El estudio de los registros egipcios del siglo XII a.C. está arrojando nueva luz sobre una cuestión que los arqueólogos e historiadores llevan debatiendo durante décadas: cuál era el origen de los filisteos y de los otros pueblos del mar que aparecieron en las costas del Levante a finales de la Edad Bronce.
Tradicionalmente se ha considerado que eran piratas que provenían de las islas del Egeo, invadiendo Egipto durante el octavo año de reinado de Ramsés III, pero ahora un nuevo estudio propone que en realidad eran una población nativa del Medio Oriente.
Al mismo tiempo los documentos sugieren que los filisteos pudieron desempeñar un papel menor del que se les ha atribuido hasta ahora en el colapso de grandes civilizaciones como el imperio hitita, Egipto y Micenas, lo que sucedió alrededor del siglo XII a.C.
El estudio, realizado por Shirly Ben-Dor Evian, curadora de arqueología egipcia en el Museo de Israel en Jerusalén, reinterpreta los registros egipcios del reinado de Ramsés III, que conforman la base de lo que los historiadores conocen acerca de los Pueblos del Mar, de los cuales los filisteos eran solo un grupo.
El Papiro de Harris, una biografía de Ramses III escrita durante el reinado de su hijo Ramsés IV, cuenta como aquél derrotó a los filisteos y otros pueblos del mar alrededor del año 1190 a.C. capturando a muchos como prisioneros.
Ello ha servido a los historiadores para explicar como llegaron los filisteos a establecerse en la llanura costera al sur de Canaan: los prisioneros lograron independizarse del control egipcio una vez que su poder comenzó a decaer décadas más tarde. A partir de ahí los filisteos ya aparecen en la Biblia como los archienemigos de los israelitas.
El problema está en que el papiro dice literalmente que los filisteos fueron llevados como prisioneros a Egipto, no a Canaan, y se establecieron en fortalezas alli. El reasentamiento de prisioneros dentro del imperio era una práctica común en egipto. Otro papiro dice que el faraón movilizó a 100 filisteos para ayudarle a sofocar una rebelión en Libia, lo que no tendría sentido si éstos hubieran estado tan lejos como en Canaan.
Al mismo tiempo, el análisis de los relieves encontrados en el templo funerario de Ramsés en Medinet Habu sugieren que lo que en un principio se pensaba eran representaciones de una migración masiva de los Pueblos del Mar, en realidad se trata de una iconografía estándar utilizada para identificar lugares de Siria y el Levante norte. Es decir, territorios situados entre el sudeste de Turquía y el norte de Siria.
Es más, este origen levantino de los filisteos se apoya, según Ben-Dor Evian, en que las inscripciones de Medinet Habu los llaman teher, que era el término para describir a los guerreros sirios o anatolios aliados de los hititas, derrotados por Ramsés II en 1274 a.C. Por tanto, concluye Ben-Dor Evian, no se trataba de un pueblo desconocido que apareció de la nada.
Algunos descubrimientos arqueológicos apoyan esta teoría, como las inscripciones encontradas en Tel Tayinat al sureste de Turquía. En ellas se menciona el reino de Palastin o Palasatini, lo que sugiere que los filisteos pudieron haber comenzado como un poder neo-hitita, emigrando más tarde al sur.
Pero otros, como el cementerio filisteo hallado en la antigua Ascalón, presentan características puramente egeas. Lo más probable es que la cultura filistea que surgió en el sur de Canaan fuera el resultado de varias influencias y olas migratorias de diferentes lugares del Mediterráneo.
Fuentes
Ramesses III and the ‘Sea-peoples’: Towards a New Philistine Paradigm (Shirly Ben-Dor Evian) / Haaretz / Wikipedia
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