Normalmente tendemos a pensar que los impactos de meteoritos sobre nuestro planeta son cosa de un pasado lejano, de épocas cuando todavía no había humanos sobre la Tierra.
Pero nada más lejos de la realidad. De hecho existen varios cráteres de impacto relativamente recientes. Uno de ellos es el cráter de Kaali.
En realidad se trata de un grupo de 9 cráteres originados por el impacto de fragmentos de meteoritos, situados en la localidad de Kaali, en la isla estonia de Saaremaa. Ésta es la mayor de todas las islas del país, localizada al norte del Golfo de Riga, separándolo del Báltico por el estrecho de Irbe.
Por las excavaciones arqueológicas llevadas a cabo en el lugar se sabe que la isla está habitada desde hace unos 5.000 años. Era el hogar de los osilianos, un pueblo finés mencionado posteriormente en las sagas nórdicas como vikingos estonios.
El impacto que formó los cráteres ha sido datado por diferentes expertos, en un rango que va de hace 6.400 años hasta apenas el 400 a.C. Sin embargo, las estimaciones más recientes apuntan a una antigüedad de unos 3.500 años, lo que situaría el evento entre el 1530 y 1450 a.C.
En lo que si hay consenso es en que en el momento de producirse ya había asentamientos humanos en la isla.
Los investigadores calculan que el meteorito tenía una masa de entre 20 y 80 toneladas. A una altura de 5–10 kilómetros de la superficie se habría partido en varios trozos que finalmente impactaron a una velocidad de 10–20 kilómetros por segundo con una energía de unos 20 kilotones de TNT (poco más que la bomba de Hiroshima), formando nueve cráteres.
El mayor de ellos tiene 110 metros de diámetro y 22 metros de profundidad. Los otros ocho, que se encuentran en un radio de 1 kilómetros respecto al principal, tienen diámetros de entre 12 y 40 metros, y una profundidad de entre 1 y 4 metros.
El impacto removió unos 81.000 metros cúbicos de tierra y rocas, incinerándolo todo en 6 kilómetros a la redonda, vegetación, poblados y animales. En el cráter principal se formó un lago que los descendientes de los supervivientes consideraron como un lugar sagrado. Prueba de ello es que las excavaciones arqueológicas revelaron que durante siglos, durante la Edad del Hierro entre 600 a.C. y 100 d.C., estuvo rodeado de un muro de 470 metros de longitud, 2 metros de altura y 2,5 metros de grosor.
También se han hallado evidencias de sacrificios rituales de animales que se extendieron por lo menos hasta el siglo XVII, y algunos han querido ver el origen de algunas historias de la mitología finlandesa en el impacto.
Como por ejemplo la del dios principal del panteón osiliano, Tharapita, cuyo nombre parece derivar del estonio Taara a(v)ita (¡Thor, ayuda!).
Lennart Meri, que fue presidente de Estonia entre 1992 y 2001, propuso la hipótesis de que la isla de Saaremaa fuese la legendaria Tule mencionada por vez primera por el explorador griego Piteas en el siglo IV a.C.
Es posible que la lluvia de meteoritos formase otros cráteres menores, que todavía no han sido descubiertos, debido a que con el tiempo se fueron rellenando de tierra y quedaron ocultos por la vegetación.
Fuentes
Saaremaa (web oficial) / Dating a small impact crater: An age of Kaali crater (Estonia) based on charcoal emplaced within proximal ejecta / Hobevalge (Lennart Meri) / Wikipedia.
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