrellas seleccionadas en la Pequeña Nube de Magallanes / foto Johnny Dorigo Jones

Fuentes

Universidad de Michigan


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