Más de uno se quedará asombrado de saber que Diana de Gales y Winston Churchill estaban emparentados, al enlazarse sus familias en el siglo XVIII. Una curiosa historia en la que tuvo un protagonismo especial el personaje de aquella popular canción francesa, cuya letra en español empieza «Mambrú se fue a la guerra…»

Los galos se la dedicaron en tono de sorna al duque de Marlborough, al que creían haber matado en la Batalla de Malplaquet durante la Guerra de Sucesión Española, y los Borbones la introdujeron en nuestro país al asumir el trono.

Pero el origen de todo está mucho más atrás. Como se recordará, el apellido de soltera de Diana era Spencer. Correspondía a una aristocrática familia cuyo fundador, por línea masculina, fue Henry Spencer. Éste descendía de la antigua casa Le Despencer, una baronía de los tiempos de los Pares del Reino pero cuya antigüedad se remontaba a la Edad Media.

Escudo de armas de los Spencer/Imagen: Ipankonin en Wikimedia Commons

Los Despencer obtuvieron su escudo de armas en 1504, pero sus descendientes actuales, cuyo apellido es tan similar cacofónicamente, también tienen relación sanguínea con otros ilustres linajes como los Estuardo, los Borbón, los Médici, los Bolena…

La familia se había enriquecido a través del comercio de ganado ovino a principios del siglo XVI, lo que le permitió la continua adquisición de tierras en Wormleighton y Althorp; de esa manera, aquellos pasaron a ser sus dominios sine die y, así, también obtuvieron títulos nobiliarios.

Parece ser que tanto Henry como su nieto John fueron grandes administradores y a la actividad ganadera sumaron la agrícola con notorio éxito. A caballo entre los siglos XVI y XVII otro Spencer, Robert, añadió una nueva y prometedora afición: la política. Con ella entró en el Parlamento, siendo nombrado Caballero de la Orden de la Jarretera y recibiendo el citado honor de Barón Spencer, Par de Inglaterra, en 1603.

No es extraño que en tiempos de Jacobo I los Spencer tuvieran la mayor fortuna de Inglaterra y que despertaran los celos de un antiguo clan, el de los Howard, que ostentaban el Condado de Arundel desde el siglo XIII y con quienes intercambiaron menosprecios: familia de ovejeros, les decían éstos; familia de traidores, contestaban los otros. El caso es que, generación tras generación, los Spencer siguieron ligados a la nobleza y la política, aunque como es lógico fueron ramificándose. Aquí es necesario hacer un alto y redirigir la atención a los Churchill.

Retrato de juventud de John Churchill/Imagen: dominio público en Wikimedia Commons

El primero -o el primero importante para esta historia- fue John Churchill, un joven que entró como paje al servicio de Jacobo Estuardo, duque de York, a la vez que su hermana Arabella lo hacía al de la duquesa. Jacobo Estuardo era Gran Lord Almirante de la Marina Real y le metió el gusanillo del mundo militar a su paje, quien a la temprana edad de dieciséis años, en 1667, logró ingresar en la Guardia Real con el cargo de alférez de marina. Fue destinado a Tánger, por entonces una posesión británica obtenida con la dote de la princesa portuguesa Catalina de Braganza, esposa del rey Carlos II.

En África fue fogueándose contra los moros y luego, en 1672, participó en la primera guerra contra los holandeses a las órdenes otra vez de Jacobo Estuardo. Su intervención fue especialmente destacada en la Batalla de Solebay, gracias a la que recibió el ascenso a capitán y obtuvo felicitaciones incluso de los franceses, por entonces sus aliados en ese conflicto. Al año siguiente, Inglaterra se retiró de la contienda dejando sólo algunos regimientos en ayuda de Francia; uno de ellos era el de Churchill, que además asumiría su mando en 1674 al ser ascendido a coronel.

John Churchill, duque de Marlborough (por Adriaen van der Werff)/Imagen: dominio público en Wikimedia Commons

A su regreso contrajo matrimonio con Sarah Jennings, dama de honor de la duquesa de York, de cuya hija menor, Ana, era amiga íntima. Cuando ésta se casó con el que luego sería Jacobo II de Inglaterra y VII de Escocia, los destinos de ambas continuaron estrechamente ligados en palacio y con ellos el de John.

Así fue cómo en 1702 consiguieron la concesión del Ducado de Marlborough, entre otras muchas mercedes como el señorío de Woodstock y una residencia en Blenheim que hoy en día sigue siendo la sede ducal. Bien es cierto que no todo fue gratuito porque John Churchill también se lució en la mencionada Guerra de Sucesión Española, donde su título Marlborough se deformó fonéticamente en Mambrú y dio origen a la célebre canción. Incluso el lema de la familia está en español: «Fiel pero desdichado».

Escudo de armas de John Churchill, primer duque de Marlborough/Imagen: dominio público en Wikimedia Commons

Los Spencer y los Churchill emparentaron cuando Charles Spencer, tercer conde de Sunderland, se casó en segunda nupcias con Lady Anne, la segunda hija de John Churchill; éste moriría en 1722 sin hijos varones, por lo que fue necesario modificar la legislación para que ella pudiera heredar y, así, se pasó a una línea de transmisión materna.

Uno de los hijos del nuevo matrimonio, Charles, heredó el título de Marlborough (junto con los de su padre, conde de Sunderland y barón de Spencer) al fallecer el primogénito, Robert. Posteriormente George Spencer, quinto duque de Marlborough, obtuvo una licencia para llevar el apellido compuesto por ser el titular del baronazgo de Churchill y en honor a su famoso antepasado, pasando a llamarse George Spencer-Churchill.

Escudo de armas Spencer-Churchill/Imagen: Sodacan en Wikimedia Commons

Las transmisiones por herencia continuaron en el siglo XIX hasta llegar a 1822, año en que nació John Spencer-Churchill, que sería el séptimo duque de Marlborough; su tercer hijo, Lord Randolph Churchill, se casó con una millonaria estadounidense llamada Jennie Jerome, con la que en 1874 tuvo un vástago al que bautizaron como Winston.

Paralelalmente evolucionó la otra rama de la familia, la Spencer, pasando sus títulos de una generación a otra hasta que el octavo conde de Spencer, Edward John, se casó con la honorable Frances Ruth Roche en 1954; siete años más tarde ella dio a luz a una niña a la que pusieron el nombre de Diana.


Fuentes

The Churchills. A family portrait (Celia Lee y John Lee)/The Churchills. A family at the heart of History (Mary S. Lovell)/Mambrú, el duque de Marlborough (Silvia R. Hesles)/Wikipedia


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