En el avión lo único que ves son montañas, picos nevados, y una Cordillera de los Andes infinita que funciona como la espina dorsal de Sudamérica. Tras un sol que pica más que de costumbre cruzas el Monte Illimani para aterrizar en el Aeropuerto Internacional de El Alto, a unos 4.000 metros sobre el nivel del mar. Estás en La Paz, la (no) capital de Bolivia, y después de la despresurización de cabina una vez en tierra comienzas a notar que algo falta. El oxígeno, ni más ni menos.
He de comenzar diciendo que un servidor, quien está aporreando las teclas ahora mismo, lleva viviendo más de 8 meses en la ciudad bajo el proyecto de Aprendizaje Viajero, por lo que ha podido entender la situación tan anormal de vivir cuando hay hasta un 25% de oxígeno menos en el aire.
Pero antes de comenzar a hablar de la altitud, resolvamos de una vez por todas la eterna duda sobre la capital de Bolivia…
¿Cuál es la capital de Bolivia?
Según la Constitución boliviana, Sucre es el centro gubernamental del país, aunque a efectos prácticos es La Paz la que ejerce como sede central, donde encontramos los órganos ejecutivo, legislativo y electoral.
Aun así, habría que aclarar que el principal motor económico y ciudad más grande del país no es ninguna de las dos, sino Santa Cruz de la Sierra.
Se puede asegurar que hay conflicto político social entre las tres ciudades, cada una exigiendo más poder para poder sobreponerse a su «rival».

La Paz, una ciudad en lo alto de los Andes
Volvamos al aeropuerto. Situado en la zona de El Alto, presume de una altitud no solo mayor que el Teide, pico más alto de España, sino que está situado varios cientos de metros por encima de Lhasa, capital del Tíbet.
La Paz es una ciudad construida en las alturas, y que según vas avanzando por barrios más «ricos» vas descendiendo en altitud hasta llegar a los 3.200 msnm de la Zona Sur, donde vive la clase más pudiente.

Es una ciudad que te exige estar preparado. Primero, y más importante, tienes que echarte crema solar casi a diario, porque el sol pica de una manera espectacular. Es una sensación similar a la de cuando sales del mar y te tumbas en la arena, todavía mojado y lleno de sal. Notas ese picor del sol. Pues aquí en el día a día, siempre que esté el cielo despejado, lo sientes.
También, aparte de la crema solar, es necesario siempre llevar en tus pies unas buenas botas de montaña, porque el terreno de la cordillera está desnivelado y las aceras…bueno…digamos que no aceptan zapatillas «tipo Converse».
Pero vamos a ver cómo afecta el día a día en el centro de la ciudad. El caminar, el ir a por el pan, el jugar un partido de fútbol.
¿Cómo afecta vivir a casi 4.000 m en el día a día?
Yo nunca he sido muy deportista, que digamos, pero aquí tuve la brillante idea (léase con tono irónico) de apuntarme al equipo de fútbol de los expatriados españoles. Error. Aquí puedes pegarte una carrera por la banda que te aseguro no podrás bajar a defender.
Como hemos comentado anteriormente hay mucho menos oxígeno en el aire, y donde más se nota es en momentos del día a día. Caminar se vuelve una tarea a veces tediosa, sobre todo si te toca subir una cuesta. Te sentirás obligado a frenar más de una vez para intentar recuperar el aliento mientras ves que la gente local te adelanta y te suelta una sonrisilla irónica.

El agua tarda más en hervir, los aviones necesitan una pista de aterrizaje más larga y las digestiones se hacen muuucho más pesadas. Recomiendan además no beber demasiado alcohol (o tu resaca será inolvidable) y no cenar demasiado ni justo antes de dormir.
Eso sí, el hecho de vivir a esta altura te permite descubrir lugares de la naturaleza que no parecen reales. Toda la Cordillera de los Andes, cruzando Bolivia de norte a sur por su parte occidental es una pasada.
Aquí más abajo dejo un vídeo del trayecto por las alturas. Si os decidís a recorrer ésta zona en un viaje similar, es esencial llevar la GoPro, o si tenéis más presupuesto drones con cámara. Ver todo desde arriba os dará una perspectiva inigualable de uno de los rincones más impresionantes del mundo.
¿Qué tomar para aliviar el mal de altura?
El remedio tradicional para aliviar el mal de altura siempre ha sido el de mascar hoja de coca. Tranquilos, la hoja de coca no coloca, ni mascándola vas a drogarte. Es algo natural, común, legal y totalmente recomendable para combatir la altura.
Una opción que recomendamos además es tomar un mate de coca, disponible en casi cualquier esquina (literal). Es una de las bebidas más comunes aquí y en principio te ayuda para rebajar los dolores.
¿Y tú? Has estado alguna vez a una altitud similar? ¿Qué síntomas sentiste?
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