El año 1991 pasará a la historia principalmente por ser el de la disolución de la Unión Soviética. Ya desde varios años antes las cosas habían empezado a cambiar con la llegada de Gorbachov, el fin de los regímenes comunistas en países como Hungría y Polonia, y sobre todo con la caída del muro del Berlín el 9 de noviembre de 1989.
Las primeras en abandonar el barco de la URSS serían las repúblicas bálticas, Lituania, Estonia y Letonia, que lo hicieron entre marzo de 1990 y mayo de 1991. El mes anterior, en abril de 1991, se había independizado también Georgia.
Sin embargo, y a pesar de que los acontecimientos se precipitaban, para el 23 de abril de ese año 9 repúblicas habían alcanzado un acuerdo para transformar la Unión Soviética en una federación de repúblicas independientes, con presidente y política exterior y militar común. Para principios de agosto todas las repúblicas se habían sumado al acuerdo, excepto Ucrania, y estaba previsto hacerlo oficial el día 20 de ese mes.

Mientras llegaba el día, Gorbachov, cuyo cargo para entonces ya no era el de Presidente del Soviet Supremo, sino el creado el 15 de marzo de 1990 de Presidente de la Unión Soviética, se va de vacaciones a Crimea.
Y aquí es donde las cosas se empiezan a complicar. La vieja guardia, encabezada por el vicepresidente y el jefe del KGB dan un golpe de estado destituyendo a Gorbachov el 19 de agosto.

En los días siguientes las repúblicas comienzan a independizarse una detrás de otra y Gorbachov renuncia a su cargo de Secretario General del Partido Comunista, aunque sigue siendo presidente. Ucrania se independiza el 24 de agosto, Bielorrusia el 25, Moldavia el 27, Kirguistán el 31…El 25 de agosto Boris Yeltsin suspende las actividades del Partido Comunista en Rusia y confisca sus bienes (ilegalizándolo en noviembre).
Así, una detrás de otra todas las repúblicas soviéticas van abandonando la Unión, de modo que para diciembre de 1991 solo quedan dos: la República Socialista Federativa Soviética de Rusia, y la República Socialista Soviética de Kazajistán.
El 8 de diciembre los presidentes de Rusia, Ucrania y Bielorrusia firman el tratado de Belavezha, por el que declaran la disolución oficial de la URSS y se lo comunican por teléfono a Gorbachov. Rusia abandona la Unión cuatro días más tarde, el 12 de diciembre.
De modo que ese día 12 de diciembre de 1991 la Unión Soviética ya solo está integrada por una única república, Kazajistán. En ese momento todo el territorio oficial de la Unión comprende Kazajistán (la segunda mayor república en extensión tras Rusia), el Kremlin de Moscú, el edificio del Soviet Supremo y las dependencias del estado que todavía obedecen a Gorbachov.
Esa es la situación durante 4 días, hasta que el 16 de diciembre Kazajistán se declara independiente. El resto es historia y pudimos verlo por la tele: el día 25 Gorbachov renunciaba como presidente y la bandera soviética era sustituida por la bandera imperial rusa en el Kremlin.
Al día siguiente el Soviet Supremo aceptaba su renuncia y firmaba la disolución definitiva de la Unión Soviética.
Fuentes
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